El 4 de julio del 2022, en una carta a la Dirección de Electrificación Rural y Sub-Urbana del Ministerio de Energías y Minas, la Junta de vecinos Amo y Fe del pueblo de Boca de Cumayasa expresa, en introducción de una solicitud de rehabilitación de su red eléctrica:

Nuestra red eléctrica está conectada al sector de Villa Hermosa, distante de unos 20 kilómetros. La pérdida de energía es tal que el voltaje que sale de nuestros transformadores, conectándose en la fase 220 voltios, con dificultad alcanza los 90 voltios y, en la tardecita, cuando la demanda se levanta, oscila entre 60 y 80 voltios, provocando deterioro de equipos electrodomésticos. El servicio es tan precario que EDE Este no ha instalado contadores ni trata de cobrar servicio, salvo pocas excepciones; tampoco considera su prioridad restablecer líneas cuando hay fallos (la comunidad es quien debe restablecer a su costo y riesgo el servicio).

Desde luego el sistema eléctrico de ese pueblo es totalmente obsoleto funcionando con un voltaje distinto del resto del país, por lo cual su rehabilitación implica el costo importante de cambio de todos los transformadores, antes de la reconexión a una distancia corta al nivel de la Cueva de las Maravillas.

La carta esta enviada con copia a Defensor del Pueblo, institución que se manifiesta inmediatamente en solidaridad, pero el Ministerio no responde hasta un año mas tarde, el 14 de julio del 2023. El seguimiento atento de profesionales de Defensor del Pueblo, quienes organizan varias reuniones con el ministerio, finalmente logra una respuesta donde esta dirección anuncia que “se encuentra en proceso de diseño y presupuesto para posterior aprobación del proyecto por parte de la máxima autoridad de este ministerio”.

En los meses siguientes y antes del final del 2023, el Ministerio anuncia haber garantizado el presupuesto y haber programado la rehabilitación para inicio del 2024, con fecha de terminación proyectada de mayo 2024. El ministerio le solicita como contraparte a la Junta de vecinos asegurar la comida diaria de los obreros que vendrán realizar el trabajo de rehabilitación, lo que se interpreta como la mejor comprobación de que ese proyecto va en serio y el agradecimiento general de la comunidad que espera pronto salir de una pesadilla de varios años que ha costado a cada quien, además de malestares cotidianos, una factura imponente de costos de mantenimiento de electro-domésticos y otros equipos eléctricos.

¿Crónica de un éxito anunciado? ¡Pues no!

A inicio de abril 2024, no ha aparecido aun ningún obrero y al mismo tiempo el sistema eléctrico precario se ha deteriorado aún más, siendo el objeto de una cadena sin fin de conexión/desconexión inmediata, síntoma probable de una demanda eléctrica superior a la oferta de manera crónica y de una desesperación aún mas aguda de quienes viven en ese lugar.

Se reporta finalmente que el presupuesto no fue integrado a la programación anual del estado lo que es una sentencia de no ejecución de la promesa realizada…

Boca de Cumayasa es un lugar de gente pacifica que no acostumbra a protestas violentas, sin embargo, muchos ahí consideran que las autoridades no pueden permitirse prometer formalmente la solución a un problema tan duradero y crítico y luego abandonar sus promesas como si no hubiese pasado nada.

Fallando esta promesa, además de faltar el respeto a una comunidad que tiene años en apuros cotidianos, estarían desacreditando al gobierno entero y al propio presidente de este país.