La extensión del contrato de concesión que se pretende formalizar en los próximos meses entre el gobierno dominicano y la empresa VINCI Airports, SAS, aparentemente ha llenado los ojos de las autoridades actuales si se toma en cuenta que este acuerdo o extensión de la concesión, proyecta que el gobierno reciba de inmediato unos US$750 millones, que, traducidos en pesos dominicanos, se convierten en RD$ 42,000 millones.
En sendos artículos que publicamos relacionados con este tema(Concesiones y Aeropuertos,29/09/21) y Equilibrio Económico, Riesgo Cero,22/12/2021), concluíamos que a raíz de que en ese entonces el gobierno había dado por terminado el contrato de concesión de la Autopista de Samaná, éramos de opinión de que este contrato de concesión de los aeropuertos, “debiera ser el próximo que el estado dominicano se proponga renegociar”. Este señalamiento lo hacíamos en vista de que solo había generado beneficios a los diferentes concesionarios que habían participado en este negocio y el sacrificio fiscal del estado dominicano y las externalidades negativas que esta concesión ha tenido hacia los sectores relacionados, nunca podrá compensarse, ya que la cláusula del “Equilibrio económico" estará como espada de Damocles actuando solo en defensa de los intereses de los concesionarios.
Concluimos en estos artículos que “ parecería que las autoridades que formalizaron esta concesión tenían los aeropuertos como dice el pueblo” mas arriba del moño” y solo representaban problemas para el estado, lo cual no creemos que fuese la situación, ya que, en su momento, los aeropuertos del país sostenían económicamente prácticamente el sector aeronáutico y portuario”.
Parece ser que es solo en la República Dominicana, en donde las concesiones para la administración de los aeropuertos resultan en negocios poco atractivos, lo cual está muy alejado de la realidad, si se toma en cuenta lo que sucede en muchos países de la región y Europeos ya que como habíamos señalado en ocasión anterior, la rentabilidad que obtienen las empresas concesionarias de aeropuertos resulta mas de 10 veces mayor que las que obtienen las líneas aéreas. Además, se debe indicar que los riesgos inherentes a las operaciones de los aeropuertos, no se podrían considerar de un alto índice debido a que lo que se están vendiendo son fundamentalmente servicios, por lo que la composición de sus costos es de fácil control por ser estos casi en su totalidad costos fijos.
Independientemente de las ventajas y desventajas de esta nueva extensión de la concesión de los aeropuertos nacionales habría que, inicialmente, señalar que cualquier acuerdo que se llegue será mejor que lo que existe actualmente, pero ello no debe implicar que no se negocien acuerdos en los que el país resulte con mayores beneficios. A esto habría que añadir el hándicap que representa el hecho de que serán los mismos concesionarios actuales con los que se firmará el nuevo acuerdo.
Para comentar los beneficios y desventajas con propiedad de este nuevo acuerdo habría que realizar un estudio con profundidad de los términos que se incluyen en el mismo y además tener la oportunidad de ponderar otras alternativas, lo que en este momento sería imposible si se toma en cuenta que esta nueva concesión se realiza antes de terminar la anterior que debía finalizar en el 2030 y no se ha recurrido a una licitación abierta. Adicionalmente, se requiere tener acceso a los estudios que realizó la concesionaria que permitan llevar a cabo un análisis, con los flujos de ingresos y gastos que fueron estimados para el periodo de la concesión de tal manera que podamos comparar si los ingresos que recibirá el estado dominicano están dentro de los parámetros propios de este tipo de operaciones y en particular tomando como referencia las variables de los aeropuertos involucrados en el acuerdo.
Después de realizar una lectura rápida de los términos contenidos en el contrato de extensión de la concesión aeroportuaria, el cual será remitido al Congreso Nacional para fines de estudio y aprobación, podríamos señalar las siguientes consideraciones, que expondremos en la segunda parte de este artículo.