Perú vivió el miércoles varias horas de caos político y enfrentamiento institucional que acabaron con el presidente Pedro castillo destituido y detenido y con la vicepresidenta Dina Boluarte como primera mujer presidenta de ese país. Castillo fue detenido después que el Congreso de su país lo destituyera por anunciar horas antes la disolución de este poder del Estado y la instauración de un gobierno de excepción, ya que su inesperado anuncio fue calificado de “golpe de Estado” por las principales fuerzas políticas de Perú.
Ahora mismo Perú es un ejemplo lamentable desde la perspectiva del análisis internacional de cómo situaciones locales de índole económico, político y social se van entretejiendo con situaciones internacionales particulares y como la conjunción de esos factores genera un entorno que facilita lo que ocurrió allí.
Por lo pronto Keiko Fujimori del partido Fuerza Popular le ofreció el apoyo de su partido a la nueva presidenta. Es importante señalar que la actual presidenta Dina Boluarte estaba como independiente pues desde hace varios meses había salido del partido Perú Posible que es el partido que llevó a Pedro Castillo al poder, por tanto el apoyo de Keiko Fujimori es importante porque Keiko fue la contendiente en las elecciones presidenciales que ganó Pedro Castillo en segunda vuelta el año pasado, donde Keiko Fujimori perdió por tan solo 44,263 votos.
En esencia el intento de Pedro Castillo por disolver el Congreso y adoptar medidas de excepción resultó determinante porque perdió el apoyo de las distintas fuerzas políticas y de su propio gabinete, sobre todo, perdió el apoyo determinante del Ejército. Justamente ese mismo día, el miércoles siete, se estaba produciendo una moción en el Congreso para la destitución de Pedro Castillo que era el tercer intento del proceso de vacancia, como se le llama en Perú al proceso de destitución del presidente por cuestiones de incapacidad. Cuando estaba por ocurrir ese voto, Pedro Castillo adelanta la decisión de disolver el Congreso. Entonces, el Congreso adelantó el voto y votó por destituir al presidente.
Es importante recalcar en esta parte que esta no es una crisis que se construyó en un solo día, hay varios elementos tanto locales como internacionales que es imprescindible entender para tener una mejor comprensión de qué es lo que ha sucedido en Perú. Varios de los factores internos no son exclusivos de Perú porque lo podemos encontrar en muchos otros países latinoamericanos e incluso en otras regiones del planeta. Pero, es muy importante señalar que esos factores no han sido atendidos y no quedarán resueltos simplemente con la sustitución de Pedro Castillo.
Como primer factor podemos citar que en los últimos meses la aprobación de Pedro Castillo estuvo entre 23% y 25% y este último mes su índice de aprobación estaba en 24%. Entre el 68 y el 70% de los peruanos desaprobaba a Pedro Castillo. Por tanto, era una presidencia con altísimos niveles de rechazo. Pero. no vayan a creer que era solo al presidente, la aprobación del Congreso del Perú anda actualmente entre 13% y 16% y la desaprobación o rechazo se acerca al 80%. Esto quiere decir que mucha gente desaprobaba al presidente Pedro Castillo, pero también muchísima gente más desaprueba el actual congreso.
Lo que tiene que ver con una profunda desconfianza en las instituciones que existe Perú y en general en toda Latinoamérica, lo que incluye también a nuestro país República Dominicana. Solo hay que ver para comprobarlo las publicaciones del año pasado del Latinobarómetro y del Barómetro de las Américas.
Vamos a recordar como Pedro Castillo llegó a la presidencia del Perú. Castillo era el candidato populista de la izquierda según una visión, el candidato comunista y Keiko Fujimori la candidata neoliberal que reivindicaba la herencia de las políticas de su padre el expresidente Alberto Fujimori. Dos mundos muy polarizados e irreconciliables. Pedro ganó por la mínima. Pero, estos mundos irreconciliables estaban obligados a coexistir.
Pedro Castillo un maestro rural sin experiencia política, tenía un discurso que conectó con amplios sectores de la sociedad peruana porque no era el discurso clásico de la izquierda ya que tenía valores muy conservadores, como, por ejemplo, su visión sobre la comunidad LGBT+ y de otros elementos que en su momento le valieron numerosas críticas, incluso de la propia izquierda peruana. Pero, en ese momento Pedro Castillo representaba la voz de los sectores menos favorecidos de la sociedad peruana muy golpeados por la pandemia y por una brutal recepción económica, entre otros elementos.
Esa polarización que todavía persiste, se va a trasladar hasta el Congreso donde incluso va a afectar las designaciones del gabinete que va intentar conformar el presidente Pedro Castillo, confrontando serios problemas para poder conservar su gabinete. Continuas renuncias, cambios y más cambios y luego entonces se enfrenta al Congreso y posteriormente va a tener un importante conflicto con el partido que lo llevó a la presidencia, el Partido Perú Libre de Vladimir Cerrón. Pedro Castillo se peleó con todos. Por eso es que usted ve que Perú Libre declara como inconstitucional el mismo miércoles, la movida de Pedro Castillo de disolver el Congreso, por lo que no recibió el respaldo, ni siquiera del partido que lo llevó al poder.
Pero también, Pedro se enfrenta con distintos sectores económicos y políticos que van a moverse con sus decisiones y este es otro factor a tomar en cuenta porque va a enfrentar de manera continua, manifestaciones, protestas y huelgas incluso de los mismos sectores que conformaban su base de apoyo principal y en este punto es importante introducir un nuevo factor que es la Guerra de Ucrania, con una crisis importantísimas en temas de alimentos, una crisis inflacionaria global y la escasez de fertilizantes, por ejemplo que son elementos que Perú importa, ya que Perú es un importador neto de alimentos y cuando esos commodities escasean y sus precios se disparan en el mercado internacional en Perú tienen serios problemas.
Entonces, con un panorama de pandemia, un panorama de guerra y de economía de inflación donde el costo de la vida sube y sube y la crisis energética hace que estén disparándose los precios del petróleo y la electricidad, si además el presidente no tiene la experiencia política suficiente para sobrellevarlo, todo se complica mucho más.
Todo lo anterior fue una especie de tormenta perfecta para que sucediera lo que estamos viendo ocurrir en la actualidad, por eso es que desde hace unos meses atrás varios grupos políticos con representación en el Congreso estuvieron promoviendo la moción de destitución del presidente Pedro Castillo por incapacidad, lo que en Perú se conoce como una moción de vacancia que declara al presidente con incapacidad de gobernar y por tanto destituirlo. Pero en esas ocasiones no se contaban con los votos suficientes. El del miércoles pasado fue el tercer intento, presentado el 29 de noviembre pasado y se estaba precisamente votando ese día.
Lo que pasó fue que el presidente Pedro Castillo se adelantó y disolvió el Congreso argumentando que el presidente tiene la capacidad constitucional para hacerlo, lo cual era cierto, pero no tenía la facultad de declarar otras medidas de excepción como por ejemplo contra el poder judicial y además no contaba con el respaldo político ni siquiera de su propia vicepresidenta e importantes miembros de su gabinete.
Dada su baja aceptación, el movimiento en su contra se fortaleció e hizo que la disolución del Congreso no prosperara y se declarara la inconstitucionalidad restituyendo la constitucionalidad mediante el nombramiento de la vicepresidenta Dina Boluarte con el respaldo de las fuerzas armadas que decidieron apoyar al Congreso. Pedro Castillo incluso a nivel internacional recibió muy pocos respaldos, pues las declaraciones del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, la del presidente electo de Brasil, Lula da Silva o las declaraciones de la Organización de Estados Americanos (OEA) han sido muy simplistas como aceptando de manera pura y simple lo ocurrido.
Esto es en esencia, lo que ha pasado en general, es el contexto que propicia la crisis que estamos viendo en Perú en la actualidad. Ahora hay que preguntarse qué va a ocurrir con un país que sigue viviendo una situación de crisis económica y que no va a quedar resuelta con todo esto, porque los problemas de tipo económicos no se resuelven de la noche a la mañana y no lo va a poder resolver la flamante presidenta Dina Boluarte. La crisis institucional es muy relevante en Perú y va a continuar porque incluye la falta de confianza en el Congreso que no va a cambiar con esta destitución porque ahora la gente tiene más desconfianza del Congreso que del propio Pedro Castillo y eso no va a cambiar de la noche a la mañana.
A pesar de que la presidenta va a tratar de conformar una coalición política que le de cierta estabilidad, es muy difícil que se sostenga, porque hay una separación ideológica muy importante entre ella y los otros grupos políticos. Incluso el respaldo que le brinda Keiko Fujimori y su partido es un respaldo temporal, porque la distancia ideológica es muy grande y es difícil que ella pueda sostener ese respaldo.
Pero, tampoco significa que con todo esto se vayan a evitar los choques con los grupos de intereses económicos y mineros, en contraste con los intereses o con los deseos y anhelos de los grupos sociales que le brindaron apoyo al partido político del cual ella originalmente formó parte. Por eso, es muy probable que lo que veamos ahora sea el intento de construcción de acuerdos mínimos, para poder gobernar y brindar al país una transición realmente pacífica, para poder seguir adelante y salir de la crisis constitucional. Espero tus comentarios.