En la actualidad el Balloon Frame (y su evolución Platform Frame) sigue siendo una opción recurrente en la construcción ligera industrializada y en la construcción modular ligera.

Como se ha podido establecer en el capítulo de los antecedentes, el sistema Balloon Frame se desarrolla entre el 1.832 y 1.833, en Chicago, Estados Unidos y se le atribuye tanto a Agustine Taylor como a George W. Snow dependiendo del autor. Este sistema consiste en una serie de piezas normalizadas de madera, separadas equidistantemente una de otra, a modo de esqueleto monolítico, para formar cerramientos exteriores, cubierta y suelos.

Esta estructura o entramado que está formada por piezas de madera (normalizadas y aserradas) con una longitud aproximada que pudiera combinarse para conseguir como máximo una doble altura en viviendas (u otro tipología de edificación) y una sección de 5 cm x 10 cm, luego queda recubierta por paneles ya sean de madera o algún otro tipo de material apto para el exterior, suele tener una capacidad portante para edificios de dos alturas. Las distancia aproximada entre ejes, entre cada pieza es de entre 40 y 60 cm. Además, el sistema, cuenta con una especie de pieza maestra con sección aproximada de 5 cm x 10 cm que sirve como unión entre verticales y horizontales.

Con una cimentación que generalmente es de hormigón,  la altura máxima que se puede alcanzar con este sistema (el original Balloon Frame) es de dos niveles o lo que sería, entre 5 y 7 metros de altura. Una edificación con altura superior, quedaría mejor resuelta con el sistema Platform Frame, una evolución del Balloon Frame.

Este sistema se ha presentado siempre como una alternativa óptima en la construcción. Marca, si no el inicio de los procesos de industrialización, prefabricación y racionalización de viviendas para consumo masivo, por lo menos un punto de inflexión importante, siendo un sistema constructivo trabajable por manos no cualificadas y un plazo de tiempo relativamente corto y además con la posibilidad de poder construirse en lugares apartados por el fácil manejo del material y poco peso del sistema (500 kg/m3).

El Platform Frame es una especie de modificación o evolución del Balloon Frame y se diferencia de éste en que aun tomando sus conceptos básicos, en lugar de dar continuidad a los pilares, como el Balloon Frame (en los dos niveles en que habitualmente se hace con este sistema), la estructura se va levantando planta por planta de forma que el forjado interrumpe la continuidad de los pilares entre la planta baja y la segunda planta. La razón fundamental para la evolución de la técnica ha sido la imposibilidad de dar continuidad a las piezas en más de dos niveles. Como ventaja añadida el Platform Frame reduce el riesgo de propagación de incendios entre las plantas al estar dividido el sistema estructural por plantas. Con este sistema, descansando la estructura en cada planta, siendo el entrepiso pasante entre los forjados, las cargas se transmiten de manera axial y no excéntrica como en el Balloon Frame.

En términos de industrialización esta evolución de la tecnología permite, que siendo menor la altura de los montantes sea factible implementar el panelizado en un taller fuera de la obra.

La utilización de esta técnica constructiva ha sido una de las razones por las que la construcción modular ligera ha podido competir de alguna manera-  en cierta medida y en algunos escenarios- con la construcción tradicional y mantener un discreto nicho de mercado.

La velocidad en la ejecución de la obra es muy superior a la construcción húmeda tradicional, lo que evidentemente se traduce en ahorro de dinero y mayor aprovechamiento de los recursos. De acuerdo a algunos fabricantes, es posible levantar una vivienda de 65 m2 entre dos meses y dos meses y medio.

Una ventaja que presentan los sistemas Balloon Frame/Platform Frame es el alto nivel de estandarización de las piezas de fijación que arman el conjunto y la fácil disponibilidad de las mismas en el mercado común de la industria y la construcción. Esto permite que los procesos de fabricación/construcción y puesta en obra se simplifiquen exponencialmente frente a otros sistemas más sofisticados como pudiera ser el caso de los materiales sintéticos y sus elementos de fijación.  Actualmente, estos sistemas, por su sencillez en cuanto a la ejecución y por la disponibilidad de sus elementos (materia prima y piezas de ensamblaje), son uno de los sistemas más difundidos en el mundo, en cuanto a CML se refiere, e incluso con un alto nivel de mercadeo a nivel de la industria global de la construcción.