Mencionaba la semana pasada cómo dos estamentos, el periódico Washington Post hace cincuenta años y el Congreso de los Estados Unidos en este año 2022, habían servido a la democracia a través de la investigación tenaz, ética y profesional, compartida a través de mecanismos de comunicación que se han complejizado, embellecido y estructurado cada vez más. Después de eso dos acontecimientos me llamaron la atención sobre el mismo tema de la calidad de servicio de la comunicación.

Melvin Peña, consultor en comunicación desde hace muchos años, publicó una pregunta pública a través de varias redes sociales indagando sobre las razones por las cuales las informaciones se desestiman. Los comentarios no se hicieron esperar. Comunicadores desde varios ámbitos de acción, personas que trabajan en medios, pero también personas que trabajan para empresas que quieren llegar a ellos, coincidieron en que la calidad del trabajo, la pertinencia y la facilidad de acceso eran factores que tenían una gran influencia en la acogida: lo que yo llamaría una actitud de servicio hacia los primeros receptores.

El otro acontecimiento que me hizo dimensionar la actitud de servicio frente a la información fue el haber asistido en la segunda edición de la cátedra “Dr. Manuel Bergés Chupani: Integridad Judicial”, organizada por el Tribunal Constitucional de la República Dominicana que, desde su creación, ha dado extensas señales de querer llevar a la consciencia de un público cada vez mayor la defensa del orden constitucional y la protección de los derechos fundamentales. En principio, el tema parecería destinado únicamente para un público especializado, pero dado que sus integrantes conciben que  los derechos los ciudadanos son un asunto de todos, en los diez años desde la creación de esta instancia, ella ha mostrado una gran vocación para que todas las esferas se consideren a sí mismas como receptoras pero también como defensoras de sus derechos.

En la edición de la mencionada cátedra se hizo evidente que, aparte de las sentencias y el funcionamiento institucional, se han puesto en marcha numerosos mecanismos para la divulgación.  El primer mecanismo en ponerse en práctica fue la apertura de canales a través de las redes sociales. Originalmente allí se ofrecían informaciones de carácter descriptivo y reseñas de actividades pasadas, pero desde hace poco,  integra la difusión en vivo de muchas actividades que se desarrollan en lugares físicos y con público que se desplaza hasta el lugar de los hechos.

El segundo mecanismo puesto en práctica por el TC fue un boletín a la antigua: versión impresa, pocas páginas a colores, noticias cortas. Tradicional pero no obsoleto. Todavía hay personas a quienes se les puede llegar preferiblemente por esta vía.

Desde hace tres años se edita una revista especializada con reflexiones sopesadas y estudios a profundidad. En el año 2021, justo saliendo de la pandemia, se inauguraron tres cátedras magistrales sobre los temas de integridad, clima de paz y democracia institucional. Ellas llevan en sus títulos a figuras emblemáticas de nuestro pasado reciente que exhibieron preocupaciones sobre esos temas, a saber, Manuel Bergés Chupani, las hermanas Mirabal y Juan Pablo Duarte respectivamente.  Adicionalmente, ofrecen la oportunidad a sus expositores de reflexionar sobre estos temas y de exhibir sus resultados en un ambiente que invita al respeto y al reconocimiento.

Adicionalmente, se reparten a voluntad ejemplares que contienen la totalidad de la constitución. Todos estos tipos de documentación, cada uno con grandes evidencias de cuido y respeto por los usuarios, estuvieron disponibles para el público que se desplazó hasta la Universidad Iberoamericana, donde ella tuvo lugar.

Estos cuatro elementos (redes, boletín, revista, cátedra y la constitución misma) estuvieron disponibles para los asistentes, pero el Tribunal prepara, además, audiolibros, concursos y ocasiones más lúdicas de intercambio, de manera que cada uno de los ciudadanos tenga la oportunidad de sentirse servido con calidad por el instrumento que más claramente busca este objetivo: la constitución de la República.