Santo Domingo, D.N.

Marzo 21, 2023.

 

Doña Milagros Ortiz Bosch

Sus manos.

 

Después de un cordial saludo y antes de expresarle la razón de estas líneas, me permito decirle que no le escribo a la Asesora del Poder Ejecutivo en materia de Ética, Transparencia y Anticorrupción y Encargada De la Dirección General de Ética e Integridad Gubernamental. Tampoco a la ex Vicepresidente de la República o a la ex Senadora o ex Secretaria de Educación. Simplemente le escribo a la ciudadana, a la dama que es admirada y respetada por todo mundo en este país. Le escribo a doña Milagros Ortiz Bosch.

 

El motivo de esta carta es por una declaración suya hace poco menos de dos semanas. Esto a raíz de la designación de una ex funcionaria del gobierno como vice cónsul en Barcelona. Y es que usted con su pronunciación, encontró cómo definir lo que he sentido en estos últimos años.

 

Me refiero, cito: “No me gustó… La luz está con el sol, la sombra está con la noche y uno escoge si espera la noche o le gusta el día.” Doña Milagros, a mí tampoco me gusta. Y es que no me refiero a ese caso, sino a lo que ha estado pasando y cómo se ha manejado todo en nuestro país en los últimos veintitantos años.

 

Comenzando con los mismos partidos políticos, que le han dado cabida a personas de dudosa reputación, para optar por posiciones electivas y con el voto preferencial, sumado al dinero de no se sabe de dónde, o mejor dicho, sabiendo de dónde, son electos y el Congreso se ha visto lleno, mejor no decir nada. Si es cierto que la Constitución defiende el derecho a elegir y ser elegido, no es menos cierto que las organizaciones políticas deben tener los mecanismos para indagar quién es quien. No, no me gusta.

 

Otro aspecto es como bien usted dijo, no se puede cuestionar la capacidad del presidente Luis Abinader para designar a personas, uno se pregunta con algunas designaciones, ¿un compromiso está por encima del país? Personas designadas en campos de la que no tienen la menor idea. Siempre he dicho que el jugar “La Plaquita” o “Vitilla” en el barrio, no te hace jugador de béisbol profesional.

 

Esas personas a su vez designan a otras por cercanía y no por méritos o estudios, que al igual que ellos, no tienen idea de lo que se debe hacer. Designaciones producto de la corrupción a personas que han gravitado en el Estado, por saber cómo mantenerse sin importar el gobierno que esté. Advenedizos que han vivido de hacer negocios de sus posiciones y a favorecerse a sí mismos y el Ministerio de Administración Pública, (MAP), que en muchas ocasiones  hacen y aplican lo que se debe, hacen caso omiso en estas situaciones. No, no me gusta.

 

 

 

 

 

Doña Milagros, en el año 2020 se votó porque se estaba cansado de la sombra de la noche y se pensó que el amanecer venía con el “Cambio”. Pero no, seguimos en tinieblas, con el cielo nublado sin esperanza alguna de por lo menos ver una estrella para ver luz. La cultura de la corrupción, la cultura del nepotismo e indolencia aún persisten.

 

No sé si de manera involuntaria es que nos han mantenido a oscuras, pero no ha habido cambio, porque son muchos los casos como ese que a usted no le gusta ni a mí tampoco.

 

Ahora me despido y le doy las gracias por sacar este minuto de su apretada agenda y escucharme.

 

Luis Augusto Martínez Guzmán.