Mi análisis del debate:
Leonel: avejentado, encorvado, elocuente. Quiso dar cátedra, pero no era momento para “escuelitas”: perdió mucho tiempo. Conclusión ineficaz, inelegante. Atacó en lugar de vender su propuesta.
De Abel, poco que decir: brilloso (¿de sudor?), pero no brillante. Clichés, dicción imperfecta. Único momento fuerte: su pregunta directa a Abinader. Lástima que no fuese posible responder.
Abinader usó muletillas, pero usó la elocuencia de las estadísticas. Relajado, relajó. Su estatura, una ventaja. Momento fuerte: Exigirle a Abel datos, con firmeza. Indiscutiblemente, el ganador.
Quedaron en el mismo orden que las encuestas. Por tanto, el debate nada cambiará.