La diversidad de tareas personales, intelectuales y laborales, hasta hace poco exclusivas para el desarrollo individual de los seres humanos, podrá ser suplantada por robots de aspectos humanoides si tomamos como referencia la confesión que hizo Geoffrey Hinton, uno de los creadores de la nueva tecnología ChatGPT para Google.
El sistema matemático y computacional con el cual se ejecutan habilidades mediante el análisis de datos, conocido hoy en día como Inteligencia Artificial (IA), ha sido una creación de los expertos en tecnología y desarrolladores de programas cibernéticos.
Desde hace muchos años, las fábricas automotrices remplazaron por maquinas “inteligentes” automatizadas a miles de obreros, técnicos, mecánicos, ensambladores de autos, en busca de reducir al mínimo los costos de producción e incrementar sus beneficios sin importar que con ello aumentaba también el desempleo a gran escala.
Es a partir de 1776 que en los Estados Unidos y Europa comienzan a surgir maquinarias para uso en las labores agrícolas.
En plena revolución industrial del siglo XIX, salen al mercado los primeros tractores para el arado de la tierra, labor que se realizaba con bueyes.
Otras maquinarias fueron creadas para el regadío y sembradío, trabajo manual que realizaban campesinos; así como aparatos que se encargaban de recolectar automáticamente las cosechas de las grandes fincas productoras de bienes agrícolas.
Millones de campesinos sustituidos por estas máquinas se vieron en la obligación de emigrar de los campos a las grandes ciudades en busca de nuevas oportunidades de trabajo para su subsistencia, aumentando con ello la sobrepoblación de desempleados en las grandes metrópolis.
Así continuaron sucesivamente en todas las aéreas de producción global. Esas modernas tecnologías que ayer aplaudimos por sus brillantes innovaciones son las causas del aumento del desempleo a nivel mundial.
Pero el hombre, a través de las distintas épocas, no se ha detenido en su proceso de crear nuevas técnicas en busca de mejorar sus tareas laborales y personales, por complejas que parezcan.
En la modernidad de este siglo XXI, ha logrado traspasar su inteligencia personal a máquinas automatizadas que podrían sustituir no solo la mano de obra del ser humano, sino también a él mismo con la creación de “robots” de aspecto humanoides súper inteligentes.
Por ejemplo, en los grandes y modernos supermercados y tiendas de mercaderías se observa que hay menos empleados ejerciendo la labor de cajeros. El 90 % son automatizados, porque los clientes escanean las mercancías, las colocan por sí mismo en bolsas, y al término de la operación realizan el pago sin la presencia de un empleado de la tienda.
Pero, eso sí, supervigilados por cámaras de seguridad que se activan con una alarma al detectar acciones fraudulentas o intento de robo en perjuicio del establecimiento.
La digitalización computacional sigue aumentando la demanda de especialistas en tecnología y ciberseguridad, especialidad con la que se ha logrado el desarrollo de la Inteligencia Artificial, que provocarán muy pronto cambios en todos los sistemas laborales del planeta.
El Foro Económico Mundial emitió un informe a principios de mayo de este año en el que reveló que en los próximos cinco años 803 empresas que poseen una empleomanía de 11,3 millones de trabajadores en 45 economías a nivel mundial contemplan adoptar las tecnologías de IA en el 75 % de ellas.
Los empleados a sustituir son aquellos que laboran en las áreas administrativas, mantenimiento de registros, cajeros, taquilleros, entrada de datos y contabilidad, resultando en una disminución de 26 millones de empleos.
El documento subraya que la IA representa una amenaza menor para las perspectivas laborales que otros factores macroeconómicos, como un crecimiento económico más lento, escasez de suministros y la inflación.
Hay muchas versiones de las cosas positivas y negativas que se pueden hacer con estas nuevas tecnologías, que salieron al mercado en noviembre de 2022.
No podemos rechazar de plano todo lo novedoso que traen las tecnologías del ChatGPT y la Inteligencia Artificial, que penetran a gran velocidad en la curiosidad de los expertos y no muy expertos fieles seguidores del curso por donde avanzan los sistemas informáticos y cibernéticos.
Estados Unidos es la punta de lanza en el desarrollo de la IA y las grandes empresas tecnológicas. Y se prepara para votar una ley que regule estas nuevas tecnologías.
En una declaración ante el Senado, Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, fabricante de la inteligencia artificial ChatGPT, recomendó la creación de una agencia federal con facultades de supervisión y concesión de licencias.
Nueva York, por su parte, es el primer estado de EE.UU. que se ha convertido en el pionero en cuanto a la regulación de la Inteligencia Artificial.
El Departamento de Protección al Consumidor y al Trabajador de la Ciudad de Nueva York ("DCWP") regularizó mediante una nueva ley el uso de herramientas de decisión de empleo automatizadas ("AEDT ”) por los empleadores y agencias de empleo en esta ciudad.
La Ley Local 144 prohíbe que empleadores y agencias de empleo usen ciertas herramientas de Inteligencia Artificial (IA) y ChatGPT en el proceso de contratación o promoción la cual entrará en vigor el próximo 5 de julio.
Con algo se ha comenzado para regular lo que podría ser malo, y permitir el avance de lo positivo de estas nuevas tecnologías.