Estuve en Guatemala, hace varias semanas, participando en el VII Foro Consultivo para las políticas de gestión de riesgos de desastres de Centroamérica y República Dominicana. Caminé por sus calles capitalinas y quedé encantado por el comportamiento de los ciudadanos de ese importante país centroamericano.
Aunque en Guatemala la pobreza ronda el cincuenta y seis por ciento, según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (ENCOVI) 2023, es chocante que su economía se encuentre entre las más vigorosas de Centroamérica, proyectándose para el 2025 con un crecimiento de un 3.6%, y pasando a ser una de las economías con un mejor desempeño en comparación con los países de la región. (Banco de Guatemala, 2024).
Guatemala, aparte de su economía en crecimiento, es una nación centroamericana multicultural, preocupada por sus recursos naturales y su hábitat. El nombre de Guatemala significa “lugar de muchos árboles”; su gente educada y afable asume un comportamiento frente a sus entornos ambientales con actitud hacia la protección y la vida.
Una conducta responsable que se expresa en el cuidado de la ciudad, allí donde se observan, además, las medidas de tránsito y la inclusión ciudadana en cada proyecto de desarrollo en zonas urbanas.
Durante nuestra estadía, en los momentos de descanso del evento, salíamos a transitar por el centro de la ciudad y observamos que el tema de la inclusión social, en la renovación urbana de la capital, está siendo tomada en serio por las autoridades del país. Al menos en las zonas céntricas por donde pudo el grupo desplazarse.
Los diferentes sectores se benefician de las iniciativas que buscan renovar los entornos urbanos de la ciudad. Por ejemplo, la educación vial no se traduce solo en señalizaciones colocadas en las vías de tránsito, sino también la limpieza de la ciudad, la cual ha sido pensada con pequeños detalles de inclusión de las personas con discapacidad.
El cuidado, seguridad, señales de tránsito y circulación en las calles, aceras y contenes indican que las autoridades de la ciudad, con una población de más de 5.3 millones de habitantes, avanza en la caracterización del asentamiento humano y su vegetación. Los responsables de estos temas observan la precariedad de los grupos especiales que viven con discapacidad física motora y hacen lo posible para lograr su participación.
Otro aspecto interesante, es el relacionado con la ecología urbana, pues se aprecia una relación entre las personas y el medio ambiente que hay que reconocer. Una ciudad limpia, organizada y sin desperdicios de agua nos dice que Guatemala tiene su mirada hacia un urbanismo sostenible.
En el aspecto de formación vial los ciudadanos de la ciudad de los arboles avanzan y crecen armónicamente. A los peatones parados en las líneas de cebra de cada esquina, con los semáforos en cualquier color, los conductores le ceden el paso.
Si te encuentras cruzando una calle o avenida, los choferes reducen la velocidad de sus vehículos para que puedas cruzar. Todo lo que vi en esos días me dice que la Ciudad de Guatemala es una metrópoli inclusiva en lo urbano y ambiental. Eso es prevenir, gestionar el riesgo y velar por la seguridad de la población.