El "spatial computing" es una forma avanzada de interacción hombre-máquina que integra el entorno físico del usuario con la entrada y salida de datos digitales en tiempo real.

Este término fue definido en 2003 por Simon Greenwold, como representación al Programa de Artes y Ciencias de los Medios de Comunicación, de la Escuela de Arquitectura y Planificación, en cumplimiento parcial de los requisitos para el título de Maestría en Ciencias en Artes y Ciencias de los Medios de Comunicación en el Instituto de Tecnología de Massachusetts.

Greenwood la definió como la "interacción humana con una máquina en la que la máquina retiene y manipula referentes a objetos y espacios reales".

También utilizó el concepto 'espacio virtual' no solo para referirse a los mundos cartesianos tridimensionales, sino a cualquier espacio mantenido por una computadora que se supone que atrae a un sentido humano de un espacio.

Según esta definición, un "escritorio" en una interfaz gráfica de usuario se considera un espacio virtual. Del mismo modo, la computación espacial no tiene lugar necesariamente en una representación tridimensional.

Para muchos propósitos humanos, un pedazo de papel se entiende mejor como una superficie bidimensional que un objeto tridimensional. Por esto prefiero denominarla como "Computación Dimensional" porque definitivamente captura parte del significado de "Spatial Computing", ya que implica que estamos tratando con varias dimensiones, especialmente en un contexto 3D.

Es un buen punto de partida para una explicación más detallada de este concepto a una audiencia que puede no estar familiarizada con el término en inglés.

Entonces, en la computación dimensional, la realidad física se fusiona con la realidad virtual o aumentada, creando un espacio compartido en el que los usuarios pueden interactuar con elementos digitales como si fueran parte de su entorno físico.

La computación dimensional abarca varias tecnologías, incluyendo:

  • Realidad aumentada (AR): superpone información digital en el mundo real, generalmente a través de un dispositivo como un smartphone o unas gafas de AR.
  • Realidad virtual (VR): sumerge por completo al usuario en un entorno digital, generalmente a través de un casco de VR.
  • Internet de las cosas (IoT): implica la conexión de dispositivos físicos a internet, lo que permite interactuar con ellos digitalmente.
  • Reconocimiento de gestos y seguimiento ocular: permiten que los dispositivos interpreten el movimiento físico y la mirada del usuario como una forma de interactuar con el espacio digital.
  • Inteligencia Artificial y Machine Learning: permiten que los dispositivos interpreten y reaccionen a los datos de entrada de forma más inteligente.
  • Mapeo 3D y geolocalización: permiten que los dispositivos comprendan el espacio físico alrededor del usuario.

La computación dimensional tiene el potencial de cambiar drásticamente la forma en que interactuamos con la tecnología, permitiéndonos movernos y actuar de forma más natural en un espacio fusionado de realidades física y digital.

Esto podría tener aplicaciones en una amplia variedad de campos, desde el entretenimiento y los videojuegos hasta la educación, la medicina, el diseño y la planificación urbana.

Ante tal oportunidad, Apple apuesta por la computación dimensional al conectar con lo que denomina como "Realidad Extendida", priorizando la experiencia del usuario convirtiéndola en una interacción hiperreal. Deja pasar con este movimiento la tendencia de la inteligencia artificial generativa, deteniendo la fiebre de principio de trimestre.

Era solo cuestión de tiempo antes de que Apple entrara en los mercados de realidad virtual (VR) y realidad aumentada (AR), siendo este último "una tecnología profunda que afectará a todo", según el CEO de Apple, Tim Cook.

Al presentar su dispositivo llamado Apple Vision Pro, un sistema informático dimensional que combina elementos virtuales en entornos del mundo real mediante el seguimiento ocular, gestos con las manos y comandos de voz.

Este Permite a los usuarios ver y manipular objetos 3D, organizar aplicaciones y capturar fotos y vídeos, el reto para el mercado es precio, la unidad se ofrecerá a partir de 3.499 dólares y estará disponible a principios de 2024.

Otra de las novedades es la integración de Disney, el conglomerado se está asociando con Apple para llevar su servicio de streaming Disney+ a los nuevos auriculares Vision Pro del gigante tecnológico. Según el CEO de Disney, Bob Iger, "la nueva tecnología mejorará la experiencia de visualización de Disney+, señalando que los usuarios podrán acceder al servicio de streaming cuando el producto se lance a principios del próximo año".

Entendemos que este es un momento para la computación en general, puesto que Apple gira en sentido contrario a la tendencia marcada por Microsoft y la inteligencia artificial generativa. Se separa de Facebook y su Metaverso, para conectar con el consumidor expandiendo las experiencias de XR. "XR" significa "Realidad extendida", que es un término general que abarca todos los entornos combinados reales y virtuales y las interacciones hombre-máquina generadas por la tecnología informática.

Mediante el uso de XR, los desarrolladores pueden crear experiencias que incorporen elementos tanto del mundo físico como de mundos digitales o simulados. Apple plantea conectar el mundo real al metaverso, integrando los contenidos, la propiedad intelectual a su completo ecosistema de hardware, software y servicios.

Recuerde que el ingrediente clave para la exitosa fórmula de Apple es su experiencia de usuario personalizada. Los dispositivos Apple cuentan con una interfaz fácil de usar, lo que facilita el proceso de navegación e instalación de aplicaciones para los clientes.

Con esto en cuenta, Apple cuenta con todos elementos para sostener un ecosistema propio de XR, que tiene disponible solamente en USA unos 211 millones de iPhones disponibles para integrarse. Ahora, el costo de entrada será alto para los entusiastas tecnológicos (early adopters).

La computación dimensional está redefiniendo la interacción entre lo humano y lo digital, fusionando nuestras realidades para transformar la forma en que vivimos, aprendemos y trabajamos.