1.- En cualquier sociedad humana, los procesos sociales, el paso de una etapa a otra, no se suceden de forma rectilínea, sino a saltos y sin previsión inmediata.
2.- Es posible asegurar el éxito de lo que se ha de efectuar según las leyes que rigen las transformaciones, no así vaticinar el momento que se logrará. Nada de fecha cierta, presagiar, ni adivinar.
3.- En nuestro país, luego de la Revolución de Abril de 1965, el proceso democrático no se ha detenido. Se ha mantenido dando saltos, en altas y bajas, pero sin que las fuerzas del progreso tomen la posición más avanzada.
4.- Con todo pesar debemos reconocer que los sectores que aquí representan el orden social vigente, el statu quo, han logrado imponer sus designios y el predominio de sus intereses retardatarios.
5.- Los que aspiramos a una sociedad renovada, hemos estado en un círculo, limitados a ser testigos de aspiraciones frustradas, ideario interrumpido y anhelos irrealizados. Pura y simplemente, nos mantenemos impedidos de llevar a cabo lo que queremos y nuestro pueblo merece.
6.- Desde cualquier ángulo que examinemos lo que ocurre con el movimiento dominicano por el progreso social, los resultados no son favorables, resultan una frustración. Solamente fracaso.
7.- Luego de un ascenso hasta abril de 1965, lo que nos ha tocado ver es el avance del conservadurismo, y a los tradicionales imponiendo las condiciones a su antojo y sin regateo.
8.- Después de que mataron físicamente a Trujillo, lo que en el país significaba avance político y social, tomó la delantera, se colocó a la ofensiva. Pero desde 1966, hasta ahora, lo que está imponiéndose es el retardamiento, postergación y dilatación.
9.- El de los dominicanos es lo que se llama un proceso democrático con dificultades de todo tipo para continuar en ascenso. Están de por medio los obstáculos más diversos, conspirando para que domine lo viejo, aunque con palabras nuevas.
10.- Es duro pensarlo y escribirlo, pero ¿en casi 60 años qué han logrado en el país, los sectores políticos progresistas? Lo que han hecho es perder, no conquistar.
11.- En lugar de realizaciones, poner en marcha, hacer realidad, llevar a cabo, lo que hemos visto es un país donde se procura que todo siga como está, de mal en peor.
12.- Los sectores que ayer marcaron el florecimiento, el adelanto, necesitan de un empujón para ponerse en acción, a los fines de ocupar el espacio que tienen asignado en la historia, el de la liberación de toda clase de opresión material y espiritual.
13.- La gente buena de aquí está obligada a hacer que el proceso social esté bajo la dirección de quienes desde siempre han creído que merecemos contar con un mejor país para todos y todas.
14.- Mujeres y hombres de honor, son los que tienen la responsabilidad política de guiar por el camino de la modernidad, lo reciente, sacándolo de lo retrógrado.
15.- En nuestro medio es posible demostrar que no se detienen los procesos sociales, porque así lo quieren los dueños del poder en decadencia. El triunfo siempre será de los que abrazan y luchan por el porvenir, por un mundo nuevo y mejor.
16.- El momento exige a las dominicanas y a los dominicanos que creen en la potencialidad de las masas, que deben impulsar la lucha política y social confiando en vencer y hacer fracasar a quienes representan el pasado, el atraso y lo negativo.