El mes de junio, por alguna coincidencia lleva la conmemoración de varios días internacionales relativos a la sostenibilidad y concientización sobre nuestro entorno de una u otra forma. El 3 de junio se celebra el día mundial de La Bicicleta, el 5 el del Medioambiente, el 7 el día de Los Corredores, el 15 el día del Viento, el 21 el del Sol y del Yoga y el 28, el día del Árbol. Si nos detenemos a valorar la importancia de cada fecha señalada, la que persigue visibilizar y motivar a diversas acciones que transformen la cultura y permitan amplificar medidas positivas para el bienestar humano, todos nos sumaríamos a estas causas.
Dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el número 11 cita Ciudades y Comunidades Sostenibles; el mundo está cada vez más urbanizado, situación a la que República Dominicana no es ajena, pues según informes de ONU-Habitat, el 80% de los dominicanos se concentra en las ciudades y esto ha permitido el desarrollo de conexiones territoriales y conexiones internas para facilitar la movilidad de la población, situación que al mismo tiempo en las principales urbes como el Distrito Nacional y los municipios del Gran Santo Domingo, Santiago y otros, puede hacer complejo el tránsito vehicular y la interacción entre los ciudadanos y el entorno, como sucede en grandes metrópolis del mundo.
El Distrito Nacional es además de la capital del país, un área neurálgica, que igualmente centraliza modernas edificaciones, empresas, plazas comerciales, instituciones públicas, académicas, clínicas y hospitales, y grandes desarrollos inmobiliarios así como concentraciones humanas en extensos barrios populares, consolidando un alto tránsito de motocicletas, carros y autobuses, que si bien viene siendo modernizado en cuanto a la parte pública o la sindicada, permanece en desarrollo su eficiencia y la búsqueda e impulso de soluciones integrales y amigables no sólo con el medioambiente sino con el bienestar de la gente. En este sentido, el desarrollo de ciclovías que ha promovido la alcaldía del DN es una importante acción de mejora en el traslado/transporte de las personas y su fusión con los espacios públicos, los que son cada vez más inclusivos y accesibles para todos, incluyendo niños/as, adultos mayores y personas con alguna condición de discapacidad. Esto gracias al intenso trabajo y visión de la alcaldesa y su equipo en mejorar la calidad de vida de los capitaleños, creando espacios que vinculen lo económico, lo social, lo ambiental y fortalezcan la salud, la seguridad y la convivencia positiva.
Las ciclovías o ciclorrutas significan progreso ya que son una solución para problemáticas espaciales, de contaminación y de salud, de ruido, al tiempo que una maravillosa oportunidad para revitalizar la ciudad si se combinan como se viene realizando, con espacios verdes y creativos que ofrezcan actividades culturales, deportivas y hasta espirituales o religiosas si aplica. Presentar en los parques eventos como conciertos, obras de teatro, espacios para pintura y manualidades, yoga, zumba, tener canchas para diferentes deportes, así como fomentar la lectura, la charlas y otros, conectan a los ciudadanos entre sí mismos y los integran con su hábitat, con su ciudad, permitiendo una ciudad más humana, amigable y sostenible.
Promover y proteger el uso de la bicicleta como una opción de movilidad, pudiera mitigar la magnificación del transporte motorizado, el alto gasto de tiempo y combustible en vehículos de motor y la contaminación sónica, contaminación de gases y de aceite, además de funcionar muy bien en polígonos residenciales con acceso a plazas comerciales, esto unido a cuadrantes de la ciudad cerrados los fines de semana para uso peatonal que animan la vida de todos en 360 grados.
He sido testigo de la presentación del manual para el desarrollo de ciclo-estructuras que ha realizado el INTRANT, acción que felicito, así como las iniciativas que desarrolla la Bici-Oficina del Distrito Nacional y el entusiasmo de todos los miembros de los colectivos de ciclistas que son activos partícipes de estos proyectos.
Más bicicletas, más árboles y espacios verdes, más ciclovías, por una ciudad mucho más humana donde disfrutemos del sol y la sombra, del viento.