1.- Digna de lástima es la campaña electoral en curso, que culmina con las votaciones del 19 de mayo para seleccionar a quienes ejecutarán las funciones del Poder Ejecutivo y Legislativo.
2.- Lo que estamos viendo son actividades politiqueras que generan, si no compasión y piedad, por lo menos indignación en las personas decentes, con algo de vergüenza y un mínimo de inteligencia.
3.- Desde cualquier ángulo que se analicen las movilizaciones de los politiqueros en busca de votantes, el resultado es el mismo, deplorables, calamitosas y penosas por entero.
4.- Los mensajes de la mayoría de los candidatos solo causan daño en la conciencia popular, porque no son orientadores, ni fijan ideas que puedan enriquecer conocimientos liberadores. En lugar de agradar, los discursos ofenden a la gente de buenos sentimientos.
5.- Porque los partidos y candidatos están huérfanos de propuestas que llenen las expectativas renovadoras del pueblo, lo que sale de las gargantas de los politiqueros son palabras sin contenido alentador para los oprimidos.
6.- Las que estamos escuchando son prédicas electorales vacías, sin nada que llegue al alma de ciudadanas y de ciudadanos ya hastiados de las mismas narraciones engañosas de cada 4 años, que solo buscan legitimar el sistema que tiene asfixiado a la generalidad de la población.
7.- La oratoria politiquera hace acto de presencia en los caravaneos que de fructíferos nada dejan para los sufragantes que viven al margen del progreso y desarrollo humano.
8.- Las alocuciones en campañas politiqueras callejeras, de nada sirven como medio de que mujeres y hombres se edifiquen para que en el futuro tengan conciencia cívica y ciudadana.
9.- Las personas que aquí comparecen a los colegios electorales, no lo hacen motivadas por los ofrecimientos de los candidatos, sino por el dinerito. Lo que impulsa a votar es el pago recibido.
10.- Estamos en presencia de una campaña electoral dominada por lo insustancial, frivolidad, en la que se destaca el politiquero vacío en lo ideológico, pobre de ideas nuevas, y ausente de profundidad para convencer por medio de la verdad.
11.- En los relajos electorales de aquí, no se ve a la mujer o el hombre que domina las ciencias políticas y llega al corazón de los sufragantes con alto nivel de conciencia.
12.- Estamos en la época de las campañas electorales que descansan en peroraciones ripiosas, propias de enganchados a la política para hacer de ella un medio para hacerse de unos dineros del presupuesto nacional.
13.- Cada día sobresale más en la politiquería electorera, la chismografía llevada al más alto grado de la malicia sacada de la ausencia de lealtad. A falta de inteligencia y honestidad, está presente la deshonestidad y la estupidez.
14.- En el medio nuestro muchos electores se han adaptado a la política electoral de los nuevos tiempos, y es por lo que vemos a los negociantes de la politiquería vendiendo ilusiones basadas en burradas, tonterías y cuantas sandeces están alojadas en cerebros adecuados a desatinos.
15.- La politiquería dominicana ha logrado desarrollarse, y cada vez avanza más, porque ha encontrado el sitio propicio para aquellos que, privados de vergüenza y honor, siempre tienen espacio disponible en sociedades degradadas.
16.- Es de desear que más temprano que tarde la politiquería del patán desaparezca para que pueda volver la política del caballero, de la mujer y el hombre formado para actuar con decencia, honradez y limpieza en todos sus actos.