En el último artículo del año pasado expliqué que las quejas por el aumento del precio del café de un tuitero tenían un poco de veneno por su incitación a que se investigara cuánto costaba antes del cambio. Acompañó su mensaje con una foto mostrando un precio de 250 pesos y le acepté el reto artillado con los valores del índice de precios del café desde diciembre 2010, las tasas de variaciones, su incidencia o contribución en la correspondiente para el IPC General y el ranking de la variación acumulada en cada fecha.
La conclusión, en el supuesto que el precio reflejaba el comportamiento hasta octubre 2021 y el precio en el establecimiento se correspondiera con el recolectado por el Banco Central hasta esa fecha, fue que esa libra de café costaba 248.27 pesos para un aumento de 1.73 pesos. También mostré una gráfica con las variaciones mensuales del IPC del café desde diciembre 2010 en la que se observan que los aumentos de precios más altos ocurrieron en la pasada administración, la que se despidió con un café que costaba casi el doble de su valor en septiembre del 2020.
Los datos de noviembre del 2021, sin embargo, acaban de mostrar un aumento mensual de 9.05%. Es probable, en consecuencia, que al tuitero se le amargó el café escribió su queja después de que ese incremento se reflejara en las góndolas de los establecimientos. De manera que respondiendo con esa información tendríamos un precio en noviembre 2020 de 229.25 pesos y una variación de 20.75 durante el gobierno del cambio con el que luce no simpatiza al tuitero. En el ranking de la inflación acumulada a noviembre 2021 para los 364 bienes y servicios con que se mide la inflación, el café ocupó el lugar número 39 y luce entonces ser un buen candidato en la absurda campaña de estar sacando cuentas quién te subió qué y en cuánto.
Los principales partidos de oposición lucen estar en eso, en llevar a los votantes a la creencia de que ellos fueron los sabios que desde el poder político mantuvieron los precios de los principales bienes de la canasta básica en línea con el poder adquisitivo de las grandes mayorías. Sueltan mentiras de que con ellos PROCONSUMIDOR sí funcionaba, cuando el actual incumbente explicó que encontró ocho autos para montar a los inspectores de los cuales seis estaban en el taller y fue de su bolsillo que los puso a rodar para el bienestar colectivo. Y deben estar felices de que poco a poco se dan pasos en la dirección para imponer controles de precios que, por supuesto, saben bien no van a funcionar y terminarán reventando las posibilidades de que el partido gobernante siga en el poder.
De ahí que aplauden en reuniones privadas la competencia de funcionarios por ser el Zar de Precios Justos viendo a uno hacer redadas en comercios, a otro desarrollar aplicaciones informáticas inútiles para mostrar los establecimientos que a menor precio venden y a uno improvisar un paredón mediático para que empresarios se comprometan a vender al costo más un margen de precio razonable. Esperamos que a todos los que tienen de inspiración a Nicolás Maduro y su Superintendencia de Precios Justos no le hagan caso.
En el comentario que adelanté sobre las cuotas de mantenimiento en los condominios cometí el error de confundir dos servicios de la canasta básica en el grupo Vivienda. En la canasta básica anterior se tenía el grupo de Servicios Conservación de la Vivienda que lo componían la Reparación de Puertas y los Servicios de Pintura, con una ponderación de 0.226. En la nueva se queda la reparación de puertas y se añade Servicios de Mantenimiento pasando el grupo a casi triplicar su ponderación en el gasto de las familias (0.663). La cuota por gastos comunes de copropiedad también debuta con una ponderación nacional de 0.33 que, un dato interesante, sólo es representativo para los dos quintiles más altos y pesando un 0.84 para el quintil mayor.
El comunicador que se refirió en su tuit a qué estaba pasando con los gastos de condominio, y quien se encuentra en el grupo de mayores ingresos, tal vez se refería al comportamiento de la evolución del grupo Conservación Vivienda que muestra un aumento acumulado de aproximadamente 10% desde noviembre 2020, que se distribuye por igual entre ambos componentes del grupo. Reparación de Puertas es un servicio que tradicionalmente aumenta de forma continua.
En los Gastos Comunes de Copropiedad el Banco Central no muestra variación con respecto a su valor en el período de referencia. Sería válido especular que la queja tal vez se origina en la práctica común, pero esporádica, de gastos en cuotas extraordinarias, que tal vez no se registran en las variaciones. En eso, más la ponderación que tiene para ese grupo de ingresos los gastos comunes, puede estar el origen de la pregunta sobre qué pasa con los gastos extras cada vez más altos de vivir en condominio.