Desde hace varias décadas el territorio de la República Dominicana ha venido constantemente siendo dividida en la denominación provincia, municipio y distrito municipal, llegando a ser en la actualidad 32 provincias, 158 municipios y 235 distritos municipales.
La motivación principal para que se hayan creado nuevas representaciones, mas que la del desarrollo local se ha debido a conducta clientelista, para colocar militantes y simpatizantes de los partidos, en puestos electivos y administrativos, en los ayuntamientos y juntas municipales que se han creado. Solo desde el año 1970 al año 2012 se crearon 82 nuevos municipios.
En el año 1844 con la creación de la República se crearon 5 provincias y ya para el año 1930 el número era de 11 provincias, para de ahí pasar a 16 y luego en la dictadura de Trujillo (1930-1961) se llevaron a 27 provincias, es decir 16 provincias más, hasta el año 1982 y de ahí hasta la fecha se crearon 5 provincias más, para llegar al numero de 32 provincias.
Aun con la ya fragmentación del territorio nacional, existen en la actualidad en el congreso propuestas para crear nuevas provincias, municipios y distritos municipales.
Aunque los defensores de esta división administrativa del territorio nacional, argumentan que la misma va en beneficio de las ciudades y comunidades rurales donde se establecen esos organismos estatales, lo cierto es que en la práctica estas divisiones lo que han venido es a dilapidar el presupuesto público, ya que recursos que se pudieran utilizar para realizar obras comunitarias, como carreteras, arreglo de caminos vecinales, centros de atención básica de salud, agua, electrificación, entre otros, se han venido utilizando para sostener una burocracia cada vez más creciente, en la medida que se crean nuevas entidades territoriales públicas.
Para muestra un botón. En el año 2023 los “gobiernos locales” gastaron por concepto de pago de personal 12,811 millones de pesos, representando el 41% del total del presupuesto ejecutado, mientras que para contrataciones de servicios a la población se destino 6,530 millones, o sea el 21.08%, prácticamente la mitad de lo que se utilizó en pago de personal y que decir de lo que se destinó a obras municipales 4,461 millones, de pesos el 14.40% del presupuesto o mas bien la tercera parte de lo que se utilizó para pagar personal y entre ellos botellas.
Lo más preocupante de todo esto es que más del 62% de los municipios y distritos municipales creados no cumplen con los requisitos mínimos de población para su constitución, es decir de una población mínima de 15,000 habitantes para los municipios y de 10,000 para los distritos municipales, de acuerdo a lo que establece la ley 176-07 del Distrito Nacional y los municipios. En términos absolutos esto significa que 74 municipios y 172 distritos municipales su población se encuentra por debajo de lo que establece como mínimo la ley para su funcionamiento.
Esta fragmentación del territorio nacional que se aceleró desde el periodo del año 1998-2006, período en el cual el Partido Revolucionario Dominicano, tuvo la mayoría en el congreso (diputados y senadores) y el poder ejecutivo en el gobierno de Hipólito Mejía (2000-2004) , como un mecanismo para colocar en el gobierno a militantes de esos partidos de los distintos pueblos.
Es necesario que se le ponga un freno a esa tendencia de fragmentación del territorio nacional y aquellos municipios y distritos municipales que no cumplen con los requisitos mínimos que establecen las leyes municipales deben fusionarse, para que puedan rendir una labor mas eficaz y eficiente desde el punto de vista de las obras comunitarias y del uso de los recursos públicos.