En los artículos anteriores, demostramos que las inundaciones repentinas y catastróficas, ocurridas en Santo Domingo y R.D. (Noviembre 2022, 2023), constituyen un fenómenos en curso, que se está produciendo repetidamente, alrededor del mundo, y por tanto, requieren estudios para aumentar la resiliencia nacional.
También vimos que la magnitud de la precipitación de noviembre 2023, sobrepasa la norma de diseño para el período de retorno (Tr), pues la misma ocurre en un Tr aproximado de 250 años o más, que está por encima del Tr de diseño de 100 años.
En consecuencia lo justo debe ser que se impute a la severidad del evento, como el causante del fallo en las paredes laterales del paso a desnivel de la 27 de Febrero.
En este artículo, veremos una de las principales medidas que se están implementando en el campo de la ingeniería, para que las infraestructuras sean resilientes a los efectos adversos del cambio climático, que consiste en diseñar las infraestructuras con un modelo de diseño basado en riesgo y cambio climático.
La filosofía de este modelo, señalada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), es que los proyectos, aun expuestos a desastres, se conviertan en proyectos resilientes.
Es importante saber que en la República Dominicana, se ha estado realizando un proyecto de diseño de infraestructura, con diseño basado en riesgo y cambio climático, desde el 2020. El equipo consultor del cual formamos parte, del consorcio español IDOM-VNG, ha diseñado más de una docena de puentes, varios caminos y muros con este método.
Ver documento del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), relacionado con el diseño conceptual: https://www.mopc.gob.do/media/25295/dise%C3%B1o-conceptual-lote-4-camino-y-puente-playa-rogelio. Pdf.
Como dato comparativo, en todos los casos, el Tr de diseño mínimo utilizado, fue 200 años, lo que significa que probablemente el colapso de estructuras de noviembre 2023, no hubiera ocurrido si las obras hubieran sido diseñadas con este modelo.
La figura anterior muestra como la longitud y altura del nuevo puente sobre el río Bajabonico aumentan, conforme al incremento del Tr. En este caso se tomó el de 200 años, para que dicho puente sea más resiliente. Las figuras 1 y 2 representan el mapa de inundaciones en cada caso.
En el nuevo puente levadizo sobre el río Ozama, que sustituirá al actual puente flotante, también consideramos como Tr de diseño 200 años.
Lo anterior significa que la R.D. forma parte de los países que están adoptando este tipo de prevención y que el MOPC, el próximo año, construirá las primeras infraestructuras del país, diseñadas con criterios de mayor resiliencia a desastres ante eventos meteorológicos extremos.
El incremento en el costo de inversión inicial para la construcción de las infraestructuras, es el principal punto negativo de ese modelo de diseño.
Pero, nuestra experiencia en el proyecto antes mencionado, es que el incremento del precio no es mucho y que se justifica ampliamente, al proyectar los riesgos y pérdidas futuras a ser ocasionadas por los fallos y colapsos de las estructuras.
Proponemos que el país investigue y desarrolle su propia normativa y modelo de diseño de infraestructuras resilientes, que incorpore también los eventos de riesgos del país que no son de carácter meteorológico.