Marrero Aristy.

En días recientes,  el Lic. Fausto Rosario, director de este importante medio digital,  realizó una interesante entrevista al jurista y político Dr. Fidias Aristy, en la cual fueron abordados diversos tópicos relacionados con la vida y trayectoria de Joaquín Balaguer. En el curso de la misma, en conexión con el tema principal que motivó la referida entrevista, surgieron otros interesantes temas de carácter histórico, entre los que destaca el que motiva la presente entrega de hoy, a saber, lo referente a las complejas y no del todo clarificadas circunstancias en que resultó asesinado  el  destacado intelectual y escritor Ramón Marrero Aristy un fatídico 17 de julio de 1959, en las postrimerías de la tiranía trujillista.

Es un tema recurrente en los abordajes y especulaciones historiográficas de las décadas recientes  y sobre el mismo permanece un cierto velo de misterio; una atmósfera enigmática, que no permite acertar todavía con una explicación cabal y plausible en torno a sus verdaderas causas y la forma en que tan horrendo crimen se llevó   cabo.

De las enmarañadas conjeturas en torno a la muerte de Ramón Marrero Aristy, da cuenta un episodio ocurrido el miércoles 22 de marzo de 1972 en la Sala Capitular del Ayuntamiento de Santo Domingo. Al momento de conocerse el proyecto de resolución presentado por el entonces síndico de la capital, Manuel Antonio Jiménez Rodríguez (Manolin), encaminado a designar la calle 3 del Ensanche Ozama con el nombre de Marrero, se enfrentaron en un acalorado duelo verbal el regidor Jaime R. Pérez Cocco, del Partido Reformista y el regidor Elpidio Cruz Taveras, del Movimiento de Conciliación Nacional.

En uno de los momentos más álgidos del debate, el regidor Cocco preguntó a Jimenez: ¿Señor Síndico yo quiero saber si Ud. tiene prueba de que Trujillo mató a Marrero Aristy?, a lo que el interpelado Alcalde respondió, a su vez, con otra pregunta no menos compleja: ¿Señor Cocco, Usted tiene prueba de que Colón descubrió América?, para al mismo tiempo agregar que la generalidad de los dominicanos sabía que el responsable último de la muerte Marrero era el sátrapa sancristobalense.

La esencia del debate en torno al horrendo crimen de Marrero, no radica, a juzgar por el singular episodio antes descrito, si Trujillo fue el culpable del mismo, algo que no admite dudas, sino más bien la forma y el lugar en que el mismo se llevó a cabo, de suerte que como afirmara  el escritor y periodista Néstor Caro, íntimo amigo de Marrero, en 1974:  “todo lo que se ha dicho en torno a la muerte de Marrero, gira en torno a conjeturas”.

Marrero Aristy en una de sus comparecencias públicas durante la era de Trujillo.

1.- La temprana versión de Stanley Ross.

A mediados de enero de 1962, el periodista Stanley Ross publicó una serie de cuatro artículos en el “Diario de Nueva York” referentes a la muerte de Marrero . Conforme la versión de Ross, que afirmó obtener de testigos oculares y fuentes absolutamente fidedignas: “Ramón Marrero Aristy murió de un balazo en la sien en el propio Palacio Presidencial, cayendo a los pies del generalísimo Trujillo, a eso de las 7 P.M, del viernes 17 de julio de 1959”.

En la primera entrega del referido artículo afirmaría, además, que “mientras el autor intelectual de la muerte de Ramón Marrero Aristy fue el mismo Trujillo, el matón que rápidamente sacó un revólver de su bolsillo y ultimó al Secretario de Trabajo fue el tristemente célebre Policarpo Soler, un asesino profesional cubano que pocos días  después iba a figurar como protagonista de uno de los hechos de sangre más increíbles de la historia dominicana”.

Y añadiría, aunque no precisa la fuente, que el generalísimo manifestó a uno de sus colaboradores más íntimos que el disparo del sanguinario agente Policarpo Soler contra Marrero, se produjo por una confusión al momento en que este hizo un ademán para sacar un pañuelo, gesto que Soler equívocamente interpretó como intencionalidad de sacar una arma de fuego, anticipándose  a repeler dicha  acción con el disparó que le segó la vida.

Ross completaría su versión afirmando que aquella noche en que supuestamente se cegó la vida a Marrero Aristy en el Palacio Nacional, otros se encontraban en la escena, refiriéndose específicamente a Jhonny Abbes García, a quien tilda de “ infame”, José Ángel Saviñón y el General Reyes, entonces Jefe de Estado Mayor del Ejército.

Por cierto, los familiares de Saviñòn negaron de inmediato la referida versión, al afirmar que al momento en que se produjo el supuesto asesinato de Marrero en presencia de Trujillo su pariente no se encontraba ya en el país. Y esto así, a juzgar por sus alegatos, ya que el 17 de julio de 1959 dado que Saviñón había partido a Quito, Ecuador, a  las 8:00 de la mañana de aquel día, a fines de ocupar el cargo de Embajador Dominicano en la República de Ecuador. Es decir, que si la supuesta muerte de Marrero en Palacio  se produjo en la noche de aquel día, era imposible que presenciara la misma.

2.- La versión de los familiares.

A principios de febrero de 1962, los señores José Aristy Núñez, Valentín Aristy Núñez y José Amable Aristy Perozo, identificados como hermanos de Marrero,  apoderaron de una denuncia al entonces Procurador General de la República Dr. Antonio García Vásquez respecto en relación con su asesinato .

En esencia, conforme reseñara la prensa de la época respecto a la referida denuncia, los familiares coincidieron con la versión de Ross al sostener que al formular la misma, tenían conocimiento de que su pariente fue atrozmente asesinado en el Palacio Nacional y luego lanzado en su carro desde uno de los despeñaderos de la carretera (la carretera de cazabito, en las estribaciones de Constanza), en compañía de su chofer Luis Concepción.

3.- La versión de Doña Belisa Mejía Peña Viuda Marrero.

En el año 1989, Doña Belisa Mejía Peña Viuda Marrero concedió una entrevista a la destacada periodista Ángela Peña en la que le narró pormenores en torno a la muerte de Marrero.

Doña Belisa, en la  referida entrevista, reafirma la versión de que Marrero fue asesinado en Palacio, en presencia de Trujillo. Y para sostener la misma, refiere el testimonio de un Señor, cuyo nombre no especifica, conforme el cual, cuando Marrero cruzaba por Bonao, camino a Constanza, su cuerpo se vio muy tirado y con el sombrero caído y que tal postura había despertado en dicho testigo fundadas sospechas, pues Marrero tenía por costumbre andar siempre estirado en su carro. En otras palabras, dicha versión propendía a reafirmar que ya Marrero era cadáver cuando pasó por Bonao camino a Constanza.

4.- La versión de Luis Ruiz Trujillo sobre la muerte de Marrero recogida por Ramón Saviñón.

Luis Ruiz Trujillo, sobrino del dictador, tuvo vínculos muy estrechos con Marrero, de quien de definió como  íntimo amigo. En el libro de Ramón Saviñón, publicado hace unos años, titulado “Memorias de la era de Trujillo 1916-1961”, el autor recoge, en pormenorizados detalles, la versión que le ofreciera Ruiz Trujillo para su libro, versión que cabe significar, difiere diametralmente de las expuesta anteriormente .

Conforme la misma, ante amenazas de Johnny Abbes a Marrero, Ruiz Trujillo procuró protegerle. Y aquel fin de semana en que se produjo su asesinato, estaba previsto que el entonces Secretario de Estado de Trabajo pernoctara en casa de su amigo, en Arroyo Hondo, hasta tanto, al iniciar la semana, ambos pudieran entrevistarse con Trujillo tras su regreso de Hacienda Fundación, donde estaba previsto pasaría el fin de semana. El propósito de encontrarse con Trujillo era con el propósito de deshacer las veladas intrigas que contra él había levantado Johnny Abbes.

Refiere que no pudo evitar ser presa de negras aprensiones, cuando recibió la información de que Marrero,  contraviniendo el plan que ambos habían concebido, aquella misma mañana de su muerte, le hizo saber a través del Ingeniero Máximo Cambiaso, cuando ambos se encontraron en el cruce de la Avenida Fabré Geffrard, hoy Abraham Lincoln, que había tomado la determinación de viajar a Constanza al tiempo que mandaba a informar a Ruiz Trujillo:

Máximo, infórmale a Luisito que tengo que ir a Constanza a reunirme con unos periodistas extranjeros que se encuentran allá, que mande a buscar las personas a la Secretaría de Trabajo para la cena que tenemos esta noche”.

Y es aquí donde las conjeturas se extreman casi hasta alcanzar  ribetes de suspenso. ¿Cómo es que si Marrero había sido asesinado en el Palacio Nacional, en presencia de Trujillo, por Policarpo Soler, aparece vivo en cruce de la Fabbré Geffrard, enviándole mensajes a Ruiz Trujillo con el Ingeniero Máximo Cambiaso?.

¿Quién dice la verdad y quién no? ¿Procuraba acaso Ruiz Trujillo, con el referido testimonio, exonerar de culpa al tirano por la muerte de Marrero, haciendo recaer plenamente la misma sobre Jhonny Abbes, o en su defecto, está más cerca del mito que de la verdad, la afirmación de quienes  desde Stanley Ross hasta la fecha, coinciden en que Marrero fue asesinado en el Palacio Nacional?.

4.- Las incógnitas en torno a la razón del crimen.

Pero si desazonantes son las cuestionantes en torno a la forma y lugar del asesinato de Marrero, más nebuloso aún se torna el panorama al momento de esclarecer el móvil o los móviles subyacentes al mismo:¿Acaso se produjo el crimen porque Marrero suministro al periodista Tad Szulc informaciones confidenciales contra el régimen, que este incluiría en reportajes que molestaron a Trujillo?, ¿ Acaso porque hasta Trujillo habían llegado informaciones de los delirios presidencialistas de Marrero, los que imprudentemente llegó a manifestar en más de una ocasión, siendo el caso, como relatara en una ocasión el fenecido Ramón Alberto Font Bernard, de que en una ocasión, en declive la tiranía, departiendo entre tragos con amigos cercanos, llegó a manifestar que el próximo presidente de la República Dominicana sería un negro, por supuesto en clara alusión autoreferencial?

¿ O acaso asesinaron a Marrero porque, en presencia de Johnny Abbes, se opuso, como declarara su viuda, a que fusilaran unos estudiantes que conspiraban contra el Jefe?; ¿ O acaso, en definitiva, porque Marrero, instruido por Trujillo, investigó que Jhonny Abbes había sustraído en su provecho, dinero que Trujillo le había entregado para ser gastada en propaganda a favor del régimen en los Estados Unidos, tarea que Abbes no llevó a cabo?.

Esta versión última, por cierto, la ofrece Saviñón, tomando como fuente a Luis Ruiz Trujillo. Pero en fin, después de tantas incógnitas y conjeturas, la pregunta es la misma y golpea molestosa, sin respuestas cabales: ¿Dónde, Cómo y Por qué asesinaron a Marrero?.