La facturación electrónica es un sistema de emisión de facturas en formato digital. Este permite a las empresas cumplir con sus obligaciones fiscales de manera más eficiente y segura.

En la República Dominicana inició la cuenta regresiva para la implantación de la facturación electrónica. A partir de este año 2023, las empresas tendrán que ir adoptando la norma de facturación electrónica de manera obligatoria.

Estas empresas deben contar con un certificado digital emitido por una entidad autorizada por la Dirección General de Impuestos Internos (DGII). También utilizar un software específico para la generación y envío de facturas electrónicas.

Existen en el país cerca de 1.5 millones de Mipymes, las cuales representan el 98% del total de empresas según datos del PNUD y el MICM publicados en 2020. Para el mismo año, el Directorio de Empresas y Establecimientos de la Oficina Nacional de Estadística registró 99,990 empresas formales, con un crecimiento del 3.5% respecto al año 2019.

La facturación electrónica puede realizarse sin costo a través de una plataforma web de la DGII, donde las empresas pueden registrarse y enviar sus facturas. La DGII verifica la autenticidad de las mismas y las acepta o rechaza. Una vez aceptadas, las facturas son emitidas al cliente y al sistema tributario. Además, se espera que la facturación electrónica ayude a reducir la evasión fiscal en el país.

Este novedoso mecanismo puede presentar varios desafíos para las pequeñas empresas, entre ellos:

Formación: Es importante que los empleados de las pequeñas empresas estén capacitados en el uso de la herramienta de facturación electrónica. Lo cual puede generar un costo adicional y tiempo de inactividad en la empresa.

Cambio en los procesos: La facturación electrónica requiere un cambio en los procesos de la empresa, lo cual puede generar dificultades para adaptarse y un periodo de ajuste.

Acceso a internet: Es necesario contar con un acceso confiable a internet para poder generar y enviar las facturas electrónicas a través de la plataforma web de la DGII.

Seguridad de la información: Las pequeñas empresas deben garantizar la seguridad de la información almacenada en sus sistemas, para evitar posibles violaciones de seguridad.

A pesar de estos desafíos, la facturación electrónica presenta una serie de beneficios para las pequeñas empresas como:

  • la reducción de costos,
  • la mejora en la eficiencia y la seguridad en las transacciones,
  • así como la posibilidad de realizar operaciones de compra y venta en línea de manera segura.

Es importante recordar que las mipymes deben contar con el apoyo y soporte necesario para garantizar el éxito en este proceso de transformación digital. Familiarizarse con el proceso de facturación electrónica es vital, ya que esto les permitirá mejorar la transparencia y la confiabilidad en las transacciones comerciales.

Además, existen amenazas como la falta de plataformas tecnológicas y la falta de regulación del habeas data. Estas dos variables pueden dificultar la adopción de la facturación electrónica en el país.

La desinformación es el verdadero peligro inminente y oculto para las pequeñas empresas que se adhieran al sistema de facturación electrónica. Invito a los comerciantes y empresarios a mantenerse al tanto de los requisitos y regulaciones necesarias para cumplir con las normas. Eviten posibles sanciones o multas.

Asegúrense de contar con los recursos y la orientación necesaria para implementar y utilizar eficientemente estas nuevas herramientas digitales.