Un conjunto de circunstancias políticas rodearon las vidas de personajes extraordinariamente ilustres como Joaquín Balaguer, Juan Bosch y Sacha Volman. Las historias que se narran de ellos están colmadas de aciertos y dilemas y, a pesar de lo último, muchos dominicanos todavía tienen las miradas puestas en ellos.

Hoy sabemos, a través de las Memorias de Sacha Volman, que Balaguer y Bosch sostuvieron conversaciones y pactos secretos en el año 1961, en 1963 y en algunos años posteriores.

Carnet especial de Sacha Volman, que lo acreditaba como miembro honorario del PRD.

De manera que en octubre de 1961, Sacha Volman logró  por medio del presidente John F. Kennedy que Juan Bosch entrara a los Estados Unidos, ya que, como he afirmado en otros apartados, Bosch tenía impedimento de entrada a la nación norteamericana porque sobre él pesaba una condena judicial en Miami, por un supuesto contrabando de chinos.

El hecho es que Volman reunió a Juan Bosch y a Balaguer en el hotel Waldorf Astoria, en la ciudad de Nueva York,  y en el encuentro se definió un plan para que tanto Bosch como los principales dirigentes del PRD retornaran al país. En tanto que Balaguer se comprometía a garantizar la llegada y la seguridad física de Ángel Miolán, Nicolás Silfa y Ramón Castillo, para iniciar el proceso de organizar el PRD en toda la geografía del país, conforme comenta Volman en sus memorias.

Juan Bosch y José Francisco Peña Gómez.

Bosch revela:

“Balaguer se comprometió a dar apoyo militar y convencer a fanáticos del trujillismo para que votaran a su favor, en caso de que él buscara la presidencia de la República. Pacto, o como quiera llamársele, que Balaguer cumplió desde Nueva York, donde se encontraba en calidad de exiliado”.

De manera que Joaquín Balaguer, en carta dirigida a Sacha Volman, en 1961, es decir, al regreso de su discurso en las Naciones Unidas y de haberse reunido con Juan Bosch en el hotel Waldorf Astoria de Nueva York, le escribe a Sacha Volman en estos térmios:

Santo Domingo, D. N.

                                                                                           8 de octubre de 1961

Señor                                                                               

Sacha Volman

113 East, 37th Street

Nueva York, 16.

A pocas horas de regresar al país, me apresuro a darle las más sinceras gracias por su loable esfuerzo con tal de que quien suscribe se reuniera con Juan Bosch en el hotel Waldorf Astoria.

Creemos que en este memorable encuentro se decidió la suerte del país en una hora de tantos conflictos que viven los dominicanos, originados por la frustración que ha generado el magnicidio de Trujillo. 

Tenga por seguro que quien suscribe cumplirá con su palabra empeñada y adoptará todas las medidas posibles a los fines de que lo acordado en el hotel Waldorf Astoria sea una realidad. La vida física de los señores Ángel Miolán, Nicolás Silfa y Ramón Castillo será celosamente asegurada y esperamos que el acuerdo citado tenga el alcance necesario, de manera que el país logre la paz estable y la llama de la esperanza revivirá por siempre.

Reciba el testimonio de mi alta y distinguida consideración.

                                             Joaquín Balaguer

Joaquín Balaguer.

En el año 1960,  Sacha Volman había venido al país en calidad de periodista del Partido Socialista, cuyo presidente lo era Norman Thomas, líder de los demócratas estadounidenses. Su presencia en el país le permitió entrevistar a Balaguer, entonces presidente de la República, en la Era de Trujillo, y obtener impresiones de los crímenes y arbitrariedades que se denunciaban sobre ese régimen en los principales diarios internacionales.

Narra Sacha Volman que en el encuentro con Balaguer en 1960 se trató el tema de la figura de Juan Bosch, como líder de la oposición en el exilio, y de la invasión de Constanza, Maimón y Estero Hondo, comandada por Enrique Jiménez Moya, en 1959. Sacha revela en sus Memorias que le contó a Balaguer que había conocido al profesor Juan Bosch en el año 1956, por iniciativa de Nicolás Silfa, quien lo llevó a Cuba a conocerlo. El dirigente perredeísta y Sacha Volman vivían apenas a unas cuadras uno del otro en Nueva York. 

Y cuenta Volman que Bosch, en el año 1963, le mandó a ofrecer con él a Rafael Leonidas Trujillo Martínez (Ramfis), la vicepresidencia y este se negó a aceptarla alegando que en 1959 su padre también deseaba que él aceptara esa posición, para llenar el vacío constitucional que existía al ser eliminada en el segundo período del mandato de Horacio Vásquez, y también la rechazó, señalando que no sentía emoción por la política y había jurado, tras la muerte de su padre, no volver a pisar tierra dominicana. Por lo que Trujillo designó en la misma al doctor Joaquín Balaguer.

También revela:

“En aquella época, la política de la CIA hacia Latinoamérica era establecida por personalidades extremadamente progresistas, quienes creían que había que apoyar a los regímenes liberales de Betancourt y Bosch. Como veremos, en 1960, la CIA financió, sin que este lo supiese, nada menos que al viejo líder del Partido Socialista Norteamericano, Norman Thomas, para que estableciese la escuela de adiestramiento político de Costa Rica, donde Bosch y Figueres fueron profesores en 1960-1961”.

En ese tenor, sostiene Sacha Volman que la CIA aportó fondos al Instituto de Formación Política, en Costa Rica, pero que Bosch siempre estuvo ajeno a cualquier colaboración, por su radical conducta en contra de actos ilícitos. Sin embargo -añade Volman- que Figueres sí recibió ayuda de la CIA para el mantenimiento del IFP y que la CIA también apoyó en 1963 el CIDES (Centro Internacional de Estudios Económicos y Sociales) en Santo Domingo.

Se afirma que  los recursos económicos en la conformación de la primera etapa de la organización del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) en todo el territorio, fueron aportados por Sacha Volman, de quien Bosch,  escribe:

“…la historia de Sacha Volman, en sus primeros veinticinco o veintiocho años, y la de cualquier joven luchador latinoamericano tienen mucha semejanza; en ellas se han consumido generaciones y generaciones de latinoamericanos de principios del siglo XIX; es, en suma, la misma guerra a muerte que hemos sostenido en América contra poderes extranjeros y reacción nacional de aliados. Esa similitud explica que desde que hizo contacto con los movimientos democráticos revolucionarios de la América Latina, Volman los comprendiera a fondo y se dedicara a ayudarlos”.

En cambio, el doctor José Francisco Peña Gómez expresa:

“A la seccional del PRD en Nueva York pertenecía el compañero Sacha Volman, quien había sido dirigente del Partido Socialdemócrata de Rumania. En una carta que este militante internacionalista nos ha enviado sobre la trayectoria del PRD en los años que precedieron al 5 de julio, nos explica su ingreso al PRD de la siguiente manera: ‘Fui militante en el movimiento socialdemócrata rumano desde una edad muy temprana, y en el período 1945-46 fue asistente del Presidente del partido, el compañero Tito Petruscu, muerto en la cárcel bajo la ocupación soviética. En 1948, exiliado, fui nombrado como delegado al SILO, organización que precedió la reorgnización formal de la Internacional Social Demócrata’”.

Sostiene Peña Gómez:

“El profesor Juan Bosch fue el único líder dominicano que creyó que era posible meterle un caballo de Troya a la fortaleza trujillista y sí, actuando bajo su firme convicción de que el trujillismo sin Trujillo no sobreviviría, negoció la implantación de su partido en el país a través del señor Sacha Volman, que es un hombre honorable, y quien, simulando ser periodista, se infiltró hasta el despacho del Dr. Balaguer en el Palacio Nacional, obteniendo para el PRD las garantías necesarias”.

En 1962, Sacha Volman fue designado de manera oficial corresponsal de la República Dominicana en representación de AFL-CIO Free Trade Unión News, y esto le permitió enterarse con más libertad de los problemas del país y de México, ya que el líder comunista Lombardo Toledano Vicente contrató su asesoría, lo que le permitió escribir dos folletos sobre el cooperativismo.

El Instituto de Formación Política funcionaba en Costa Rica y ejecutaba planes para la formación de jóvenes con vocación política democrática, como medio de impedir el avance del comunismo en América Latina y el Caribe. Dicha institución estaba dirigida por el profesor Juan Bosch y Sacha Volman, y José “Pepe” Figueres fungía como mecenas y orientador. Los fondos para su desarrollo provenían de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y del Departamento de Estado de los Estados Unidos de Norteamérica.

De acuerdo a Nicolás Silfa, a su llegada al país, junto a Ángel Miolán y  Ramón Castillo, en el año 1962, se les presentaron serios inconvenientes económicos, ya que tenían que buscar las tres comidas para las docenas de bocas que se encontraban en su respectivas casas. “No obstante -expresa- en aquellos días recibimos la ayuda de 5 mil dólares, de parte de Sacha Volman, y el problema quedó resuelto”.

Sostiene que:

“Posteriormente, seguimos recibiendo similares remesas en dólares de la oficina de Volman, en Nueva York, para los gastos generales de la organización, ya en abierta campaña de proselitismo político y organización por todo el territorio nacional”.

Cándido Gerón en Acento.com.do