* Pie de foto: Doña Francia Cisneros viuda Villaba, junto a Manuel Escarramán, Tadeo Escarramán y su hermana Gloria.

Es imposible explicar la historia de la República dominicana sin restituir la contribución de insignes mujeres, como doña Francia Cisneros viuda Villalba. En honor a su trayectoria revolucionaria en el Movimiento 14 de Junio (1J4) y la Federación de Mujeres Dominicanas, y al de tantas mujeres que esperanzaron la justicia social en nuestro país, reproducimos el siguiente escrito de Raúl Pérez Peña (Bacho).

Doña Francia y el 1J4

(Publicado originalmente el 10 de diciembre de 2002, en la columna Pancarta del Listín Diario). Raúl Pérez Peña (Bacho)

Justo ayer lunes, doña Francia Cisneros, viuda Villalba, cumplió sus 90 años de edad. Al igual que su hermana Doña Gloria Cisneros que tiene 91 años, doña Francia conserva una asombrosa lucidez mental, manteniendo fresco en su memoria lo que fue el Movimiento 14 de junio en sus distintas facetas políticas.

Compartir con doña Francia la celebración de su aniversario fue un reencuentro con la historia reciente de nuestro pueblo. Sobre todo cuando, casi al entrar, aparece en la pared un impresionante trabajo artístico de su hijo Amaury Villalba Cisneros, caído en la profundidad del mar mientras realizaba un estudio sobre el manatí en 1995.

Con su talento proverbial, Amaury dibujó en 1964 un retrato de Manolo Tavárez, tan fiel que luce una mente encendida de ideas, y aquel carácter del legendario líder, cuyo solo recuerdo nos hace pensar en el enanismo dirigencial que bajo distintas siglas atrapa (y atraca) el país.

Doña Francia Cisneros viuda Villaba está llena de vida, con una memoria fotográfica, y sobre todo incólume en los principios reivindicadores del Movimiento 14 de Junio (1J4).
Ver a doña Francia Cisneros es evocar al instante a doña Luz Cabrera viuda Vásquez y a doña Marina Mieses de Bujosa, los nombres de la ternura y de la vergüenza indoblegable.

Ellas, como las hermanas Mirabal, Aniana Vargas y tantas mujeres del 1J4, (clandestino y público), constituyen la expresión misma del amor a la patria y de la resistencia sin flojera ante el oprobio y la ignominia.

Recordar a doña Francia al frente de aquella directiva pionera de la Federación de Mujeres Dominicanas es recrear los capítulos gloriosos del 1J4 verdinegro.

Es como recrear los desfiles por la calle El Conde de tantas mujeres dignas. Bajo el riesgo del olvido, (que las omitidas no perdonarán), Teresita Espaillat y yo recordamos al vuelo de unos instantes a la propia Aniana Vargas, a doña Edna Mur, Picky Lora, Ivelise Acevedo, las hermanas Vásquez Fernández, Rochi González, Cristinita Díaz, Gloria Acevedo, Xiomara Saladín, María Elena Muñoz, Norma Vásquez y sus hermanas, Cándida Oviedo, doña Andrea, Lida Pelegrín, Ana Silvia Reynoso, Queyita Santos Josefina y Rosialba Paniagua, y toda aquella pléyade como Linda Pelegrín, Mireya Díaz Moreno y centenares de santiagueras, puertoplateñas, montecristeñas, salcedenses, mocanas, veganas, barahoneras, banilejas, maeñas, petro y francomacorisanas, y de otras provincias dominicanas.

*[Esta publicación es parte del Proyecto por la Memoria Histórica Raúl Pérez Peña (Bacho), auspiciado por sus hijos Juan Miguel, Amaury y Amín Pérez Vargas].