Normalmente sabemos lo que es civilización, pero hay algunos puntos que conviene reflexionar, porque cuando pensamos en la sociedad solemos enfocarnos más en sus aspectos negativos que en los positivos.

Decimos que los humanos hemos llegado a la Luna, encontrado la cura de numerosas enfermedades, desarrollado tecnologías que nos facilitan la vida, etc. Eso está bien y es cierto. Pero recuerda que eso no lo has hecho tú y posiblemente: no sabes fabricar un auto, televisión o celular, aunque sepas utilizarlos. No puedes construir un edificio, hacer zapatos, pilotear un avión o realizar una cirugía, pero puedes encontrar quien lo haga por ti. Solos, somos casi inválidos. Puedes ser un físico de la talla de Albert Einstein y necesitas: que construyan tu casa, laven tu ropa, cocinen tu comida, se ocupen de tu salud, etc., sin esas ayudas no podrías dedicarte a profundizar en la ciencia.

Seríamos muy ilusos si creyéramos que hemos llegado a ser lo que somos sin ayuda o que no necesitamos a los demás. Si estamos vivos y no parecemos animales salvajes es evidente que la sociedad hace mucho por nosotros.

La ameba es una célula viviente que: piensa, se desplaza, respira, come, bebe, excreta, se reproduce, en fin, presenta funciones vitales similares a las de animales de gran tamaño. Sin embargo, mis células están altamente especializadas y se agrupan con células similares para perfeccionar un solo tipo de actividad, pero sacrifican todas las demás funciones, adoptando un estilo de vida de interdependencia obligatoria, de manera que otros tipos de células se encargan del resto de las funciones vitales. Cada célula de mi cuerpo sabe que las demás se ocuparán de que no le falte nada, por eso se dedica completamente a su trabajo específico (así debe funcionar la civilización). Esto se logra gracias a nuestro sistema interno de comunicación (sistema nervioso) que mantiene a todas las células comunicadas.

Un hombre primitivo, podría ocuparse de limpiar su cueva, fabricarse algunos vestidos y utensilios, cazaría, recolectaría, exploraría, etc. Pero mientras más evolucionada es una civilización, menos capacitados están sus miembros para la vida en soledad. Un chimpancé estando solo en la selva, sobrevive mejor que un hombre civilizado, sin embargo, aunque individualmente el hombre es muy débil, como especie es mucho más fuerte.

Cuando nacemos en el seno de una civilización, lo primero que aprendemos es que habrá servicios que tendremos que aportar y otros que los demás harán para nosotros; cuidas y te cuidan. Obviamente, siempre habrá la posibilidad de que aparezcan individuos que resultan dañinos por sus malas conductas y la sociedad se encarga de bloquearlos o eliminarlos. Cada sociedad desarrolla mecanismos para que todos se mantengan de alguna manera en contacto, es lo que permite que estén integrados y en armonía. Sin la comunicación y el orden, el hombre viviría todavía en las cavernas. En la medida en que nuestro lenguaje y tecnologías de las telecomunicaciones se han desarrollado, nuestras civilizaciones han crecido al punto de que somos una aldea global, en proceso de ser una sola comunidad, sin divisiones de: raza, sexo, banderas, religiones, clase social, ideologías. Hoy que el mundo se ha hecho tan pequeño, estamos descubriendo que para sobrevivir debemos aprender a convivir y a eliminar la mixofobia (Bauman).

Para favorecer la acumulación de riquezas, se lucha por robotizar al ser humano de manera que funcione como una máquina, engranaje o número, teniendo solamente valor si es productivo y limitándose a pensar lo indispensable. Así los científicos se convierten en simples técnicos, los artistas en artesanos, los funcionarios del Estado en marionetas, los obreros en máquinas. Pero estamos viendo que cuando el humano se deshumaniza, se debilita, se corrompe, se enferma, se torna profundamente infeliz, se deteriora progresivamente su rendimiento y se pierde la calidad de vida en las sociedades. Es muy gratificante que ganes mucho dinero, siempre y cuando no sacrifiques tus valores para lograrlo, porque un despojo humano pierde la capacidad de disfrutar de las riquezas.

El dolor nos avisa cuando una parte del cuerpo está sufriendo y si no la atendemos puede producirse algo peor, de igual forma cuando un sector de la población se queja y no es atendido debidamente, desencadenará conflictos, a veces incluso graves.

Para el proceso de civilización son de vital importancia las relaciones humanas y estas a su vez son posibles, en la medida en que seamos capaces de tener una comunicación de calidad. Normalmente, en la misma forma en que se desarrolla nuestro vocabulario se desarrolla nuestro coeficiente intelectual y el tipo de vida social que tendremos. Dime cómo hablas y te diré qué eres.

Sin justicia es imposible el equilibrio en la Sociedad, los abusos, corrupción administrativa y favoritismos, son verdaderas enfermedades sociales que pueden hacer colapsar los pueblos.

Estamos logrando un acercamiento progresivo entre los países, cada vez nos conocemos más, aprendemos a comunicarnos mejor y a reconocer que es una ilusión el creer que podemos convivir y sobrevivir sin armonía y justicia. Nada mejora más tu universo que dar lo positivo de ti.