José Gómez Cerda saluda al presidente Eduardo Frei, 1965.

Eduardo Frei Montalva fue un abogado, periodista y político demócrata cristiano chileno. Nació en Santiago de Chile el 16 de enero de 1911 y murió en la misma ciudad el 22 de enero de 1982.

Fue presidente de Chile durante el período comprendido entre 1964 y 1970, y presidente del Senado entre mayo y septiembre de 1973.

En el año 1965, en ocasión de la invasión norteamericana a la República dominicana, estuve en Chile como representante del gobierno del presidente dominicano Francisco A. Caamaño y tuve la ocasión de visitar en el Palacio presidencial La Moneda al presidente de Chile Eduardo Frei Montalva.

El presidente Eduardo Frei me recibió en su despacho, acompañado del ministro de Relaciones Exteriores, Gabriel Valdés.

Lo primero que me dijo el presidente Frei fue: “Un funcionario me ha dicho que usted no tiene la acreditación oficial, su nombramiento como representante del gobierno dominicano, a lo que yo le respondí: 'Es un amigo de nuestro gobierno y un socialcristiano que no requiere documentación oficial’”.  Agradecí su gesto presidencial.

Le informé al presidente Frei los principales acontecimientos que motivaron el inicio de la revuelta dominicana, por el retorno al orden constitucional y el regreso del profesor Juan Bosch como presidente de la República.

Además, le dije que la Confederación Autónoma de Sindicatos Cristianos (CASC), la cual representaba, apoyaba totalmente el movimiento constitucionalista y habíamos formado el Comando Armado Sindical Cristianos, (CASC),

Me respondió que estaba informado de eso por medio del Ministerio de Relaciones Exteriores, en especial del Sr. Alejandro Magnet, que presidió la delegación de la OEA que estuvo en Santo Domingo.

El presidente Eduardo Frei me explicó que, aunque el gobierno chileno, el partido demócrata cristiano y la mayoría del pueblo chileno estaba de acuerdo con el movimiento constitucionalista que presidía el coronel Caamaño, él no podía reconocer públicamente ese gobierno antes que la decisión de la OEA.

Finalmente le relaté el encuentro multitudinario que tuvimos el día anterior, en el Teatro Caupolican, en Santiago de Chile, con la participación de alrededor de dos mil personas, actividad que fue cubierta por diferentes medios de comunicación, prensa, radio y televisión.

Fue una conversación muy amena; me prestó mucha atención.

Así fue mi primera conversación con el presidente de Chile Eduardo Frei Montalva, quien por mi medio les envió saludos al presidente Francisco A. Caamaño, al presidente Juan Bosch y a su amigo el sindicalista argentino Emilio Máspero, radicado en Venezuela.

Antes de salir del palacio presidencial de La Moneda, un viceministro me llamó aparte y me dijo: "Usted es muy joven y presiento que no conoce mucha política diplomática. Usted no puede decirle a la prensa lo que ha conversado con el presidente Frei, en lo referente al reconocimiento del gobierno constitucionalista dominicano. Solo el presidente Frei es el autorizado para hablar sobre ese tema".

La segunda vez que estuve en Chile fue en 1967; hice un curso de tres meses, de economía global, en el “Centro para el Desarrollo Económico y Social de América Latina (DESAL) y el Instituto Latinoamericano de Doctrina y Estudios Sociales (ILADES).

El director era Roger Vekemans S.J. en Chile, sociólogo belga, creador del Centro de Investigación y Acción Social (CIAS), quien fue parte de la generación de expertos internacionales que alcanzaron legitimación durante el Concilio Vaticano II.

Junto con el padre Roger Vekemans fuimos a visitar al presidente de Chile, Eduardo Frei, esta vez en su residencia privada.

El presidente Frei nos recibió con mucha atención. Nos presentó a su esposa, María Ruiz-Tagle, nos presentó a su hijo, del mismo nombre, que en esos días preparaba un viaje a Italia.

Eduardo Frei me felicitó por la gestión que hice en varios países de América Latina cuando en 1965 los Estados Unidos invadieron a la República Dominicana y yo estuve en Chile y conversé personalmente con él en el palacio de La Moneda, en representación del gobierno que presidió el coronel Francisco A. Caamaño.

El presidente Eduardo Frei me regaló un libro de Jacques Maritain, pues antes le había informado que era un seguidor de este filósofo francés y que había leído de sus relaciones personales, además las de Maritain con Gabriela Mistral.

Cenamos en la casa del presidente Eduardo Frei, conversamos de diferentes temas, me recordó cuando me recibió en el palacio presidencial de La Moneda y el respaldo del pueblo chileno al movimiento constitucional de la República Dominicana.

El presidente Eduardo Frei me dijo que días después de mi encuentro con él, en el palacio de La Moneda, el 30 de junio de 1965 hizo una gira por Europa, y en Francia fue recibido por el presidente Charles de Gaulle quien le da la sorpresa de haber invitado a Jacques Maritain y se reunieron el París durante dos horas.

Jacques Maritain le regaló un ejemplar de su último libro “El campesino del Garona. Un viejo laico se interroga sobre el tiempo presente”, en cuyo texto se lee: “no conozco más que una “revolución cristiana” auténtica, que es la que el presidente Eduardo Frei intenta en este momento en Chile”.

Tuve el privilegio de conversar por segunda vez con el presidente de Chile Eduardo Frei Montalva.

La última vez que lo saludé fue durante la juramentación de Rafael Caldera como presidente de Venezuela, el martes 11 de marzo de 1969, pero no tuvimos ocasión de conversar personalmente, solo fue un saludo protocolar.