El tema que trataremos es mucho más trascendental de lo que a simple vista parece y en un momento dado, hasta nuestras vidas pueden depender de él. Muchas escuelas religiosas, místicas, esotéricas, filosóficas o iniciáticas, estudiaron y trabajaron con la respiración, pero lo hicieron en tiempos en que el conocimiento estaba subvalorado, por lo que se llegó a evitar el tema.
Respiras siempre y parecería una tontería prestarle atención a algo que has estado haciendo sin necesidad de pensar. Has estado respirando desde el inicio de tu vida y tal vez nadie te ha hablado de qué es respirar. Sin embargo, podría ser la clave de más aspectos de tu vida de los que te imaginas.
Al respirar, se contraen nuestros músculos respiratorios, de los cuales el diafragma es el más importante, creando una presión negativa por el vacío en el tórax, el aire se introduce por la nariz o por la boca y llena nuestros pulmones. El oxígeno es el elemento más importante del aire, ya que nos permite mantener nuestras funciones metabólicas, así podemos quemar energías y mantenernos funcionando o viviendo. Posteriormente, espiramos el aire utilizado y le agregamos algunos elementos de desecho, en especial el dióxido de carbono.
La respiración es una función inconsciente, pero tenemos la habilidad de tomar el control consciente de ella con facilidad. Como vemos es una importante interfase de comunicación o interacción entre el consciente y el inconsciente. Esto es fundamental recordarlo, porque solemos tener deficiencias importantes en la comunicación con nuestro inconsciente y a menudo es la causa de muchas de nuestras enfermedades.
Es preferible respirar la mayor parte del tiempo por nuestra nariz, ya que, al entrar el aire, se filtra, calienta y se eliminan gérmenes, por lo que ese aire inspirado es de mejor calidad.
Si observas a una persona furiosa, aterrorizada o muy excitada, notarás que su respiración es muy rápida y superficial. Consumiendo de forma acelerada oxígeno y exhalando CO2, lo que prepara su cuerpo para escapar o pelear. A veces esto pasa cuando tu jefe te está presionando sin que puedas salir corriendo ni puedas golpearlo, por lo que estarías acumulando presión internamente, pudiendo ser a todas horas, durante muchos días.
Las emociones llevan a tu cuerpo a estresarse y modifican tu respiración. Pero tú también puedes modificar tu respiración, haciéndole ver a tu inconsciente que no estás en peligro real, que es una falsa alarma y que no necesitas correr ni pelear, sino mantener la paz. No te enseñaron que podías controlar funciones internas de tu cuerpo y muchos de los trastornos que te sacuden, se deben a esa ignorancia.
Eres energía que se manifiesta siguiendo las instrucciones de tu ADN, para desarrollar un personaje que encaje en el medio en que vives. Para poder mantener tu cuerpo en movimiento necesitas tomar de la energía que te rodea. Aunque los alimentos te proporcionan tanto energía como materiales de reemplazo para tu cuerpo, la respiración es tu principal conexión con la energía del Cosmos. Cuando lo entiendes, el proceso funciona mejor.
Llena tus pulmones de aire al conteo de cuatro, retenlo en el conteo de cuatro más y exhala al conteo de 8, ten presente que estás conectándote y recibiendo energía de tu entorno, si haces ese sencillo ejercicio durante al menos un minuto, te sorprenderán los resultados.
Tal vez todavía no has captado el valor de lo que estamos hablando, por lo que pondremos un ejemplo con relación al miedo escénico. Quizás cuando vas a hablar en público te asaltan muchos pensamientos negativos, temor a hacer el ridículo y dudas de poder hacerlo bien, eso desencadena una emoción: el miedo. El cuerpo se prepara para el supuesto peligro, tu corazón se acelera y tu respiración se hace jadeante (como si estuvieras corriendo), al hablar suena extraño, como entrecortado. Tú lo notas y aumenta más tu nerviosismo. Si en ese momento haces el ejercicio respiratorio que mencionamos antes, se acaba “el peligro” y tu voz suena natural. Además, si estamos nerviosos, usualmente el hecho de reconocerlo con humildad, te relaja y favorece la comprensión del auditorio.
Quien sufre de ataques de pánico, ansiedad, depresión, se siente perdido, si logra controlar su respiración, comienza a lograr el control de la situación.
Los estados depresivos, también alteran la respiración, pudiendo deprimirla, haciéndola lenta y superficial, por eso se tiende a suspirar con frecuencia, como una forma de compensar buscando el oxígeno faltante.
Respirar aire contaminado evidentemente no es saludable, como tampoco lo es el fumar cualquier cosa, ya que ingresan muchas substancias tóxicas a tus pulmones. Tu organismo intentará evitarte el daño de esas substancias, pero como sabes, no siempre lo logrará y a veces las consecuencias serán fatales.
El tomar consciencia de que cuando respiras entra la energía del cosmos a tu cuerpo, limpiando, curando y revitalizando todo, puede ser muy positivo para ti y no tiene efectos secundarios ni complicaciones. Cuando mentalizas de forma positiva tus funciones vitales, optimizas los resultados.