Miles de millones de posts se generan cada día en las diversas redes sociales. Este mar de información exige de un bote de vela, un acorazado (Potemkin) o un cómodo yate que se dirija hacia otras playas.

Entre otros hechos, el acorazado Potemkin es una memorable película de 1925 que Francis Ford Coppola homenajeó después. Lo mismo hizo Brian de Palma en Los intocables. Como nota, diré que en un DVD de 2005, Pet Shop Boys le hizo la música con la ayuda de la Orquesta Sinfónica de Dresde.

En el mar de información que manejamos todos los días, necesitamos de cierto norte. Necesitamos saber a qué prestarle atención. De alguna manera, la reunión del G-7 tiene la misma importancia que la broma de alguno, pero tenemos que considerar que algunos eventos son trascendentales para el bienestar de la gente.

Algunos internautas se dan a la tarea de repostear (con todo derecho) las noticias que más les parecen. Estos hechos pueden ser grabados en video que son esparcidos por las redes con gran intensidad. Es clásico decir en un restaurant: “no me grabes”.

Un hecho evidente: este año estaremos en campaña electoral para entrar en el eleccionario 2024, donde arreciará la cantidad de posteos (en contra o a favor de uno u otro candidato). El arma: un celular, aunque otro me dirá que “la cabeza de ese que lo maneja, con sus ideas y su estrategia comunicacional”, será lo que haga la diferencia.  Y por favor, estrategas, no infravaloren los anuncios de televisión. El que le saque la mayor parte a los escándalos tendrá de su lado mucho a favor. Vivimos en un mundo de espectáculo. “Algunas personas creen que viven en un show, a mí no me gusta el drama”, me decía una chica hace unos días.

La política –sus hechos–, nos mantiene agazapados, a lo interno de lo que se mueve. Más aún, se nos puede hablar de que “en el caos de las redes, todo es posible”. Ocurridos hace mucho tiempo, promovemos los eventos históricos que narramos a continuación. Estos hechos ocurrieron en algún tiempo no tan lejano y son rememorados por hábiles internautas para lo que todo es materia de tuit, post y comentario.

Hace algunos años, en el gobierno de Obama se nos dijo que había un maletín que se le entregaba a todo presidente de Estados Unidos. En ese maletín hay información muy secreta que solo puede conocer el mandatario. Esta información haría a la gente meter su cabeza en la arena para no escuchar las verdades que allí se cuentan. Los iniciados hablan sobre muchos misterios que alberga esa información. En una entrevista a un presidente –en una entrevista a Obama–, esto no fue negado. Algunos han escrito sobre estos misterios pero los libros no están en las manos de todo el mundo.

Tenemos el video de la reunión de Biden con Ronald Reagan. La reunión se dio de manera distendida, con muchos chistes entre ellos. En otro momento, se nos dijo que Reagan se expresaba a través de bromas. Mejor dicho, en alguna cena con mucha gente, su discurso era de anécdotas. Comenzaba a hablar y mencionaba a Nancy Reagan, su esposa.

Tenemos un video de una cena de Reagan en la que se expresa a través de anécdotas, contando historias a la multitud de comensales. Es una buena manera de expresar ideas: y hay una teoría que dice que el desarrolló una maestría en esa manera de comunicarse con los demás. Entre otros aspectos de su personalidad, era un excelente narrador de historias.

También tenemos el documento fílmico en que Reagan anuncia que va a ser candidato a la presidencia de Estados Unidos: es un ejemplo de un discurso bien elaborado, sin excesos musculares, y muy puntual. Tenemos también la fílmica del desayuno de Balaguer en la Casa Blanca (este puede ser accedido a través de YouTube). El buen uso de la televisión es una herramienta trascendental todavía aun con las redes sociales a mano. Los estrategas dirán que usan múltiples medios. Pero seamos claros: los anuncios no siempre impactan a las multitudes.

En algún lugar se nos dijo que el invento de Reagan de hacer una Guerra de las Galaxias, fue genial. Toda la historia de la crisis de los misiles en Cuba, ya se sabe que tuvo su origen en los misiles en Turquía. En esos años, habitábamos la guerra fría y era cierto que todo lo que ocurriera tenía que ser analizado con sumo cuidado. ¿Podemos decir que la modernidad cambió la manera en que vemos a los temas? En otro caso, podemos decir que Margaret Thatcher tenía un esquema de la economía británica bien comprendido. En algún lugar del mundo (en lugares británicos) tendremos documentos fílmicos sobre ella que fue una dama elegante.

Como todo el mundo tiene una cámara, es probable que seas filmado cuando disfrutas de algo. Una de mis páginas favoritas es una de surf donde una muchacha mexicana, Patty Ornelas, surfea fácilmente en olas no tan altas. En cada ronda de surf, ella es filmada por sus compañeros en la costa. Yo mismo he grabado a gente surfeando las olas de nuestras playas en el norte de la República (con una cámara grande). Podemos usar la metáfora para decir que todo candidato surfea sus problemas. Como ocurre algunas veces, un periodista puede que no se la ponga fácil a un candidato. La gente con su celular quiere show, entretenimiento y que le capturen la atención. Algunos analistas tendrán mucha tela por donde cortar para analizar el proceso de “ser viral”. Le abrimos las compuertas a los candidatos para que se tornen virales: pero con argumentos.

Puede decirse que el Biden que vemos en el video es el mismo que hace sus bloopers en las redes sociales, algo que lleva a algunos al paroxismo. Sin embargo, podemos decir que él no esta tan lento como muchos dicen. Tenemos el video (todo está filmado), en el que cae manejando una bicicleta, mientras Trump es como un héroe entre sus amigos. Para afirmar lo que digo: tenemos el video de Bolsonaro cuando fue apuñaleado, y también tenemos el video en el atentado contra Cristina Kirchner. Casi todo está filmado por los camarógrafos (que somos todos).

Hay un derecho a “estar informados”. En los ochentas, teníamos, entre las locales, dos emisoras de radio extranjeras que nos daban las noticias (recuerdo la Voz de América), del ataque de las instalaciones en Kuwait, provocadas por la invasión de Hussein. Mirando las bombas caer del cielo a las instalaciones de Kuwait, tuvimos la guerra en la tele. ¿Con razón, alguno nos dirá por qué no vemos la destrucción de los tanques? Es una paradoja que con redes sociales no veamos los desastres de la guerra todos los días. Lo que vemos es una pequeña porción de lo que ocurre.

Alguno podrá tuitear con razón que no le gusta la idea de solo tener la información que postean los periódicos: quiere las declaraciones del Departamento de Estado. Para ello, puede buscarse en la web, pero también puede saberse que, dependiendo del acercamiento, será el enfoque. Los ciudadanos del 3000 hablarán de otros ciudadanos que minutos después de una pandemia entraron en una guerra. Para ese ciudadano, esta generación no será tan decente. Pero, para suerte de todo, una gran cantidad de personas no cree en la guerra.