En agosto de 1966 el doctor Ángel Chan Aquino, presidente de la Junta directiva de la entonces Asociación Médica Dominicana, hoy Colegio Médico Dominicano, pronunció un discurso en el momento de colocar la primera piedra de las nuevas instalaciones de la Asociación. En esa ocasión el doctor Chan Aquino, se quejaba de la falta de unidad de los médicos en aquel momento muy politizado de nuestra historia, tras la caída del régimen de Trujillo y la guerra de 1965. Decía: “Tambaleante aún como consecuencia de los lamentables acontecimientos que han estremecido en sus cimientos a la sociedad dominicana, la República se apresta a llevar a la realidad planes tendientes a la estructuración socio económica de la nación. Y es aquí donde la clase médica tiene un importante papel que desarrollar. Todo plan de estructuración socio económica de un país está encaminado a utilizar los recursos naturales a un máximo de rendimiento. Pero cualesquiera que sean los métodos que se utilicen, incluyendo máquinas ultramodernas, el hombre es el vinculo dinámico fundamental para lograr ese rendimiento. Ante ustedes, distinguidos colegas, no es necesario enfatizar cuan valiosa es la salud. La asociación Médica Dominicana está en la obligación de ocupar una posición de vanguardia en esta lucha de estructuración socioeconómica. A ese efecto debe dar su cooperación a las instituciones que administran la salud de nuestro pueblo, como el Ministerio de Salud, el Instituto Dominicano de Seguros Sociales y la Cruz Roja”.
Seguía el doctor Chan Aquino: “Este comité ejecutivo esta dando los pasos en este sentido. Esta misma noche desarrollará una mesa redonda para analizar la importancia de la medicina integrada como factor fundamental en la reorganización de los servicios de salud a nuestro pueblo. Ocurrirá a las nueve de la noche en los canales de Radiotelevisión Dominicana.” Podemos comprobar que en la directiva de la entonces Asociación Médica ya se hablaba de la necesidad de ofrecer un enfoque diferente a las atenciones en salud. En esos años había criticas de los estudiantes de medicina sobre la baja calidad de la enseñanza universitaria. Eran momentos de tensión, pero de gran esperanza ya que se abría un camino hacia la democracia. Agregó además: “Hoy, al conmemorar el 75 aniversario de la fundación de nuestra asociación, el comité ejecutivo que presido tiene la profunda satisfacción de anunciarles que en este instante vamos a colocar la primera piedra de ese local. Pero antes queremos honrarnos honrando a quien honor merece. Me refiero a la directiva que rigió los destinos de esta asociación el el periodo 1963-1964 presidida por el doctor Agustín Rodríguez Cabral junto a otros médicos. Esa directiva realizó una brillante labor y, como uno de sus frutos, obtuvo este amplio terreno que hoy sirve de promisor escenario a este tan significativo acto“.
Se entregó un pergamino al doctor Rodríguez Cabral para que sirviera de ejemplo e invitación a todos los médicos a seguir trabajando por las metas deseadas. Ese discurso en aquel momento era un llamado a la unidad de la clase médica, dividida tras los acontecimientos de los últimos años. Hoy 57 años después, observamos la situación de la salud de nuestro país, y es muy oportuno recordar la historia de nuestro Colegio Médico y de todos los médicos dominicanos en procura de mejores condiciones para la enseñanza de la medicina, para el ejercicio de la medicina y sobre todo en pro del bienestar de los dominicanos, tanto en la prevención como en el tratamiento de las enfermedades. El momento actual es de diálogo y conciliación, pero tomando en cuenta las necesidades de los pacientes y de los médicos como prioridades.