Hace unos días falleció doña Josefina Padilla viuda Sánchez, y yo no me puedo quedar callado ante tan infausta realidad.

Conocí personalmente a doña Josefina hará unos cincuenta y tantos años, cuando visitaba su casa de la Palo Hincado con mi primo Samuel, a la sazón enamorado de Laly, su hija. Y digo "personalmente" porque ya la había visto en los afiches electorales de 1962, cuando fue candidata vicepresidencial del Partido Revolucionario Socialcristiano, en la boleta que encabezaba Alfonso Moreno Martínez.

Tengo una anécdota que la involucra y que la arraigó para siempre en mi corazón y en mi respeto.

Cuando yo ingresé a la Universidad Autónoma de Santo Domingo, ella dirigía el Departamento de Orientación Profesional; eran días de movilizaciones constantes en el campus universitario. Una tarde iba yo a mi cita de evaluación vocacional cuando se produjo una violenta movilización estudiantil, con participación de la policía. Yo decidí irme a casa y tratar de reprogramar mi cita al otro día.

Efectivamente, al día siguiente fui al Departamento de Orientación y me recibió un monitor apellido Winter (cuyo nombre no recuerdo ni quiero recordar), pseudo izquierdista él, con quien desarrollé el siguiente diálogo:

"- ¿Por qué no vino usted a su cita de evaluación?

– Porque ayer hubo movilizaciones en la universidad…

– ¿Y usted participó en las movilizaciones?

– No, yo no participé, yo decidí irme a mi casa.

– Pues usted perdió su evaluación, definitivamente."

Desesperado, porque en aquél entonces era indispensable tener uno su evaluación vocacional antes de entrar a facultad (algo que haría yo el semestre siguiente), fui a ver a doña Josefina, la directora, a quien conté mi encuentro con el monitor, sin omitir detalles. Ella salió de su oficina y me llevó al cubículo donde un rato antes había tenido mi amarga entrevista y le dijo al susodicho:

"- ¿Cuál es el motivo por el cual le negaste la evaluación al bachiller?

– Porque faltó ayer a su cita, con la excusa de que había movilizaciones y él mismo me dijo que no participó en ellas…

– Pero el bachiller te dijo la verdad, él hubiera podido decirte que sí, que había participado y tú no hubieras tenido forma de saber si era o no verdad… hazle la evaluación…"

Esa era doña Josefina.

Laurita, su hija, me cuenta que, a su edad, se mantenía pendiente del mundo, navegando por el Internet en su laptop, con una actividad y una lucidez que muchos jóvenes de las distintas denominaciones ya quisieran tener.

Patriota y esposa de mártir, doña Josefina Padilla Viuda Sánchez merece un lugar especial en la memoria de los buenos dominicanos, y en nuestros corazones.