El pequeño país insular de Sri Lanka, al sur de India, ha sido noticia este fin de semana después de que un grupo de manifestantes asaltara la residencia presidencial e incendiara la casa del primer ministro para exigir un cambio de gobierno.

Pero, ¿por qué esta nación en el océano Índico, poblada en su mayoría por tres grupos étnicos distintos, llegó a tal punto de inestabilidad?

Las protestas que se han visto a nivel mundial durante este fin de semana en la capital, Colombo, llevan meses en las calles.

Sri Lanka llegó al colmo del hastío. Es un país que ha sido duramente golpeado por la crisis y la inflación.

Actualmente Sri Lanka está en una grave crisis financiera y no tiene acceso a monedas extranjeras como el dólar o el euro para pagar sus importaciones.

Estas incluyen comida, medicinas y combustibles.

Hace menos de una semana, el gobierno de Sri Lanka anunció que no tenía suficientes reservas en moneda extranjera para importar combustible y que las reservas de gasolina y diesel apenas alcanzarían para unos días si se mantenía el nivel de consumo habitual.

Así que, en un intento por atajar la crisis, las autoridades implementaron una prohibición a la venta de gasolina y diesel a consumidores particulares, convirtiéndose en el primer país en hacerlo desde la década de los años 70.

Esto llevó a que las escuelas de Sri Lanka tuvieran que cerrar y a que las autoridades pidieran a los 22 millones de habitantes de la nación que trabajaran desde casa.

El gobierno atribuye la crisis a la pandemia del coronavirus, que afectó la industria turística de Sri Lanka, una de sus principales fuentes de ingreso de divisas.

Además, también ha mencionado que los turistas tienen miedo de viajar al país tras una serie de ataques con explosivos a iglesias que tuvieron lugar en 2019.

Sin embargo, algunos expertos aseguran que el verdadero problema es un mal manejo fiscal.

Hacia el fin de su guerra civil en 2009, Sri Lanka buscó enfocarse en proveer bienes al mercado nacional en vez de intentar vender sus productos en mercados extranjeros.

Así, mientras los ingresos por exportaciones se mantenían bajos, la factura de las importaciones continuaba subiendo y se ampliaba el déficit por cuenta corriente del país.

Actualmente, Sri Lanka importa US $3.000 millones más al año en productos de lo que exporta. Es por esto que se ha quedado sin divisas.

Desde hace un buen tiempo el país había estado experimentando escasez y carestía de los combustibles, aumento generalizado de precios e incluso escasez de alimentos.

Ahora bien ¿Debe el gobierno dominicano preocuparse por lo ocurrido en Sri Lanka? Posiblemente no pues aquí de alguna manera ha habido un buen manejo de la economía hasta el momento.

Ahora bien, llega un punto en que a los pueblos no les importa si una situación es mundial y si otros la están viviendo, les importa su situación y necesita respuesta a sus problemas.

El refrán de "mal de muchos consuelo de tontos" deja de tener efecto. Yo reconozco que el presidente Abinader está haciendo un gran esfuerzo ante la crisis, pero nunca está de más mirarse en el espejo de esos otros países porque la excusa de la pandemia y la guerra de Ucrania puede que empiece a perder sentido y efecto. La excusa de que esto es mundial se desgasta. Ojo con eso.