Emiliano Tardif fue un sacerdote católico, canadiense, nacido el 6 de junio de 1928 en San Zacarías, Québec, Canadá. Se ordenó el 24 de junio de 1955, inmediatamente fue enviado como misionero a la República Dominicana, en 1956, fue uno de los fundadores del Seminario Misionero, en San José de las Matas, en Santiago de los Caballeros. Lo conocí siendo o el director de la Revista “Amigo del Hogar”.
El año 1963 la revista “El Amigo del Hogar” se trasladó de San José de las Matas a Santiago en busca de facilidades, la confección y el terminado de la revista. El padre Emiliano fue su primer director.
La revista Amigo del Hogar me sirvió para escribir varios artículos sobre temas relacionados con la doctrina social cristiana, y él fue un orientador, también conocí ahí a Juan Bolívar Diaz, que en ese tiempo se estaba relacionado con el periodismo, yo escribía como católico y sindicalista.
En esa época yo era secretario general de la Federación Provincial de Sindicatos Cristianos de Santiago (FEPROSIC), y secretario nacional de Organización de la Confederación Autónoma de Sindicatos Cristianos (CASC).
El padre Emiliano Tardif puso la revista El Amigo del Hogar, al servicio de la doctrina social cristiana. Ambos éramos simpatizantes del Partido Revolucionario Social Cristiano (PRSC), el del machete verde.
Las conversaciones con el padre Emiliano Tardif eran frecuentes, en la Iglesia La Altagracia, donde estaba la sede de la revista “Amigo del Hogar”, conversábamos frecuentemente sobre temas sociales y religiosos.
Por intermedio del padre Emiliano Tardif conocí a otro sacerdote canadiense, también misionero del Sagrado Corazón de Jesús, me refiero al padre Lucas Lafleur, con quien me relaciono mucho, desde que era formador en el seminario Menor de San José de las Matas, en 1963,, después en el barrio Jardines Metropolitanos, en Santiago, en 1972, en Nagua, donde fue cooperador de la ligas agrarias cristianas, organizadas en la FEDELAC, y finalmente en Santiago y en Santo Domingo, en el sector Los Prados.
En julio de 1973 el padre Emilio Tardif cayó enfermo de tuberculosis. Se trasladó a Canadá y tuvo allí un año de convalecencia. Es durante el tiempo de su enfermedad cuando recibe lo que para él fue un don extraordinario: la curación física y un llamado del Señor al ministerio de la predicación del Evangelio, proclamando a un Cristo vivo y lleno de compasión y de misericordia, de manera especial para con los enfermos y los pecadores.
Al referirse a la enfermedad que tuvo, el padre Emiliano Tardif dijo; “Yo trabajaba mucho en la República Dominicana, era superior de mi congregación, era provincial y me estaba matando trabajando para edificar seminarios de noviciado, escuela de evangelización, un centro de promoción humana y no me daba cuenta que me estaba agotando con mucho trabajo y caí enfermo, no fue el Señor quién me mandó la enfermedad, fui yo, que con mis excesos de trabajo me enfermé, porque hay que ser más prudentes. y yo no lo fui”.
“Enfermé el 14 de Junio del año 1973, caí enfermo de tuberculosis pulmonar aguda, entré en el centro médico muriéndome, casi no podía respirar, pasé una noche bien difícil en el centro médico, porque me estaba asfixiando, la respiración se me hacía casi imposible, muchas veces en mi vida había meditado sobre la muerte, muchas veces había predicado sobre ella pero nunca había hecho el ensayo de la muerte, y aquella noche lo hice y se lo digo a ustedes “no me gustó , yo tenía la impresión que no iba a pasar la noche”.
A su regreso a la República Dominicana el padre Emiliano Tardif se estableció en Nagua, provincia María Trinidad Sánchez, era párroco. En esa ciudad conversé con él, y le presenté a Eliseo Candelario (Panyé), un líder sindical campesino, residente en San Francisco de Macorís. Ellos trabajaron juntos en las organizaciones de las ligas agrarias cristianas, en esa región.
Fue en la región del nordeste, Nagua, Sánchez y Pimentel, donde comenzó a realizar retiros espirituales y proclamar el amor y el poder sanador de Jesús, dándose a conocer como un predicador, a nivel nacional e internacional.
El padre Emiliano Tardif, estaba seis meses trabajando como párroco, en la República Dominicana, y el resto del año viajaba por todo el mundo, llegando a visitar más de 70 países. En todos los lugares visitados, los encuentros de oración que él presidía seguían un esquema establecido conforme a la doctrina de la iglesia: formación catequética, celebración de Misa, procesión eucarística y actos de sanación.
Jesús ha venido a curar los corazones destrozados y nos ofrece un corazón nuevo. Es maravilloso descubrir cómo el Evangelio está lleno de este tipo de sanaciones.
Jesús sanó todas estas enfermedades. Perdonó los pecados al paralítico y a la pecadora. Curó ciegos, leprosos, sordomudos, y a los que sufrían por toda suerte de enfermedades; arrojó el demonio de muchos y dio paz y su consuelo a muchos.
En el mes de octubre de 1996, lo encontré en Roma, Italia. Yo era
secretario general de la Federación Mundial de Trabajadores de la Agricultura, Alimentación y Hoteles (FEMTAA), con sede en Bruselas, Bélgica, iba con mucha frecuencia a Roma.
Con el amigo italiano Pio Fraghini, fuimos a un acto donde el actor principal era el Padre Emiliano Tardif, a quien algunos italianos llamaban “santo”, por las curaciones que hacía. Nos saludamos, y conversamos mucho sobre la República Dominicana.
Me extrañó mucho, que en Roma, que es el centro de la religiosidad católica, al padre Emiliano Tardif lo llamaran “santo”…
En el acto el habló en francés, y todo relacionado con las sanaciones, después conversó con un periodista italiano, quien le preguntó sobre Vassula Rydén, una auto proclamada vidente que asegura recibir mensajes escritos de Jesucristo.
Otra pregunta que le hicieron al padre Emiliano Tardif fue; ¿Usted hace milagros? Él contestó: “No, nada de eso. La cosa es muy sencilla: yo oro y Jesús sana”.
"Yo siempre anuncio primero a Jesús y reafirmo la fe. Luego, oro por la sanación del pecado mediante la conversión, y, sólo después, hago oración por las enfermedades físicas".
El padre Emiliano Tardif fue un importante predicador de la Renovación Carismática Católica.
Los libros escritos por Emiliano Tadif, son; Jesús está vivo, Jesús es el Mesías, La vuelta al mundo sin maleta y El poder de Dios.
El padre Emiliano Tardif, MSC, falleció el día 8 de junio de 1999, de un infarto cardiaco, en San Antonio de Arredondo, en Córdoba, Argentina, cuando había empezado a predicar en un retiro espiritual a 250 sacerdotes. los restos del padre Emiliano Tardif reposan en la iglesia Cristo Redentor de Santo Domingo, República Dominicana.
Monseñor Juan Antonio Flores, entonces arzobispo de Santiago, declaró; “Consideramos al padre Emiliano como uno de los grandes hombres de la Iglesia de estas últimas décadas”, Monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, actual arzobispo Emérito de Santiago, lo declaró; “Excelente sacerdote, evangelizador, misionero y taumaturgo”, El Cardenal Nicolas López Rodríguez resaltó las cualidades humana del padre Emiliano Tardif.
Las conversaciones con el padre Emiliano Tardif, cuando era un simple sacerdote y cuando fue un gran sanador, en la renovación carismática, me ayudan a mantener la fe católica, y conocer a un gran predicador de Jesús.