Con el triunfo aliado en la Segunda Guerra Mundial, Rusia se consolidó como imperio incluyendo bajo el dominio de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas a varios países de Europa del Este. De inmediato los aliados se dividieron en dos bloques con ideologías irreconciliables: la URSS, liderada por Rusia, propugnaba por el comunismo y Occidente, encabezado por Estados Unidos, enarbolaba la libre empresa y gobiernos elegidos democráticamente.
En febrero 22, 1946 George F. Kennan, diplomático norteamericano en Moscú, envió a Washington su “telegrama largo” planteando la “política de contención” de las tendencias expansivas de Rusia. En marzo 6, 1946 Churchill pronunció en Fulton su histórico discurso en que planteó: “Desde Stettin en el Báltico, a Trieste en el Adriático ha caído sobre el continente una cortina de hierro”. Así, tempranamente, surgió la “Guerra Fría”.
En 1989 cayó el Muro de Berlín, empujado desde adentro hacia afuera. En 1991 se desmembró la URSS y se destruyó pacíficamente la territorialidad creada en varios siglos con sangrientas guerras. Desapareció el “Pacto de Varsovia” de los países soviéticos y muchos ingresaron a la “Organización del Tratado del Atlántico Norte” (OTAN) lo que Rusia consideró una provocación.
El mundo bipolar se convirtió en unipolar, siendo Estados Unidos hegemónico. Putin arremetió contra Estados Unidos y sobre “el peligro” de sus “acciones unilaterales”, en su discurso de febrero 10 del 2007, durante la Conferencia de Seguridad de Múnich. Expresó que al caer la URSS la OTAN se comprometió a no expandirse hacia el este para acorralar a Rusia. Un año después, en 2008, Rusia atacó a Georgia cuando intentó unirse a la OTAN, creándose los territorios separatistas de Osetia del Sur y Abjasia. En 2014 retomó a Crimea, apoyó la rebelión de Donetsk y Lugansk, las reconoció como repúblicas independientes e invadió a Ucrania dizque para “desmilitarizar” y “desnazificar”, siendo judío el presidente de Ucrania.
Putin proclamó que la caída de la URSS es “la mayor catástrofe geopolítica del siglo XX”, peor que la Segunda Guerra en que murieron 20 millones de rusos. Putin plantea que “el que no lamenta la desaparición de la URSS no tiene corazón. Aquel que plantea su restauración no tiene cerebro”. Putin declara que el personaje a quien más admira es “Pedro el Grande”, el expansionista por excelencia, y consideró insultante que Obama dijera que Rusia era “una potencia regional”.
¿Por qué Putin pone al mundo al borde de la Tercera Guerra Mundial y activa las alertas para usar armas nucleares?
Putin tiene en su concepción de poder el “russkig mir” “Mundo Ruso” basado en la creencia de la superioridad del idioma, cultura y la historia rusos sobre todos los demás. Anexando a Crimea resucitó la “Novorossiya” (Nueva Rusia). Desde su primer mandato busca restablecer el concepto del “Derzhavnost” que existió con los zares y los comunistas, y que significa ser un gran poder, reconocido y respetado como tal hasta por las potencias mayores. Procura “poderosidad” (Powerness) intentando recuperar el poder, el prestigio y la influencia perdidos al caer la URSS. En Yalta Roosevelt, Churchill y Stalin definieron las fronteras mundiales y Putin sueña con repetir ese evento en un mundo “policéntrico” junto a Biden y Xi Jinping.
La invasión a Ucrania no fue casualidad. En los países satélites se difundía el chiste de que a la URSS le interesaba que en las fronteras hubiera soldados rusos a ambos lados.