1.
Octubre de 2021. Ucrania. Pocos meses antes de la invasión rusa.
La noticia del 7 de octubre de 2021, en el JN y difundida por varias agencias, decía: “Un memorial del Holocausto en Ucrania ha revelado, este miércoles, los nombres de 159 militares del ejército de élite del régimen alemán nazi que hace ocho décadas participaron en la masacre de Babi Yar, matando alrededor de 34 mil judíos en Kiev.”
En octubre del 2021, Ucrania. Pocos meses antes de la invasión rusa, participaron en ese homenaje a los fallecidos:
-el presidente de Ucrania Volodymyr Zelenskyy.
– e presidente de Israel Isaac Herzog.
– el presidente de Alemania Frank-Walter Steinmeier.
2.
Babi Yar es un barranco, cerca de Kiev, un terrible barranco que albergó una de las más grandes masacres cometidas por los nazis.
El 29 y 30 de septiembre de 1941, alrededor de 34 mil judíos fueron asesinados por los nazis y tirados por ese barranco. Muchos cubrieron cuerpos con tierra, tierra que después fue cubierta por sus propios cuerpos y luego por tierra otra vez.
La masacre de Babi Yar se considera “el holocausto con balas”.
En esa ceremonia, en octubre de 2021, como se menciona en la noticia, el padre Patrick Desbois, jefe del consejo académico del centro de homenaje a las víctimas, dijo:
-“los 159 militares nazis ahora conocidos eran “francotiradores, otros sacaron a los judíos de sus casas, otros se llevaron sus pertenencias, otros recargaban las armas, mientras otros servían bocadillos, té y vodkas a los francotiradores”.
Y después dijo: “Todos son culpables”.
3.
La imagen de los verdugos recibiendo bocadillos y té, durante los dos días de la masacre.
La terrible obviedad: quien mata necesita comer.
Imaginamos quizá en los santos y en los genocidas cuerpos sin estomago y sin otras necesidades que no sean la pura bondad o la pura maldad.
Como si los extremos de la maldad y de la bondad prescindieran del organismo y los cuerpos portadores de esos extremos se convirtiesen en seres puramente morales o puramente inmorales.
La maldad también come.
“Todos son culpables”.
Tener hambre no exime a nadie.
Dar de comer no exime a nadie.
4.
Octubre de 2021, Ucrania. Pocos meses antes de la invasión rusa.
En la ceremonia de inauguración del memorial, allí están los tres presidentes: de Israel, de Alemania y de Ucrania.
Volodymyr Zelensky, presidente de Ucrania, dijo: “Cuesta respirar en este lugar (…) La tierra temblaba con las convulsiones de las personas que aún vivas intentaban salir”.
Isaac Herzog, presidente de Israel, dijo: “hace 80 años no había nadie [em Babi Yar] para rezar”. E Isaac Herzog rezó-
Frank-Walter Steinmeier, presidente de Alemania, dijo: “Para nosotros, alemanes, solo puede haber una respuesta: nunca más”.
En esa ceremonia se inauguró el centro “Cristal Crying Wall”, creado por la artista Marina Abramovic.”
El Centro Memorial del Holocausto de Babi Yar, decía la noticia de octubre de 2021, todavía se estaba construyendo.
¿Cómo está hoy el Centro Memorial del Holocausto de Babi Yar, cerca de Kiev?
¿En construcción? ¿En destrucción?
5.
Las únicas fotografías que existen de esos días en Babi Yar son de Johannes Hähle, fotógrafo profesional del ejército alemán.
Johannes Hähle también estaba, en 1944, en el día D, fotografiando el lado nazi. Murió pocos días después del desembarque aliado, en un pequeño pueblo de Normandía, probablemente en medio de una batalla.
6.
Johannes Hähle entregó sus carretes de fotos “Babi Yar” a la Propagandakompanie, el ejército de propaganda nazi.
Algunas de esas fotos quizá hayan desaparecido; otras han estado mucho tiempo sin ser reveladas.
Johannes Hähle era un fotógrafo profesional. Sus fotos captan lo esencial, y en una masacre lo esencial es lo terrible.
Estuvo en el lugar de la masacre, por lo menos unos días antes y un día después.
Las fotos muestran judíos siendo llevados a Babi Yar.
Las fotos muestran objetos que pertenecían a los judíos asesinados.
As fotos muestran fotografías de familia en medio de montones de ropa.
Las fotos muestran zapatos de mujer, zapatos blancos, zapatos negros, bolso.
Las fotos muestran guantes de niños unidos por un hilo, probablemente para que una no se perdiera de la otra.
Y las fotos muestran, entre más ropa, la prótesis de una pierna.
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Traducción de Leonor López de Carrión
Originalmente publicado no Jornal Expresso