Seguimos con la descripción de los servicios médicos en el 1939 que ofertaban los centros médicos militares a su población, de acuerdo a este reporte enviado por el jefe del Ejército.

Seguía así: ¨El fichero en actividad, ordenado alfabéticamente por el apellido y el nombre del enfermo, representa la historia de cada un enfermo hospitalizado. Al ser dado de alta un enfermo, su tarjeta es archivada, la cual servirá para futuras referencias clínicas, en los consultorios o al ser hospitalizado nuevamente. Tenemos el propósito de establecer el sistema de señales en colores, que indiquen a la vez las distintas enfermedades para fines estadísticos. El libro de registro de enfermos es muy útil, toda vez que en él se registran los nombres y apellidos de todos los enfermos que se hospitalizan y de sus familias, sin omitir los lugares, calle, ciudad, fecha de entrada y de salida, diagnóstico y observaciones.¨

 En ese reporte los casos mas frecuentes eran los abscesos, las adenitis y las amigdalitis. Llama la atención que se atendieron 70 casos de apendicitis y 92 de gripe. 65 casos de paludismo, 10 de tuberculosis así como diversas patologías infecciosas.  Se atendieron en 1939 95 casos de enfermedades venéreas tales como blenorragia, bubón venéreo, chancro o la orquitis blenorrágica.   Se realizaron mas de 2500 pruebas de laboratorio tanto de orina como de sangre.  Se realizaron 916 radiografías y 616 fluoroscopias. Las fluoroscopias se utilizaban sobre todo en la investigación de la tuberculosis y otras alteraciones pulmonares.  En el aspecto quirúrgico la intervención mas realizada fue la apendicetomía seguida por las curas y curetajes óseos.  En las diversas especialidades la cirugía mas frecuente fue la amigdalectomía. En el departamento de oftalmología se realizaron  37 cirugías de pterigión, 3 de cataratas, 2 de chalazión, dos de dacriocistitis y una enucleación del globo ocular. 

 Debemos tener presente que estos datos corresponden al primer año de operación del hospital inaugurado en 1938.  Y por tanto la cifra de 1650 pacientes admitidos en el ano es una cantidad importante y explica la necesidad de un centro como ese para los miembros de nuestras fuerzas armadas. Había dispensarios muy básicos en la mayoría de las instituciones, pero definitivamente era insuficiente.  

 En la fortaleza San Luis en la ciudad de Santiago de los Caballeros funcionaba un hospital que en ese 1939 ofreció  tratamiento básicamente para casos infecciosos como apendicitis, adenitis o furuncolosis.  Los casos mas frecuentes atendidos tenían que ver con gripe o enfermedades venéreas.  En total se ofrecieron 374 consultas medicas y unos 50 análisis de laboratorio.  Otro centro medico que pertenecía al ejercito se encontraba en la Fortaleza Ozama. En aquel recinto se ofrecieron 2500 consultas, ya que se iniciaba el referimiento al Hospital Marion. Las cifras de 9500 curas parecen elevadas pero es lo que dice el reporte. Además los casos mas frecuentes tratados en ese centro eran la gripe y las enfermedades venéreas. A diferencia de otros centros aquí la sífilis tenia una alta prevalencia. En el centro de enseñanza generalísimo Trujillo también existía un consultorio medico cuyas principales atenciones se brindaron por trauma, infecciones y enfermedades venéreas. 

La Marina contaba con su dispensario médico en donde se ofrecieron unas 150 consultas y se trataron otros tantos casos. La Aviación tenía un hospital militar en donde se ofrecieron unas 300 consultas y la principal labor era la profilaxis venérea o la atención a pacientes con gripe. También contaban con hospitales y dispensarios la primera compañía, el batallón de caballería, el Seybo y la Romana. Esta es una interesante descripción de las actividades médicas de nuestro Ejército en 1939.