Estoy seguro de que desde la óptica de muchos peledeistas soy un crítico consuetudinario de sus pasadas gestiones. Y no lo voy a negar. Pero los partidos son la base de una democracia sólida y hay que preservarlos a pesar de que muchos ciudadanos piensen lo contrario.

Tengo muchos amigos dentro del PLD que ven con preocupación el desarrollo del actual proceso electoral para elegir al candidato que estará en la boleta presidencial en las elecciones del 2024.

Y no se trata de personas que simpatizan por uno u otros candidatos sino de que su partido se mantenga unido después de ese proceso.

Es importante que haya al menos tres partidos fuertes que dominen el electorado, aunque otros más pequeñitos llenen de foto las boletas buscando dos o tres diputados y algunos síndicos y regidores.

El PLD se apresta a realizar elecciones este mes de octubre para escoger a su candidato a la presidencia para la contienda del 2024, en un momento difícil por la situación legal de muchos de sus miembros que han sido sometido a la justicia.

Además, el voto será electrónico y podrán votar todos los dominicanos que no estén inscritos en otros partidos.

Hay 6 candidatos que aspiran a representar al PLD en las próximas elecciones.

Sin embargo, esos candidatos deben firmar un pacto a fin de que respeten la voluntad de los votantes y no debe haber desde la cúpula directiva ninguna señal a favor o en contra de algunos de ello, especialmente del expresidente Danilo Medina.

Ya suenan los tambores de que esa cúpula pretende favorecer a un candidato en particular en detrimento de otros y eso es muy peligroso porque lo peor que puede pasarle al PLD es una nueva división. No lo soportaría.

El voto electrónico, que ha causado muchos escándalos en pasadas elecciones, debe ser cuidadosamente monitoreado y supervisado evitando el más mínimo error porque todo se iría a pique.

El PLD debe tener presente que en esas elecciones se juega su futuro. Y estoy seguro de que el partido que más desearía su fracaso es precisamente el de su antiguo líder Leonel Fernández, que es el candidato de la Fuerza del Pueblo, partido que creo a su salida del PLD llevándose una tajada de su militancia.

Así como el PRM se nutrió de casi toda la militancia del PRD para convertirse en una fuerza política a tomar en cuenta y alcanzar la presidencia 6 años después de su fundación, así ocurre con la Fuerza del Pueblo, cuyo crecimiento se sustenta en captar la mayor cantidad posible de militantes y simpatizantes del PLD.

Un fracaso del PLD en estas alecciones al único que beneficiaria seria a Leonel Fernández y su partido la FP, que lo convertiría en la segunda fuerza política del país.

Pero si el PLD sale triunfante, mantendría y consolidaría su posición como la segunda fuerza política, con opciones de poder en el futuro siempre que renueve su cúpula directiva y se acople a los nuevos tiempos y cambios que se están produciendo en el país.

Las elecciones del 2024 están bastante despejadas hasta el momento en cuanto a quien las ganaría. El problema es quien quedaría en segundo lugar. Si el PLD supera a la FP de forma contundente, ahí termina la carrera política de Leonel Fernández y eso ayudaría al reforzamiento del PLD en el futuro.

En fin, expreso mis mejores deseos de que el proceso electoral del PLD para elegir a su candidato a la Presidencia concluya con normalidad y salga fortalecido, porque eso fortalece la democracia dominicana.