1.- Históricamente, nuestros pueblos han manifestado su deseo de unidad para en común defender su legítimo derecho a la independencia y a la autodeterminación.

2.- La comunidad de intereses, la mutua colaboración para la solución de iguales  problemas políticos, económicos y sociales, y la solidaridad frente a las mismas  dificultades, han sido sanos ideales sostenidos por líderes del pasado y el presente en América Latina y el Caribe.

3.- Pero la aspiración de los países latinoamericanos y caribeños a ser  dueños de su destino, ha encontrado la oposición de los fines expansionistas y agresivos de los Estados Unidos de Norteamérica.

4.- Cuantas veces en la región surge un movimiento de contenido democrático,  de inmediato aparece el imperio de occidente para imponer el retroceso que impide el avance social y el desarrollo humano.

5.- Lo peor es que los intereses monopolistas norteamericanos han contado siempre, para detener la liberación nacional, con aliados internos y parte de la comunidad internacional.

6.- El caso más reciente y notorio es el de Venezuela, luego de concluido el proceso electoral el 28 de julio de agosto en curso, 2024.

7.- El pueblo venezolano está librando una lucha en los marcos de la liberación nacional, defendiendo sus recursos naturales, y haciendo firme su independencia y soberanía plena.

8.- En semejante situación, cuando Venezuela tiene como adversarios al imperio de occidente y a la ultraderecha nacional e internacional, lo que procede es estar haciendo causa común con los venezolanos.

9.- La solidaridad, la más alta expresión humanista, debe estar con Venezuela. La ayuda material y moral, de corazón, hay que entregarla a quien defiende lo justo, lo legítimo con contenido nacional y social.

10.- Allí donde está de por medio el amor al ser humano, el respeto a su dignidad, la preocupación por su bienestar y desarrollo integral, ahí deben estar las mujeres  y los hombres de convicciones, y de ideales democráticos.

11.-  Forma parte de la brega política y social liberadora, estar haciendo alianza sincera con los pueblos enfrentados con la minoría nativa y el imperio de occidente, no importa el espacio donde sea.

12.- En América Latina y el Caribe, desde hace muchos años está bien definido el escenario para las mujeres y los hombres dignos que por convicción abrazan la lucha por un mundo mejor para la humanidad en su conjunto.

13.- Cada latinoamericano y caribeño, comprometido con la batalla contra el colonialismo, a lo interno de su país, debe combatir al gobierno nacional que se une al imperio de occidente para enfrentar  a los que combaten contra la opresión en sus diferentes formas.

14.- En cualquier lugar del mundo donde el imperio de occidente ataca a un pueblo contra el cual procura ejercer autoridad tiránica en unión de la minoría nacional, debe decir presente la mujer o el hombre comprometido con la libertad.

15.- La alianza de la ultraderecha venezolana y los intereses monopolistas estadounidenses, hay que contrarrestarla con la ayuda, el concurso, la fraternidad internacionalista.

16.- Respaldar a Venezuela en la  batalla que lleva a cabo en defensa de sus recursos naturales,  es demostrar vocación democrática, ser solidario.