Las democracias occidentales modernas están bajo asedio y el auge del autoritarismo es una cuestión que debería preocuparnos a todos. El ocaso de la democracia, Anne Applebaum (premio Pulitzer. Discípula de Julien Benda y Hannah Arendt).
El Ministerio de Planificación y Economía realizó un análisis de la de la cultura democrática en nuestro país, con una periodización entre el año 2022 y el 2023. Independientemente de que la misma se publica en el presente año, esta mantiene todo su valor y toda su vigencia, por ser un estudio que plasma diversos indicadores que permiten al analista político orientar el quehacer de la vida nacional. Por lo tanto enhorabuena, y mis felicitaciones para el Ministerio y los responsables de la Encuesta.
La encuesta sobre Cultura Democrática (CDRD) toma seis (6) líneas de investigación como son: actitudes hacia la democracia, participación política, tolerancia e igualdad política, confianza social e institucional, corrupción y clientelismo.
La desafección democrática tiene consecuencias negativas, como la disminución de la participación ciudadana y la aparición de fuerzas políticas autoritarias de corte populista, debido a la dificultad de los estados democráticos para abordar problemas sociales. (CDRD) .
En el caso de América Latina, es notable esta conducta de gobiernos que ascendieron por la vía democrática, tomando una deriva autoritaria, además del desencanto con la democracia, está la baja participación de los ciudadanos, al no ser en aquellos Estados que mantienen en el voto obligatorio.
La encuesta revela que la mayoría de los dominicanos están muy preocupados, debido a que sienten que la aplicación de la ley en nuestro país no es igualitaria, no es transparente y no es imparcial.
En el ámbito de la igualdad social se refleja también una preocupación debido a que un 34.% de los encuestados manifestó que tiene dificultades para acceder a los servicios de salud, educación y manejarse con los ingresos que perciben durante su vida laboral.
En la República Dominicana también se entiende que los dominicanos respetan el derecho de las mayorías debido a que sólo un 3.1% profesó preocupación por esta tendencia, así como se garantizan las libertades individuales y la participación activa de la ciudadanía.
El apoyo a la democracia como sistema político en la encuesta refleja que sigue manteniendo un importante indicador que es el 57.1% contra un 18.6% a los cuales le da lo mismo que el sistema sea democrático o no. Sin embargo, esto refleja una baja correlación a otros periodos, sobre todo finales del siglo pasado, donde el apoyo de la democracia era más alto. El hecho de que un 18.6% se incline por una salida autoritaria es una seria amenaza a la democracia, junto al otro grave problema de los dominicanos que lo es la migración haitiana.
Cuando examinamos la baja apoyatura que tiene la democracia, encontramos en el rango de edad de los jóvenes que van desde desde 18 a 44 años, muestran mayor apatía hacia la democracia; además hay muchas personas que creen que los familiares y los amigos deben ser favorecidos con contrataciones públicas y tienden a ser más apáticos, por lo tanto hay un fuerte apoyo clientelar en el sistema democrático dominicano.
Esta situación está planteando que en la República Dominicana, surjan fuerzas anti sistemas, autocráticas y autoritarias. La posibilidad de que ante la ausencia de soluciones a los problemas sociales, abandonen los valores democráticos y propendan a una salida mesiánica, como ha pasado en América Latina produciendo una ruptura del orden democrático. Es evidente que en la República Dominicana ese es un peligro latente, aunque no se percibe como una tendencia de mayoría en estos momentos.
La afirmación anterior puede ser focalizada como un hallazgo de la encuesta, cuando el 64% de los dominicanos se muestra poco satisfecho con la democracia, esto indica que entonces que hay un descontento de las mayorías con la democracia y que sólo el 30% de los ciudadanos dominicanos se encuentran satisfecho .
Hay de manera inequívoca que prestarles atención a estos indicadores de la encuesta, las universidades, los Institutos Superiores de Educación, los actores políticos del sistema, la sociedad civil, deben trabajar para comenzar a revertir esta línea de pensamiento, sin duda alguna la juventud dominicana debe ser el foco de atención principal.