“Si existe un bien y un mal entrelazado, nada lo representa mejor que el dinero”.
El invento del dinero se remonta a épocas muy remotas en donde la forma de intercambiar servicios o productos llego a tornarse en excedentes que ameritaban darle dinamismo a las mismas.
La ocurrencia de transportar el bien en un bolsillo facilito la carga y dio origen a “creer” en que "x" objeto “valía” lo que todos habían acordado.
La palabra dinero, surge, en el caso latino, de las monedas romanas impresas entre los años 260 y 360 antes de Cristo, a las que se llamaba “denario” la cual equivalía a “diez ases”. El AS era la moneda oficial.
Todas las monedas llevaban talladas las figuras de divinidades o dioses hasta que en el siglo I antes de Cristo, se le ocurrió al emperador Julio Cesar ponerle su rostro… Aquello se volvió una “normalidad” y así todo el nuevo matatan que llegaba al trono impregnaba su cara.
En los siglos modernos esta tendencia “egotista” se ha mantenido vigente en muchos países, especialmente en aquellos que aún ostentan de reyes y reinas o que se encuentren bajo regímenes dictatoriales.
El dinero ya no es solo un símbolo de poder económico, sino también una herramienta publicitaria en la que se promueven hechos y personajes históricos específicos.
El dólar, esa moneda tan apetecida y aceptada en todo el mundo, tiene un origen más pintoresco, por lo menos su nombre, es una abreviación del alemán “Thaler” la cual significa “alguien o algo que viene del campo” en referencia a las minas de donde procedían los metales para acuñar las monedas.
El dinero se ha satanizado y se ha santificado de acuerdo al uso, ambición, fin, procedencia, voluntad y todas las palabras que a usted se le puedan ocurrir.
El dinero brinda seguridad, comodidad, salud y todos los tipos de bienestar imaginados y a la vez nos brinda todos sus contrarios, inseguridad, incomodidad, estrés y todos los malestares habidos y por haber.
La magia del dinero funciona de todas las maneras posibles. Es capaz de salvar vidas y de matarlas también. Hace amigos y enemigos, construye hogares ejemplares y destruye familias enteras.
Por dinero la gente es capaz de hacer hasta lo inimaginable. Canta, baila, brinca, se sacude, ama, miente, entre una lista infinita de cosas y es que, posiblemente, no exista uno de nosotros que pueda vivir sin él.
El mundo se ha puesto de acuerdo en que todo tiene un valor monetario. La salud, los alimentos, los refugios, etc. Etc. Etc. Y mientras más dinero usted tenga, pues la lógica nos dice que usted vivirá mejor…
¿Hay algo que no pueda influir el dinero? En el mundo actual se va siendo escaso encontrar la solidaridad desapegada de intereses. Recibir algo sin la expectativa de que “algo” se pedirá es prácticamente un gesto en extinción del planeta.
Cuando se me ha cuestionado él ¿por qué doy? Suelo responder que solo da el que “tiene”. No existe un dinero más poderoso que aquel que tiene claro que solo los gestos nobles y sinceros son los que transforman las energías del mundo.
Todo lo perecedero se adquiere con el dinero, con esos “denarios” o diez ases de antaño que no han servido más que para “dinamizar” las mediocridades humanas.
Todo el que da recibe, sea bien o mal. Las leyes del universo no están reguladas por los inventos de los hombres. No son caprichos perentorios sino estados sanos de consciencia.
La moneda del amor se imprime desde el interior del alma y se regala constantemente, persistentemente, infinitamente. Hasta que se transforma en moneda de curso habitual en las corrompidas mentes humanas.
Si les sobra el dinero, aquí les dejo mi numero de cuenta. 7865978467 yo también necesito comprarme mi botellita de mezcal en lo que despertamos de este ambicioso y absurdo sueño. ¡Salud! Mínimo Denarierus