En poco tiempo el entusiasmo en torno a las tecnologías Web3, como las NFT, las criptomonedas, la cadena de bloques y el metaverso, ha disminuido notablemente.
Algo que parecía totalmente nuevo e innovador ahora es despreciado por los analistas. Esta situación proporciona mayor sentido a la frase de Aristóteles: el ignorante afirma, el sabio duda y reflexiona.
La emoción en torno a la IA ha aumentado, con nuevos startups, grandes empresas de retail y capitalistas de riesgo apostando a un ritmo sin precedentes.
No hace mucho, las valoraciones de miles de millones de dólares se atribuyeron a empresas con modelos de negocio no probados en la Web3. Hoy en día, las empresas de IA generativa están experimentando un fenómeno similar, provocando una nueva era de exuberancia.
El CEO de Bain & Company, Manny Maceda, describe a la IA generativa con el potencial de ser transformadora. La compara a "una revolución industrial para el trabajo del conocimiento".
Mientras que el ex partner de Y Combinator Aaron Harris, señala la sorprendente similitud en el comportamiento entre las dos tendencias (Web3 e IA Generativa) a pesar de la conmoción.
Es esencial recordar que tanto las tecnologías de IA como las de Web3 son herramientas, no reemplazos de la estrategia digital de un negocio.
Su valor radica en cómo se pueden utilizar para avanzar en los objetivos estratégicos; el rápido cambio de la Web3 a la IA generativa ha estado marcado por el bombo y la exuberancia.
El reporte de Inteligencia Artificial de la firma Tabuga indica que la financiación de las nuevas empresas de IA creció a una tasa de crecimiento anual compuesta de más del 48 % entre 2015 y 2021, proyectando una contribución de 15,7 billones de dólares a la economía mundial para 2035.
En la otra cara de la moneda, en 2021 las inversiones en el sector de las criptomonedas y la cadena de bloques se dispararon a más de 25 mil millones de dólares. Web 3.0, DeFi y NFTs se unen en el concepto interseccional del Metaverso: mundos virtuales centrados en la conexión social.
Con los movimientos tanto de Microsoft como Google para capturar la cresta de la tendencia de la Inteligencia Artificial, se llama al debate —el mismo que provocó Facebook con su cambio de nombre hacia Meta— sobre el control de las "Big Tech" del panorama tecnológico y la revisión de las políticas antimonopolio.
Siempre hemos mencionado la importancia de seguir las tendencias, pero debemos recordar al liderazgo de las empresas que estas tecnologías son herramientas, y su verdadero valor radica en su capacidad para ayudarnos a avanzar en los objetivos estratégicos.
El enfoque siempre debe estar en el resultado. Las tendencias pueden resultar deslumbrantes y engañosas a la vez.