Caamaño y sus hijos Alberto y Francis. Londres 1967.

Los acontecimientos de octubre y noviembre de 1967 que produjeron mayores impactos en plena guerra fría fueron el asesinato del Che Guevara en Bolivia y la desaparición del Coronel Caamaño, en Europa, el 23 de octubre de 1967, cuando ocupaba el puesto de agregado militar en Londres, Inglaterra. La noticia se hizo pública el 23 de noviembre de 1967 al ser publicada en República Dominicana.

Peña Gómez reaccionó de inmediato orientando al pueblo sobre el acontecimiento, desde Tribuna Democrática: “Pueblo dominicano. Hemos confirmado la desaparición del coronel Caamaño el 21 de octubre. El agregado militar Lachapelle confirmó desde Bruselas. Tribuna Democrática, en nombre del PRD, informará las noticias correctamente al pueblo sobre el glorioso Coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó.”

Del diario escrito por el Coronel Caamaño entre el momento de su desaparición y el momento en que inicia la planificación de la guerra de guerrilla en Cuba: Octubre. Miércoles 25. Contacto en París con el compañero cubano…”

Caamaño efectuó el recorrido como acordado en plan al Metro de París, acompañado por un hombre. Jueves 26. 09:00 Contacto con el compañero cubano Armando. Salimos por la noche en tren a las 23:00 rumbo a Praga.

Atrás quedaba el Caamaño de abril…

De Francisco Alberto Caamaño Deñó a sus hijos Alberto y Francis

16 de octubre de 1967.

Mis queridos hijos Alberto y Francito:

Al recibo de esta habrán pasado algunos meses sin que sepan de mí y esto me apena mucho, pues mi mayor deseo sería el de estar con Uds. Sin embargo, por nuestra querida patria y por el bien del pueblo dominicano, esto no es posible todavía.

Uds. son ya dos hombrecitos y tarde o temprano conocerán el porqué de esta separación forzosa y las actividades a que su padre se ha dedicado, entonces juzgaran Uds. mismos si esto era o no necesario.

En nuestra patria, hijos míos, se han cometido y se cometen muchas injusticias, y hay muchos, pero muchos niños como Uds. que ni siquiera tienen un padre que les escriba, una madre que los quiera y este siempre con Uds., ropa para vestir, techo para guarecerse y pan para no morir de hambre; estas cosas, hijos míos, me apenan mucho y es por esto que se hace necesario nuestra momentánea separación que tanto sentimos todos.

Es por esos niños desamparados y por los padres de esos niños que son muy pobres y que sufren mucho por los que dedico mi vida por entero, pues esos niños son sus hermanitos y los padres mis hermanos, pues todos pertenecemos a la misma familia, todos somos dominicanos.

Estas cosas que les digo, a veces no se comprenden muy fácil, pero sé que Uds. sí las comprenderán; es tanto lo que quisiera decirles, hijos míos.

A nuestra querida Paolita quiéranla mucho, y a su mami también quiéranla mucho y ayúdenla en todo cuanto puedan, que ella es muy buena y los quiere mucho.

Bueno, mis muchachitos, un abrazo con todo mi cariño para Uds. y muchos besos para Paolita, y sean siempre buenos hermanitos.

Les quiere y no olvida, su padre.

Francis