Las formas y formaciones verbales lexicalizadas e impuestas por el discurso de Estado se apoyan en disciplinas acogidas por la institución política gubernamental activa y propositiva. El valor de utilidad de las palabras que sirven de base a la movilidad funcional basada en el derecho constitucional y político a su vez, construyen perspectivas llamadas objetivas en un plan o programa de gobierno que, a pesar de toda estrategia impuesta como forma-sentido de gobernabilidad recibe respuestas públicas, individuales y enunciativas. Lo que propicia una suma de claves de uso direccional justificado por un cuerpo clientelar y populista que dinamiza el concepto de poder.
Observe el lector la particularidad verbal del discurso de nuestros políticos para fundamentar su práctica gubernamental. El discurso de Estado se constituye en la formación conceptual de los textos oficiales, legalizados a través de la razón de Estado-razón de poder. El modelo a seguir como tipo taxonómico abreviado es el que sigue: DI: Discurso ideológico; DP: Discurso Político; DT: Discurso político y DAD: Discurso Administrativo. Estos designadores conceptuales son, a su vez determinantes de significados conceptuales que se reconocen en documentos de Estado, documentos políticos, económicos administrativos y otros. La terminología política, así como el vocabulario político económico, jurídico y constitucional configura la totalidad discursiva del Estado, mediante las argumentaciones discursivas y funciones institucionales elegidas. Ejemplo:
Sociedad dominicana, DP; Acelerado Proceso de crecimiento, DE; Albores de la sociedad urbana, DP; Economía de servicios, DE; Regímenes autoritarios, DI/DP; Convivencia democrática, DI/DP; Razón de Estado, DP/DI; Razón de poder, DP/DI: Cambios y Transformaciones, DT; Problemas fundamentales, DT; Eficiencia y productividad, DE; Sector público/sector privado, DP/DE; Inversión/sectorialización, DE; Grado de desarrollo de la sociedad dominicana, DE/DP; Actividad productiva y circulante económico, DE; Criterios de racionalidad y rentabilidad, DE/DAP; Estrategia adoptada en el país, DP; Concepción prevaleciente del crecimiento económico, DE.
El ritmo de uso y escritura puede ser estable, variable, combinado, sistémico y contextual, tal y como puede observarse en el bloque siguiente:
Fuerza históricamente excluyente, DP/DI; Estrategia y rol protagónico del Estado, DP; Razones históricas no debidamente dilucidadas, DP; Escasez de recursos humanos calificados, DE/DAD; Inadecuación Tecnológica, DE; Crecimiento de la productividad, DE; Necesidades del desarrollo, DE; Aparato productivo/efectos negativos/efectos negativos. DE/DP; Política de precios, De; Elementos relevantes del sistema eléctrico, DE; Situación financiera caótica, DE/DAP.
Estos conceptos, categorías, y en algunos casos hiperconceptos, hiperdominios e hipercategorías, permanecen como ejemplos de uso, estrategias discursivas justificadas en el orden de un comportamiento populista y clientelar que moviliza las figuras retóricas y el sujeto de la manipulación, así como el trabajo de inclusión-exclusión de sujetos posicionados en una estructura gubernamental organizada como tabla de agentes al servicio de la superestructura estatal. La gubernamentalidad materializa y formaliza la construcción de subjetividades políticas e institucionales, tal y como se hace legible en este caso:
Agentes económicos locales, De/DP; Uso intensivo del capital/materia prima, DE; Disponibilidad de recursos financieros fáciles, DE; Vocación importadora del sector inversionista, DE; Abaratamiento aparente de las compras internacionales, DE; Dinamismo de las exportaciones dominicanas/déficit en la balanza comercial/déficit de la balanza de pagos, DE; Naturaleza de la intervención estatal/déficit del sector público, DE; Presiones inflaccionarias estructurales, DE; Productividad de la mano de obra/baja calidad de la educación pública, DE; Sobreevaluación del peso dominicano, DE; Concesión de exenciones fiscales/sobrerregulación del sector financiero, DE; Crecientes presiones inflacionarias reguladas, DE; Crédito incompatible con la maximización de su función de rentabilidad, DE.
Las convenciones abreviadas para establecer las expresiones pertenecientes a un tipo discursivo específico, han sido marcadas de manera no solo estratégica, sino mediante una tipificación de contenido y expresión mostrativa y pragmática en uso, intención, justificación, agencia y contextualidad, tal y como se puede advertir en los ejemplos anteriores.
Dichas convenciones se observan el campo dinámico de cada región discursiva especializada, y por tanto, los usos en la comunicación escrita y oral de las diferentes dependencias del conocimiento y de la productividad política discursiva del Estado-gobierno, se registran envueltas en otras urdimbres discursivas. Lo que implica una práctica conceptual integradora de la episteme política, institucional, administrativa, teórica, ideológica y otras designadas como complementarias.
Una sociología de conceptos y términos definicionales de una semántica histórica (ver, Reinhart Kossellet (1923-2006), resulta importante para el conocimiento ampliado de vocabularios que inciden en las prácticas que hemos ventilado y mostrado en el marco de este ensayo. Mediante la historia semántica y conceptual que da cuenta del campo político-social propiciadora de conceptos que organizan y crean las extensiones significativas, a partir de una crítica de discursos estatales, institucionales, ideológicos, económicos y otros.