Actualmente esta en debate como una necesidad, un aumento general de salario, tanto a nivel del sector público como privado, en función de que el costo de la vida ha subido como consecuencia de un aumento generalizado en los niveles de precios de la economía.

Desde el mes de enero del presente año 2023, los representantes de los trabajadores organizados en centrales sindicales, han venido demandando ante el Comité Nacional de Salarios un aumento salarial de un 35%, a partir de que desde el año 2020 el nivel general de precios y sobre todo de los artículos de primera necesidad ha ido en aumento.

Por el lado de los empresarios, los mismos, aunque algunos representantes de asociaciones empresariales se han manifestado a favor de un aumento salarial, han planteado a la vez que el aumento salarial sea moderado, otros quizás la mayorías han manifestado como se expresaron en el 2021 y el pasado año 2022, que no existen condiciones para hacer aumento salarial y siempre con la frase muy usada de que “en los actuales momentos no es posible un aumento de salarios”.

En esta misma semana una empresa consultora, como que evidencia que ha sido mandada a decir un mensaje de grupos empresariales, ha divulgado por los diversos medios de comunicación, manifestando que es improcedente un aumento de salario por que esto podría tener un impacto tanto en el desempleo y el cierre de empresas y que el año pasado las empresas hicieron aumentos en promedio de un 11% en los salarios.

Partiendo de que desde el año 2019 al año 2022 la inflación acumulada fue de un 22.19% y que el aumento de salario establecido por el Comité Nacional de Salarios en julio del año 2019, que estableció un aumento de salarios llevándolo a un promedio de RD$13,482.00, eso significa que en los actuales momentos en promedio el salario debe ser aumentado en aproximadamente un 30%.

Un elemento que justifica como justo que haya un aumento salarial, es que no obstante existir un entorno internacional desfavorable, la economía dominicana ha sido resiliente y ha crecido por encima de un 5%; este crecimiento se expresa, según informaciones del Banco Central, en un aumento de su actividad  de los sectorees turismo de un 25.2%, salud 11%, otras actividades de servicios 8.3%, administración publica 7.8%, trasporte y almacenamiento 6.7%, servicios financieros 5.6%, comercio 5.5%, zonas francas 5.9%, agropecuaria 5% y manufactura local 2.6%. Este crecimiento se traduce en aumento cuantiosos de ganancias en los sectores empresariales señalados.

A partir de lo anterior y partiendo de que en el año 2021 se estableció un salario mínimo de 15,600, si partimos que la inflación acumulada entre 2021 y 2022 que fue de 16.60% y a eso le agregamos la inflación subyacente que fue de una 11.2% para dicho periodo, eso significa que el aumento de salario debe ser aproximadamente mínimo de  un 30% .

Cuando nos hablamos de inflación subyacente, nos estamos refiriendo al aumento de precios de productos y servicios por motivos estacionales, como el caso de los plátanos que aumentaron  de 10 pesos en el año 2019, la unidad, hasta 30 pesos en la actualidad o la batata de 8 pesos a 25 pesos la unidad, el pollo cuya libra paso de RD$50 en el año 2020 a más de RD$80 en la actualidad.; ni decir de los materiales de construcción por ejemplo cemento que ha pasado de RD$315.00 a diciembre del año 2021, hasta RD$500.00 en la actualidad.

No obstante de que se celebra que el producto interno bruto per cápita (producto promedio por habitante) en la Republica Dominicana, paso de US$8,971.9 en el año 2021 a US$10,600.00 en el año 2022; la forma como se puede redistribuir esa nueva riqueza creada, como forma de romper con la actual desigualdad económica existente,  para compensar a la población asalariada y desempleada de escasos recursos, es a través de un aumento salarial justo y planes de protección social, que efectivamente lleguen a quien más lo necesite.