El Crimen Organizado es una amenaza para los países, no solo en el impacto causado por las actividades ilegales, sino también por la existente competencia que este tipo de crimen representa, arrebatando al Estado cuotas de poder que pueden llegar a modificar la conducta de un individuo en un lugar determinado, cuestiona la potestad de los gobiernos para la implementación y ordenamiento de conductas obligatorias que van más allá de la adhesión individual, representa una alternativa en el orden económico, social, político y cultural, relegando a veces al Estado a estar en un segundo plano o en un equilibrio de igualdad de influencias.
La estructura de éste posee la capacidad de operar contraponiendo a los gobiernos, por esto, ante los elevados niveles de ambigüedad relacionados con la información, los datos y los conocimientos la lucha contra crimen organizado se hace compleja.
La cantidad de dinero que se blanquea proveniente del delito y de la corrupción, que, a su vez, es lavado mayormente en sociedades fantasmas se estima que se sitúa entre un 2% y un 7% del PIB anualmente en Latinoamérica y el Caribe, esto es equivalente a un aproximado de más de US$361,000,000 anuales, movilizando así más dinero que algunas economías soberanas.
Para entender un poco, debemos saber de dónde proviene el término lavado de dinero. Anteriormente cité en un artículo que este tiene su origen desde principios del siglo XX con el mafioso ‘’Al Capone’’ quien usaba lavanderías para ocultar y tratar de reinsertar a la economía el dinero proveniente del crimen organizado que dirigía, en cuanto a su definición, existen varias, pero todas coinciden en que el lavado de dinero consiste en dar apariencia legal a los recursos obtenidos de manera ilegal por medio de diferentes maniobras, acciones y procesos.
En el año 2017 se realizó una modificación a la Ley 72-02 sobre Lavado de Activos Provenientes del Tráfico Ilícito de Drogas y Sustancias Controladas, como resultado, se promulgó la actual Ley 155-17 que lo define como “El proceso mediante el cual personas físicas o jurídicas y organizaciones criminales, persiguen dar apariencia legítima a bienes o activos ilícitos provenientes de los delitos precedentes señalados en la presente Ley.”
Dicha Ley trajo una revolución positiva en la lucha contra el LA/FT ya que fue reestructurada en base a los requerimientos del Grupo de Acción Financiero Internacional y se convirtió en una herramienta que, de ser bien utilizada, dinamiza, atrae las inversiones extranjeras y combate el crimen de manera amplia. En esta se agregaron como Sujetos Obligados a personas de carácter no financiero, logrando así tener un mejor control de los fondos que se mueven dentro del Sistema Financiero Nacional.
Normalmente se entiende que cuando escuchan el término de Lavado de Activos es solo referente al narcotráfico, pero no es así, nuestra nueva Ley tipifica diferentes delitos precedentes en lo que se incorporan los derivados de cualquier actividad criminal, entre ellos, los siguientes:
Etapas del Lavado de Activos.
Dentro de los delitos precedentes, después que se obtiene el dinero fruto de estas acciones ilícitas, proceden con la etapa llamada Colocación, la que se convierte en la fase inicial de estas en la cual el dinero es usado en empresas fachadas para tratar de colocarlo en la economía, luego tratan de Ocultarlo/Estratificación dificultando su rastro ya dentro del Sistema Financiero Nacional, aquí es donde surgen las diferentes tipologías, por último, se da apariencia legal del dinero y se Integra a la economía a través de distintas operaciones como lo son la venta y la reventa de inmuebles, de vehículos, proyectos comerciales, títulos de valores, etc. Logrando con esto competencias desleales entre las empresas y grandes daños a la economía.
En cuanto al Marco Jurídico Internacional, para llegar a como lo conocemos hoy, existieron varias convenciones que fueron las precursoras de esta lucha.
La primera fue la Convención de Viena, Austria, contra el Tráfico Ilícito de Drogas en el año 1988. En la década de los 80s el narcotráfico se disparó exponencialmente al punto de afectar fuertemente a Europa y los Estados Unidos de Norteamérica, lo que conllevo a que se les agregara una responsabilidad a las entidades bancarias, se levantara el secreto bancario, una fuerte represión contra el narcotráfico y una persecución penal.
Al crimen ir evolucionando las autoridades se dieron cuenta que el terrorismo también es financiado en muchas ocasiones con fondos provenientes del lavado de activos, así que 11 años después, en los Estados Unidos de Norteamérica, se firma el Convenio Contra el Financiamiento del Terrorismo en el año 1999.
Posteriormente, en la Convención de Palermo, Italia, celebrada en el año 2000, se agrega el crimen organizado, ampliando de esta manera el alcance en prevención de lavado.
Por último, se celebró la Convención de Mérida, México en el año 2003, en la que se ataca la corrupción incluyendo a los funcionarios, los gobiernos, entre otros, hasta llegar en el año 2012 a la nueva versión de las 40 Recomendaciones del creado en el año 1989 Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) las cuales vienen siendo una especie de guía para los países en la lucha contra este flagelo.
En palabras propias podemos decir que el GAFI es la Policía Global en materia de prevención de Lavado de activos, financiamiento del terrorismo y proliferación de armas de destrucción masiva, el cual se encarga de que todos los países miembros cumplan con los estándares que ellos presentan, con esto, buscan lograr una armonía, evitar el Financiamiento del terrorismo y el Lavado de Activos.
Nuestro país, pertenece al Grupo de Acción Financiera Internacional de Latinoamérica (GAFILAT), regional del GAFI.
Debido a la globalización, los países enfrentan un grave problema que influye fuertemente en el crecimiento de estos, el crimen organizado y el lavado de activos afectan de manera directa e indirecta al Sistema financiero, incidiendo de manera negativa en la economía. Estos crímenes son realizados simultáneamente en los países a veces de manera coordinada, se van adaptando a los nuevos tiempos y le sacan provecho a la tecnología para hacerlos.
Ninguna nación, economía, comunidad, industria o sector es inmune a estos delitos y a sus nefastas consecuencias, a su vez, estas actividades económicas son usadas para mover los fondos que financian los actos terroristas los cuales sabemos que tienen repercusiones mundiales.
En la República Dominicana es recurrente encontrarse con casos de esquema Ponzi o piramidales. Nada lícito puede tener un retorno de un cien 100% en tan poco tiempo. Lo penoso de esto es la cantidad de personas que de manera voluntaria van en busca de esperanzas para tratar de resolver sus problemas económicos.
Todos somos muy ignorantes, lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas.” A.E.