Debo señalar que la Temporada 1 de la serie Dexter me impresionó bastante por todos los aspectos que pueden ser objeto de análisis, tales como, la personalidad del asesino, las características del asesino, el factor hereditario, el proceso investigativo; entre otros.

De conformidad con la clasificación realizada por detectives del FBI, entre ellos, Robert Ressler, quien acuña el término de Asesinos en serie; se clasifican, según la escena del crimen y la personalidad del asesino, en organizados, desorganizados y mixto.

Dexter, sería un asesino en serie organizado. Esto implica una serie de características entre las que se encuentra la planificación, premeditación, selección de las víctimas, ocultamiento de los cadáveres, pocas evidencias, armas propias; etc., y esta personalidad se puede proyectar en su vida privada. En cuanto al descuartizamiento de los cadáveres de las víctimas, en el caso de los asesinos en serie organizados, lo hacen para que no se pueda identificar a la víctima y no ser detectados. (Ressler y Schachtman, 1992).

En consecuencia, la personalidad que refleja la escena del crimen de estos tipos de asesinos es la del psicópata, a diferencia de la de los desorganizados, que corresponde a asesinos con trastornos mentales o psicóticos.

Conforme a la descripción que de sí mismo da Dexter, y la secuencia de los hechos, se visualiza una serie de rasgos psicopáticos. En este caso, la incapacidad de sentir las emociones, bajo nivel de miedo, manipulación, alta inteligencia, falta de empatía, incapacidad de arrepentimiento, encanto superficial.

En Neurocriminología, a través de las investigaciones realizadas por el pionero de la misma, Adrian Raine, se ha constatado que, a nivel cerebral, estos muestran diferencias en comparación con la población que no tiene tal diagnóstico. El tamaño de la amígdala (que regula las emociones), es mucho más pequeña en el caso de los psicópatas. Igualmente, muestran baja frecuencia cardíaca, lo que implica que no sientan el miedo como una persona “normal” lo haría ante situaciones estresantes, el cual es uno de los más elevados factores de riesgo de delincuencia violenta. Esas deficiencias y anomalías, es una de las explicaciones de la incapacidad de sentir las emociones, la falta de empatía, falta de miedo, incapacidad de arrepentimiento, incapacidad de aprender de la experiencia, búsqueda de sensaciones; entre otros.

En otro orden, algunos asesinos en serie tienden a llevarse objetos o pertenencias de las víctimas. Estos objetos, llamados souvenirs o trofeos, en el contexto del asesinato serial, dependiendo del valor que tenga para el asesino, muchas veces se los lleva para evitar que identifiquen a la víctima o para recordar el crimen. (Ressler y Schachtman, 1992; Holmes y Holmes, 2009)

Asimismo, vemos cómo Dexter tomaba muestras de sangre de sus víctimas y las clasificaba por nombre, lo que se considera como trofeo. Ressler y Schachtman (1992) sostienen que “no suelen tener un valor intrínseco, sino que son objetos que ayudan a recordar a la víctima. Estos trofeos se incorporan en las fantasías posteriores al crimen, como reconocimiento de los logros”. En cambio, para Holmes y Holmes (2009), “en el caso de un asesinato en serie, un trofeo es algo con un valor intrínseco; no solo representa algo que ha sido hecho por el depredador, sino también algo que tiene valor en sí mismo. Por lo tanto, un trofeo es algo personal, como una parte del cuerpo.”

En cuanto a la selección de las víctimas, tiende a elegir asesinos, a instancias de su padre que, al detectar los rasgos de personalidad de su hijo adoptivo, y dada su experiencia como detective, intenta dirigir el daño que en el futuro sabía que ocasionaría, a solo lastimar a delincuentes, luego de que contara con evidencias de que, en efecto, eran criminales. De modo que, en el caso de Dexter, por el tipo de víctima seleccionada, se considera asesino en serie misionero. Holmes y Holmes (2009), señalan que “el asesino en serie de misión siente la necesidad a nivel consciente de erradicar a cierto grupo de personas”.

También, se verifica en la serie uno de los puntos que ha sido objeto de numerosas investigaciones como es la contribución de lo biológico o genético en la configuración del delincuente. En este aspecto, se han realizado estudios sobre hijos adoptivos y gemelos monocigóticos y dicigóticos, para verificar el grado de influencia o contribución de factores genéticos o hereditarios. En el caso de Dexter, es hijo adoptivo, pero con padres biológicos delincuentes, lo cual podría explicar el porqué, pese a contar con una buena educación, ambiente favorable, vivir en un buen barrio; incurre en la delincuencia. En estos casos, cuando el ambiente no lo explica, se recurre a buscar la explicación en factores biológicos, genéticos o hereditarios. Consecuentemente, los resultados de las investigaciones han demostrado que tener padres delincuentes es un elevado factor de riesgo de delincuencia.

Uno de los ejemplos que cita Adrian Raine, en su obra The Anatomy of Violence, es el caso de Jeffrey Landrigan quien fue adoptado a los 8 meses de edad, por una buena familia y en un ambiente benigno. Sin embargo, comenzó a tener comportamientos inadecuados desde temprana edad, tomaba alcohol a los 10 años, y luego de un largo historial de conductas desviadas y antisocial, pasa del robo al homicidio, siendo condenado, en el segundo homicidio, a la pena de muerte. Mientras se encontraba en el corredor de la muerte, uno de los penados nota el parecido que tiene con otro de los presos, quien resultó ser el padre biológico de Landrigan, y quien se encontraba esperando su ejecución por cometer la misma cantidad de homicidios que su hijo. Cuando se investigó los antepasados de Landrigan, descubrieron que el abuelo había muerto a manos de la policía en una persecución por el robo a una farmacia.