Aunque Balaguer desde el gobierno controlaba los principales hilos del poder del Estado, a partir del 1966, fruto de las elecciones fraudulentas orquestadas por la tropas de los Estados Unidos, a nivel social el PRD de Juan Bosch era la fuerza más poderosa de la sociedad dominicana. Esa fue la gran hazaña lograda por Bosch al retornar del exilio en octubre del 1961, organizar políticamente al pueblo dominicano en un partido capaz de empujar las transformaciones que necesitaba nuestra nación para alcanzar la democracia y la prosperidad. Por supuesto enfrentaba a tres grandes enemigos: el ejercito trujillista, la oligarquía reaccionaria y los intereses imperiales estadounidenses.
Las Fuerzas Armadas organizadas por Trujillo y fieles de manera perruna a su liderazgo, quedaron intactas con el ajusticiamiento del sátrapa. Era la única fuerza organizada del Estado Dominicano y su capacidad de violencia estaba por encima del nivel razonable para el tamaño de nuestra población y desarrollo económico. Como la derecha, orquestada en torno a la Unión Cívica, desarrolló una campaña en base a perseguir a todas las figuras del trujillismo, y el alto mando militar estaba entre ellos, para lo guardias era mejor que ganara Juan Bosch que estaba enfocado en la justicia social. El talante sanguinario de los militares trujillistas se mostró durante toda la transición desde el descabezamiento de Trujillo hasta el triunfo de Bosch, con el colofón de la matanza de Palma Sola a 8 días de las elecciones del 1962, siendo ya Bosch presidente electo.
La oligarquía dominicana, que salió del trujillismo muy debilitada por el impulso monopólico del tirano en la economía dominicana, rápidamente avanzó a recuperar sus espacios de dominio y más allá de lo alcanzado hasta el 1930. Los terratenientes enfrentaban la recuperación de las tierras robadas por Trujillo pero que se había sancionado legalmente, por otro lado gran parte de la oligarquía urbana pretendía retornar al modelo de “gente de primera” que prevalecía antes de la dictadura trujillista en torno al Club La Unión. Ambos sectores se cobijaron en la Unión Cívica, sus hijos en cambio, sobre todo los de formación universitaria, articularon el 14 de Junio como fuerza política, que ya existía desde finales del 1959.
La agenda del Departamento de Estados Unidos había reordenado su política para el Caribe a partir del triunfo de la revolución cubana y su medidas estatizadoras de las inversiones extranjeras. Fue precisamente ese hecho que llevó a los americanos deshacerse de Trujillo, ya que las tiranías no eran garantía de control sobre nuestros pueblos, incluso eran estímulos a movimientos guerrilleros capaces de ganar, como Fidel y el 26 de Julio. A partir de la llegada del Movimiento de Liberación Dominicana el 14 de junio del 1959 y el surgimiento del Movimiento Revolucionario 14 de Junio a fines del mismo año, indudablemente generaba en la inteligencia norteamericana la impresión de que se repetía aproximadamente lo mismo que en Cuba, por tanto optaron por sacar a Trujillo del poder y poder organizar una transición que no diera el mismo resultado que el cubano.
El fracaso de la invasión norteamericana a Cuba, en abril de 1961, y la respuesta cubana de permitir la instalación de ojivas nucleares soviéticas en octubre del 1962, radicalizó la postura americana, ya no se trataba de garantizar la lealtad a los intereses económicos gringos, sino la supervivencia misma de Estados Unidos. El triunfo de Bosch en las elecciones ocurrió bajo el lente de esos tres sectores y él incluso le llegó a confiar a amigos en París durante su gira europea y norteamericana como presidente electo que posiblemente no le dejarían ni tomar posesión.
Cuando Bosch regresa al país el 16 abril del 1970 su perspectiva política era radicalmente diferente de la que tenía cuando llegó al país el 20 de octubre de 1961. La invasión de los Estados Unidos el 28 de abril de 1965 para ahogar el triunfo de las tropas constitucionalista que le permitiría completar su periodo constitucional lo convenció de que el imperialismo norteamericano no permitiría que el PRD llegara de nuevo al poder con su agenda de democracia, soberanía y justicia social. Sus 4 años en Europa lo llevo a rearticular su perspectiva teórica sobre la historia y destino de las sociedades del Caribe y específicamente República Dominicana. Se movió hacia la izquierda, criticando la democracia representativa que había sido su apuesta política hasta que el primer marine norteamericano pisó suelo dominicano en abril del 1965.
Armado con su nuevo aparato teórico y nuevas convicciones inició un proceso de intentar reformar el PRD para convertirlo en un partido de cuadros. Un detalle importante es que Bosch en su giro hacia la izquierda no asumió la perspectiva insurreccional -y mucho menos la foquista- que prevalecía en ese momento en América Latina, incluso enfatizó la necesidad de que el PRD se desvinculara de la izquierda más radical que había hecho alianzas con el partido blanco durante su estancia en el extranjero. Hay que recordar que en toda su vida política Bosch únicamente patrocinó dos proyectos de carácter militar para tomar el poder: Cayo Confites en 1947 y Abril del 1965, bajo el cálculo de que era posible un triunfo que permitiera un cambio de poder. Incluso su rechazo a la expedición de Caamaño en 1973 confirmó esa postura.
Desde su óptica de liberación nacional a inicios del 1970 Bosch pretendía organizar un partido político -primero el PRD y luego el PLD- con fuerte disciplina organizativa para preparar al pueblo dominicano para tomar el poder, pero no aventurándose en acciones militares que derramara la sangre de los jóvenes dominicanos de manera inútil. Por un lado tenía conciencia clara del poder de los militares dominicanos y la voluntad del imperialismo norteamericano de no permitir un cambio político que pusiera en peligro sus intereses geopolíticos en la región. Para enfrentar cualquiera coyuntura que permitiera el control del Estado se necesitaba tener un pueblo bien organizado con un liderazgo fuerte y consciente de las tareas que demandaba el cambio que necesitaba nuestro pueblo.