El 1° de febrero de 1935 se inauguró la primera panadería Morel en Puerto Príncipe. En aquella época, la avenida más grande y hermosa de Haití se llamaba «Avenida del Presidente Rafael Trujillo». Nuestra calle mayor recibió el nombre del Presidente Trujillo durante la visita del jefe de Estado dominicano a Puerto Príncipe el 2 de noviembre de 1934.
En el contrato con la compañía eléctrica y para el registro en el departamento de comercio, se lee: «Panadería Morel en la Avenida Presidente Trujillo». En 1938, Daniel Morel trajo a sus hermanos, hermanas y primos desde la República Dominicana, donde había nacido. Gracias a esta iniciativa, en los años 50 había 8 panaderías en Puerto Príncipe fundadas por la familia Morel.
Ayer, domingo, observé en mi barrio a mucha gente comprando agua para beber. El domingo anterior, estuve estudiando el mismo fenómeno en otro barrio de la zona.
Cuando el 1 de julio de 1969 el gobernador de Nueva York, Nelson Rockefeller, enviado por el entonces presidente de EE.UU. Richard Nixon, visitó a François Duvalier, muchas toneladas de ayuda aterrizaron inmediatamente en el palacio del dictador haitiano. Entre otras urgencias, la harina.
En los mercados públicos y en algunos de los grandes colmados de nuestra capital había latas de aceite, sacos de arroz y harina con el cartel del gobierno americano «no se vende ni se cambia». Duvalier aprovechó esta preciosa ayuda y controló personalmente la producción de pan.
Daniel Morel ejerce una increíble magistratura sobre las dos entradas de la capital ( portal de Léogâne y portal de Saint-Joseph). El pan de su panadería es un asunto de gran peso en la vida cotidiana de entonces. Como personalidad destacada, Morel está bajo vigilancia política. El poderoso jefe de la policía política es también panadero; se llama Eloïs Maître. Cuando, tras algunos celos, el expediente de Morel llegó a la mesa de François Duvalier, Su Excelencia el presidente vitalicio le felicitó por su «contribución desinteresada a la causa». De hecho, la panadería Morel alivia la miseria nacional y no simpatizaba con la «causa».
En el país actual, en este día de septiembre de 2022, ¿a quién debemos felicitar por la escasez de agua y pan?
