Los penúltimos años (terceros años) de gobiernos en la República Dominicana, se han convertido en un indicador de como va a finalizar una gestión de gobierno, cuando apenas le queda 1 año al frente del Estado.
Ya en el tercer año de cualquier periodo de gobierno se puede visualizar cuales serán los resultados finales en términos económicos y sociales, que son las áreas en donde las políticas públicas tienen mayor impacto.
En el discurso del 27 de febrero pasado el actual presidente Luis Abinader en su intervención, que dejaba claro de manera indirecta los aprestos para reelegirse por cuatro años más en el tren gubernamental, hizo una comparación entre los últimos terceros años de gestión del año 2011 de Leonel Fernández, 2019 de Danilo Medina y 2023 de su actual gobierno; se concentró principalmente en las comparaciones de los principales aspectos de la gestión macroeconómica.
El presidente en su discurso manifestó que en el año 2022 el crecimiento Producto Interno Bruto fue de 4.9%, en el año 2019 de 5% y 4.5% en el año 2011, pero lo que no dijo el presidente es que en los anteriores periodos a su mandato (2011 y 2019), los sectores más dinámicos de la economía, desde el punto de vista del empleo y el ingreso, eran sectores como la manufactura, construcción y la agricultura.
Si comparamos el crecimiento de algunos sectores claves podemos observar que por ejemplo el sector de zonas francas creció en el 2011 14.1% y en el año 2022 ese crecimiento fue de 5.4%, en el sector manufactura local el crecimiento fue de 5.1%, en tanto que en el año 2022 el mismo fue de 2.2% (menos de la mitad), en el agropecuario 5.5% en el año 2011 y en el año 2022 5.0%, en construcción 1.4% fue el crecimiento en el año 2011 en tanto que en el año 2022 solo fue de 0.6%; pero aún más, el sector minería creció en el año 2011 79.7% y en el 2022 el crecimiento fue negativo en -7.2%. Esta comparación es en base a las mismas informaciones del Banco Central que citó el presidente Abinader.
Con respecto a los niveles de inflación el presidente Abinader exhibe en su comparación que en el año 2011 la inflación fue de 7.7%, en el año 2019 3.6% y en el año 2022 7.7%, información que no puede exhibir como un logro, pues si la inflación venia descendiendo al pasar de 7.7% en el 2011 a 3.6% en el año 2019, si se habla de estabilidad, lo lógico es que según sus propias expresiones la inflación debería estar a los niveles del año 2019.
Pero otro elemento que se agrega con relación a la inflación, es que en el año 2011 el nivel general de precios estaba estable, cosa que no ha sucedido entre el 2021 y el 2022, expresado en la carestía de los artículos de primera necesidad, de la construcción, de los servicios, del transporte entre otros. Pero otro dato interesante es que la inflación subyacente entre el año 2010 y 2011 fue de 5.19% en tanto que la inflación subyacente entre el año 2021 y 2022 fue de 11.2% mas del doble del anterior periodo analizado (2011).
Es evidente entonces que la situación real de la economía a partir de los datos anteriores, desdice lo que ha venido promoviendo el gobierno, a través de los distintos medios, con un presupuesto en propaganda exorbitante para tratar de convencer a la población de esta prosperidad que ha alcanzado el país en menos de tres años de gobierno.
Pero la población puede creer en esta supuesta prosperidad, pues cada vez que va al ventorrillo, colmado, supermercado, farmacia, ferretería, tiendas, observa que los precios de los bienes han subido vertiginosamente y con ellos se va reduciendo el poder adquisitivo de su ingreso.