Tal y como se conoce, las grandes cadenas empresariales y comerciales diseñan y ponen en marcha estrategias de marketing, con el propósito de inducir el consumo de los productos, los servicios y las mercancías que estas producen y/o comercializan.

En tal sentido, los especialistas en higiene y salud mental sabemos que la psiquis humana es el conjunto de funciones y procesos mentales que constituyen la actividad mental de un ser humano, siendo el centro de pensamiento, análisis, motivación y sentimiento que dirige todas las reacciones del cuerpo humano.

Según se conoce científicamente, “la obnubilación es el acto confusión mental que no les permite a las personas tomar decisiones conscientes, debido al proceso de confusión y/o manipulación al que están sometidas” (DSM-V, 2018).

Como se sabe, “la obnubilación es un estado de conciencia alterado, caracterizado por una disminución de la claridad en la percepción, la comprensión del entorno y la reducción de la capacidad de las personas para discernir sobre lo que está ocurriendo conscientemente” (Informes expertos en salud mental de la OMS, 2019).

Por su parte, en el año 2017 la Academia Sueca del Nobel otorgó el Galardón de Ciencias Económicas al estadunidense Dr. Richard Thaler, por sus contribuciones en el campo de la economía del comportamiento humano, quien logró unir el análisis económico y psicológico utilizando las ecuaciones económicas-conductuales, lo que le permitió establecer la “teoría de la economía del comportamiento humano”.

Como tal, la teoría en cuestión descubrió que, “la racionalidad de las personas es limitada a la hora de comprar, ya que en su mayoría no tienen autocontrol al momento de tomar decisiones financieras importantes” (Teoría de Thaler sobre decisiones económicas y uso del cerebro humano).

Además, la teoría de Thaler refiere que “la racionalidad” de la mayoría de las personas a la hora de comprar “es secuestrada por su inconsciente”, asumiendo el inconsciente el control de las decisiones financieras en sustitución del consciente.

En tal sentido, los especialistas en higiene y salud mental sabemos que, las decisiones personales sobre qué comprar, qué no comprar y cuándo comprar, deberían ser actos conscientes y racionales, pero resulta que, un por ciento significativo de los seres humanos somos irracionales a seguir ciegamente la publicidad y el marketing al que estamos expuestos durante los 365 días del año.

No obstante para Freud, el inconsciente "es una instancia de nuestra psique humana que engloba todos los procesos mentales, cuya función está detrás de todas las decisiones importantes que tomamos los seres humanos” (Versión XVI del Libro “el Inconsciente de S. Freud, 2019).

Además, Freud refiere que, “la actitud o decisión consciente, está asociada a la conciencia racional que logran desarrollar las personas atendiendo al proceso de socialización que vivió, lo que les permite tomar decisiones certeras basándonos en los hechos y los datos que maneja y recibe nuestro Consciente” (Freud, 1900).

Como se sabe, “el nivel de educación que recibe una persona le permite consumir productos y servicios de manera informada, consciente y reflexiva, considerando los impactos que tienen estos sobre su salud física y mental y, los impactos que tienen estos sobre el medio ambiente y la sociedad en sentido general” (Tratado de Psicología Social revisado de la Universidad de Quebec, Canadá, 2018).

En tal sentido, el consumo responsable implica, entre otros: (1) Planificar los gastos semanales, quincenales y mensuales; (2) pensar qué necesito o necesita mi familia antes de comprar cualquier productos, mercancías o servicios; (3) no dejarse inducir por las propagandas maliciosas y el consumismo desmedido; (4)  evitar ser víctima de la moda; (5) comprar productos y mercancías frescas y útiles para la salud física y mental.

Asimismo, (6) evitar no comprar con tu tarjeta de crédito, sino utilizar tu tarjeta de débito o utilizar racionalmente el efectivo para tus compras; (7) no desperdiciar recursos y energías en cosas que no te agregan valor o te resuelven un problema real, lo que te dará tranquilidad financiera; y, (8) nunca adquiera o compre productos o mercancías de origen dudoso, robada o de contrabando.

Por lo que hemos visto en el cuerpo de este artículo, los dominicanos estamos llamados a tomar conciencia sobre el uso de los recursos que vamos a recibir en este mes de diciembre y, decidir responsablemente, cuál es el monto que vamos a ahorrar, el monto que vamos a invertir y, luego decidir, el monto que vamos a utilizar para nuestras compras de Navidad y fin de Año.

Asumir el gasto y el ahorro consciente y responsable, nos permite comprar las cosas que realmente necesitamos y, al mismo tiempo, ahorrar, invertir y disponer de los recursos económicos que necesitamos para hacer frente a cualquier eventualidad personal y/o familiar que se nos presente.

“Siempre haz lo que es correcto, lo que gratificarás a la mitad de la Humanidad y sorprenderás a la otra” (Tawin).