La oleada de crímenes violentos registrados en las ultimas semanas en la ciudad de Nueva York continua conmoviendo a la ciudadanía y a la nación en general consciente de la facilidad con que la delincuencia y criminalidad siguen cobrando victimas de ciudadanos inocentes. Dentro de los sucesos mas notorios, el pasado viernes 21 de Enero, dos jóvenes oficiales del departamento de policía de la ciudad de Nueva York, de ascendencia dominicana, Wibert Mora de 27 anos y Jason Rivera de 22 fueron baleados mortalmente mientras respondían a una llamada de emergencia por violencia domestica. El oficial Jason murió en el acto, mientras que el oficial Mora sucumbió a las heridas de disparo el pasado martes 25 de Enero. El atacante Lashawn McNeil murió en el hospital mientras era atendido.
Curiosamente, ese mismo dia viernes 21, el nuevo Alcalde de la ciudad de Nueva York Eric Adams ofrecía una rueda de prensa en la sección de Bedford Park del Bronx en donde el miércoles 16 de Enero una bebe de menos de un ano había sido baleada por una bala en un tiroteo en el mismo Condado del Bronx. Se recordara también, que el alcalde había asistido a otra vigilia en honor a Michelle Go de 40 anos quien había sido empujada en las vías del tren subterráneo el sábado 12 del corriente.
En dicha rueda de prensa, el Alcalde Adams con voz estentórea dijo ante la prensa “Los generales no envían a sus tropas a la batalla…Ellos las lideran… Y yo estaré en la primera línea batallando en contra de la violencia”. El nuevo Alcalde tan solo había inaugurado su gestión 4 semanas atrás y ya enfrenta una crisis de proporciones incalculables por el aumento inusitado de la violencia en la ciudad de Nueva York. Como oficial retirado de la uniformada, su campaña electoral prometió la disminución del crimen en la gran urbe. De ahí que estos hechos tiendan aumentar la presión sobre el alcalde en su temprana gestión.
Por principio de cuentas, existen factores estructurales no resueltos que contribuyen al aumento del flagelo de la violencia en esta ciudad. Expertos, académicos y políticos concuerdan que la secuela de los trastornos sociales generados por la pandemia y las tensiones aun existentes en torno a los sonados casos de brutalidad policial en diversos Estados de la nación; representan grandes escollos para este alcalde. El Bronx, hogar de la billonaria franquicia del equipo de béisbol de los Yankees y apenas a unas pocas millas de Wall Street, es el mas pobre de todos los condados de la ciudad de Nueva York y uno de los asiento de los mas pobres vecindarios de toda la nación.
La sórdida desigualdad, uno de los rasgos distintivos de Norteamérica , ha empeorado durante esta pandemia. Un 40 % de los hogares Afroamericanos califican para los programas de beneficiencia pública (Welfare), viviendas subsidiadas u otros programas asistenciales del gobierno. Con la ofensiva de la infausta pandemia, la ciudad de Nueva York ha experimento perdidas irreversibles en términos de su mercado laboral. Economistas estiman que la tasa de desempleo en la gran urbe asciende a casi 9.4%, lo doble de la nación. Si para 1960, el 20% de los hogares afroamericanos estaban encabezados por madres solteras. Para el 2018, la cifra se había disparado a un 72 %. De ahí que la pobreza en Norteamerica tiene cara de mujer, específicamente entre las minorías. La actual administración municipal encabezada por Adams confronta una ciudad que ostenta millares de hogares de bajos ingresos y una creciente población de inmigrantes recién llegados de otros países y nativos que subsisten día a día en viviendas sub standard en una de las ciudades mas caras del mundo. Contexto que explica además el horrible incendio en los apartamentos Twin Park que cobro la vida de 17 personas incluyendo bebes el pasado 9 de Enero también en el Condado del Bronx. Economistas, sociólogos y otros académicos han discutido en múltiples publicaciones, la correlación existente entre inestabilidad económica y la tasa de criminalidad.
De ahí que la nueva administración Adams tenga la responsabilidad inaplazable de enfrentar en el menor tiempo posible y en la medida de sus posibilidades estas y otras causales estructurales que inciden de manera inequívoca en el aumento de la violencia y criminalidad en la ciudad de Nueva York. Un primer paso seria comprometerse a una política de pleno empleo. Tanto la municipalidad mano a mano con el sector privado deberían fomentar un programa de adiestramiento y contrataciones para los miles de neuyorquinos desempleados a raíz de la propagación de la pandemia. El impacto, ha sido catastrófico particularmente en los sectores menos remunerados como los de hoteles, tiendas por departamento, turismo, restaurantes, cuido de niños y construcción.
De igual manera, las autoridades policiales y los servicios de inteligencia deben procurar perseguir y procesar con leyes mas severas a los traficantes de armas en la ciudad de Nueva York. El alcalde se ha pronunciado a favor de reintroducir la odiosa practica de Stop and Frisk (paro y registro) y la unidad de oficiales plainclothes (oficiales vestidos en ropa civil); al tiempo que ha mostrado su disposición de apoyar nuevas legislaciones relacionadas con la fianzas de delincuentes reincidentes peligrosos
Estas y otras iniciativas deben estudiarse e implementarse con planes pilotos de manera que la factibilidad de dichas iniciativas puedan ser debidamente evaluadas en procura de lograr una disminución sostenida de la criminalidad en esta ciudad logrando así niveles adecuados de seguridad ciudadana. Cabe esperar que la misma población neoyorquina se comprometa y se involucre en la construcción de la paz y convivencia y no se abandone a la resignación o peor aun a la indiferencia estoica ante este odioso lastre social.