Nombrado Secretario de Agricultura en el 1984 y miembro de la Junta Monetaria por muchos años, el ingeniero agrónomo Domingo Marte es un notable y destacado miembro de la comunidad científica de la agricultura dominicana.
En la última década ha publicado tres libros, llenos de bellísimas fotos y descripciones asombrosas e inéditas sobre las frutas, los ríos y las costas dominicanas. En cada uno de ellos nos muestra asombrosas vistas que jamás nos habíamos imaginado que son parte de nuestro país.
Mas que libros, son enciclopedias que poseen información vividas de sus recorridos, que por años realizó a todos los rincones del pais con su equipo fotográfico al hombro.
Por ejemplo, el de las FRUTAS DOMINICANAS, con 300 páginas de bellísimas ilustraciones, describe los orígenes de cada especie, su contenido nutricional, nivel de producción y comercialización, características agronómicas, lugares de siembra, variedades y época de cosecha, entre otras informaciones.
Cuando comencé a leer las páginas del libro me sorprendí, porque habiendo trabajado en el sector agropecuario por varios años, simplemente no conocía muchas de las frutas descritas por Domingo Marte. Por ejemplo, La Balata, con cascara amarilla y muy jugosa, La Bignay parecida a una cereza, la Carissa, casi igual a una ciruela, La monstera, El Gaujilite, La Guazara, La Tuna y decenas de frutas exóticas que pocos conocen porque su comercialización esta circunscrita a los lugares donde se produce mayormente en forma silvestre.
Obviamente, encontrará frutas como el mango, la piña, la lechosa y el melón, donde se describen las variedades, lugares de siembre, orígenes, comercializaciones, etc.
Un viaje maravilloso por el mundo de las frutas que se cultivan en nuestras tierras y que solo un profesional e investigador minucioso de la agronomía podía haber logrado después de años de trabajo.
El libro Los RÍOS DOMINICANOS de 301 páginas, es otra impresionante recolección que le exigió al autor años de viajes a lugares inhóspitos. No sé cómo lo hizo, pero lo hizo.
Con impresionantes fotos y una descripción detallada de cada rio que serpentea montañas y valles de nuestra pequeña isla, concluimos en dos cosas importante: Somos bendecidos por Dios al disponer de tanta agua en tan poco espacio, pero penosamente vemos también como la mano del hombre ha destruido parte de esa fuente de vida, por la deforestación y la explotación de sus cuencas.
Si algo nos enseña Domingo Marte es la urgente necesidad de proteger los ríos que aun sobreviven porque el agua será el gran reto del futuro para la existencia de raza humana.
Finalmente, en el libro ECOS DE LA COSTA, de 453 páginas, Domingo Marte nos lleva en una travesía a través del litoral marino dominicano que nadie jamás había logrado con tanta belleza, descripción y precisión. Hay imágenes que nos ponen a dudar si son de nuestro pais o de otro planeta.
Es un libro que debe estar en todas las habitaciones de los hoteles para el disfrute de los turistas de todo el mundo. Playas y litorales hermosos desde Samaná a Monte Cristi y desde Higüey a Pedernales, nos dejan con una sensación de que vivimos en un paraíso y en verdad somos un paraíso que muchos no saben apreciar ni valorar
Estos aportes invaluables de Domingo Marte quedarán en los anales de la historia literaria de nuestro pais y es merecedor de la más alta distinción que puede darle la sociedad dominicana.
Un trabajo que requirió un esfuerzo gigante, mucho valor y diciplina, amor, sacrificios personales y la mano de Dios que lo guio y lo protegió en esas peligrosas travesías.
También contó con el patrocinio del Banco Popular Dominicano, y La Junta Agroempresarial Dominicana (JAD).