El 28 de julio recién pasado la Humanidad alcanzó el Día del Sobregiro, al consumir todos los recursos que los sistemas y sub-sistemas productivos pueden producir en el planeta en lo que resta del año 2022 (Global Footprint Network, Julio 2022).

Como se sabe, los recursos naturales son finitos, pero el consumo irresponsable no tiene límites. Prueba de ello es que, la Humanidad consume todos los recursos que genera el Planeta Tierra entre Mayo y Julio de cada año. No obstante, hay países que consumieron los recursos que produjeron entre Marzo y Mayo del 2022, tales como Francia y Alemania (INF. WWF, JULIO del 2022).

Según estudios de la FAO, los países de América Latina han aumentado sus huellas ecológicas debido al incrementado de sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI). Como se sabe, varios países latinoamericanos aprovechan y comercializan sus recursos naturales y los exportan para la fabricación de papel, como ocurre con Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador y México respectivamente (FAO-2019 y WWF, 2022).

En tal sentido, la Comunidad Científica Internacional calcula las huellas ecológicas a partir de seis categorías. Estas categorías son: (1) cultivos; (2) pastos; (3) áreas forestales necesarias para productos; (4) áreas de pesca; (5) áreas construidas y bosques necesarios para absorber el carbono emitido por 'combustibles fósiles; y; (6) los patrones de consumo, especialmente en los países ricos (WWF, 2021).

Según los indicadores arriba referidos, si todos los humanos viviéramos como los franceses y alemanes, el Sobregiro de la Tierra habría ocurrido el 5 de mayo y no el 28 de Julio del 2022 (Global Footprint Network). Según los estudios de la FAO, al ritmo que va la explotación y el consumo global de los Recursos Naturales Finitos, habrá escasez de agua y alimentos en los próximos diez (10) años (FAO-2021).

En tal sentido se sabe que, el aumento del consumo no sólo responde al incremento de la demanda alimentaria a nivel global, sino a la falta de compromisos del Gran Capital Económico que incentiva la explotación irresponsable de los recursos naturales, sin importarle las consecuencias que tendrán que afrontar nuestros hijos y nietos (WWF,2019).

Un dato que preocupa a la Comunidad Científica Internacional es que, ya Chile, Argentina, Bolivia, Paraguay y Panamá están viviendo a crédito de sus recursos naturales, lo que profundiza el Sobregiro de los sistemas y sub-sistemas productivos a nivel global (Global Footprint Network, 2022).

Como se sabe, Argentina, Bolivia y Paraguay tienen las emisiones per cápita más altas de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en América Latina; mientras que, Chile tiene una huella ecológica alta debido a la pesca comercial que realiza. Además, los problemas ambientales de Chile están asociados al aumento sostenido del Producto Interno Bruto, lo que acelera el aumento del consumo interno y la extracción acelerada de recursos naturales (INF.CEPAL, 2021).

En tal sentido, Argentina y Paraguay viven una crisis económica profunda, lo que está provocando un incremento en la explotación de sus sistemas y sub-sistemas productivos para obtener divisas extranjeras. Mientras que, Bolivia a pesar de estar entre los diez (10) países latinoamericanos con mayores reservas de biocapacidad, está extrayendo aceleradamente sus recursos naturales (FAO, 2019).

Como es conocido a nivel regional, Argentina produce alimentos para 400 millones de personas, mientras que su población es de apena cuarenta y seis (46) millones de habitantes. Como se pude inducir, la producción de Argentina implica una demanda altísima de agua, nutrientes y energía, lo que incrementa sus huellas ecológicas (WWF, 2021).

No obstante, en la otra cara de la moneda se encuentran Colombia, Guatemala, Cuba y Ecuador, debido a los modelos de tenencia de la tierra, la apropiación de los recursos naturales, el reconocimiento de la cosmovisión de los pueblos indígenas y sus comunidades rurales, así como los patrones culturales de alimentación que prevalecen en dichos países (FAO, 2021)

Como se sabe, Cuba y Guatemala demandan y consumen menos bienes y, por tanto, demandan menos recursos naturales que aquellos países con huellas ecológicas más acentuadas como Argentina, Bolivia, México, Brasil y Chile (FAO, 2018).

En tal sentido, el modelo de economía y consumo globalizado impuesto a sangre y fuego por el gran capital está fomentando una explotación insostenible de los recursos naturales, sin enfrentar la raíz de los problemas socioeconómicos que generan pobreza extrema y exclusión social a nivel global (INFORMES, CEPAL, 2018-2021- FAO,2021).

“El Mundo es un lugar peligroso, no a causa de los que hacen el mal, sino por la actitud de aquellos que no hacen nada para evitarlo”. Albert Einstein.