Durante un tiempo aproximado de cinco (5) años, la sociedad dominicana tuvo la oportunidad de ver de cerca el comportamiento individual y colectivo de la clase política que entendía debía dirigir la nación luego de descabezada la sangrienta tiranía trujillista.
En ese corto pero tormentoso trayecto, las luchas intestinas se sucedían una tras otra, dando paso a una nueva estructura política que asumía los poderes fundamentales del Estado dominicano. Muchas veces, hasta actuaron en paralelo.
En esas confrontaciones estratégicas de mitad de la década sesenta (60), participaban militares de alto rango, religiosos católicos, protestantes, profesionales representando grupos empresariales, líderes de partidos políticos con diversas características ideológicas, líderes obreros, y gente del pueblo en su mayor variedad.
Esos enfrentamientos políticos desembocaron en una cruenta guerra civil que inició el 24 de abril y terminó el 03 de septiembre de 1965. Ese conflicto armado provocó la presencia e imposición hegemónica de los Estados Unidos de Norteamérica, poderosa nación del continente y el mundo, que también arrastró la presencia parcializada de la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Organización de Naciones Unidas a las conversaciones de paz.
En ese trayecto de cinco (5) años se sucedieron de manera interina en la dirección del Estado dominicano, los siguientes personajes:
- Dr. Joaquín Balaguer Ricardo, como el primer presidente del Consejo de Estado, desde el 03 de agosto de 1960 hasta el 16 de enero de 1962.
- Rafael Bonnelly, como el segundo presidente del Consejo de Estado, desde el 19 de enero de 1962 hasta el 27 de febrero de 1963.
- Juan Bosch, presidente constitucional, electo por el voto popular del pueblo dominicano, desde el 27 de febrero de 1963 hasta el 25 de septiembre de 1963.
- Víctor Elbys Viñas Román, presidente de la Junta Provisional que derrocó del poder al profesor Juan Bosch, desde el 25 de septiembre de 1963 hasta el 26 de septiembre de 1963.
- Emilio de los Santos, presidente del Primer Triunvirato, posesionado por la Junta Provisional, dirigentes de partidos, sectores empresariales, y miembros de la iglesia católica. Permaneció en el cargo desde el 26 de septiembre de 1963, hasta el 23 de diciembre de 1963.
- Donald Reid Cabral, presidente del Segundo Triunvirato, posesionado por grupos políticos, empresariales y militares que representaban los poderes fácticos del país. Permaneció en el cargo desde el 28 de diciembre de 1963 hasta el 25 de abril de 1965.
Luego de esa relación de gobiernos interinos, estalla la revolución constitucionalista el 24 de abril de 1965, enfrentamiento armado que propugnaba por la reposición del derrocado presidente Juan Bosch sin necesidad de convocar a nuevas elecciones. Este movimiento estaba conformado por una poderosa alianza de militares y civiles, cuyo jefe y estratega principal lo era el coronel Rafael Fernández Domínguez.
Inmediatamente empiezan las acciones tras ese objetivo democrático, sectores militares acantonados en la base aérea de San isidro y en la base naval 27 de febrero, se oponen a esas pretensiones e inician bombardeos al palacio nacional y envían tropas de blindados e infantería a penetrar y ocupar el centro principal de la ciudad capital.
El pueblo armado de palos, piedras, machetes y bombas molotov, se apertrecha en la cabeza occidental del puente Juan Pablo Duarte, junto a un grupo de militares leales a la Constitución, y repelen de manera exitosa el ataque de las tropas de San Isidro.
Ante esa complicada realidad, los grupos militares y civiles que encabezaban las acciones de ambos bandos, deciden sentarse a negociar para evitar derramamiento innecesario de sangre entre hermanos. Lamentablemente, las partes no llegan a entenderse y deciden utilizar las armas como forma de torcer la voluntad del otro.
Luego de esas desavenencias, el sector constitucionalista toma la decisión de aplicar la sucesión presidencial contemplada en la Constitución aprobada por una Asamblea Constituyente e implementada durante el gobierno del profesor Juan Bosch. Según el orden establecido en la Carta Magna del 1963, la figura que en ese momento podía asumir el cargo de presidente constitucional en sustitución del presidente Bosch, era el Dr. Rafael Molina Ureña, por su condición de presidente de la cámara de diputados y ante la ausencia por enfermedad del presidente del Senado de la República. Molina Ureña asume el cargo desde el 25 de abril de 1965 hasta el 27 de abril de 1965.
La situación de inestabilidad política y militar reinante en el país, hicieron imposible que el gobierno del doctor Molina Ureña se estabilizara, obligándolo a abandonar el palacio nacional y tomar refugio en la embajada de Colombia.
Dentro del conflicto armado se sucedieron diversos gobiernos provisionales además de el del Dr. Molina Ureña, impulsados y apoyados por sectores que representaban grupos de poder económico, militar y político en el país. Entre esas estructuras gubernamentales transitorias, señalamos los siguientes:
- Pedro Bartolomé Benoit, auspiciado por altos militares de la base aérea de San Isidro, y motivado por el embajador norteamericano en el país. Su mandato presidencial fue desde el 1ro de mayo de 1965 hasta el 07 de mayo de 1965.
- Francisco Caamaño Deñó, auspiciado por el sector constitucionalista, a partir de la recomendación del profesor Juan Bosch, quien se encontraba exiliado en Puerto Rico. Su mandato presidencial fue desde el 04 de mayo de 1965 hasta el 03 de septiembre de 1965.
- Antonio Imbert Barreras, auspiciado por las tropas de San isidro y la recomendación de la embajada norteamericana acreditada en el país. Su mandato presidencial fue desde el 07 de mayo de 1965 hasta el 30 de agosto de 1965.
- Héctor García Godoy, auspiciado por las negociaciones de la Organización de Estados Americanos (OEA), la Organización Naciones Unidas (ONU), la embajada de los Estados Unidos de Norteamérica, y los grupos del enfrentamiento bélico, para poner fin al conflicto político-militar. Su mandato presidencial fue desde el 03 de septiembre de 1965 hasta el 1ro de julio de 1966.
Como podemos advertir en ese pequeño espacio de tiempo, apenas cinco (5) años, vivimos la extraordinaria y amarga experiencia de contar con once (11) presidentes interinos. El tiempo de sus respectivos mandatos presidenciales difieren en uno u otro caso, producto de las constantes e irreconciliables luchas intestinas. Además de esta relación de interinatos presidenciales, la nación ha contado también con otros tres (3) casos bajo esta misma característica gubernamental. Esos jefes de Estado interinos son: Manuel Ruiz Tejada (Mayo 1970 – 16 de agosto 1970); Manuel Bergés Chupani (1982 – 1986) y; Jacobo Majluta (4 de julio 1982 – 16 de agosto 1982).
La presencia de estos tres (3) personajes en tan elevadas funciones públicas están incluidas en otros contextos del presente libro, detallando las particularidades del período en que les correspondió dirigir interinamente el país.
Sin duda alguna esos gobiernos interinos, impuestos a la fuerza, o producto de negociaciones políticas, ocupan un lugar trascendente en la historia reciente del país. La sociedad dominicana de hoy debe acercarse al estudio íntimo de estos fenómenos gubernamentales para entender el comportamiento de ciertos seres humanos tras el poder político y económico de la nación.