-Porque: El problema de las mentes cerradas es que siempre tienen la boca abierta.
-"La degeneración de la especie humana se percibe en que cada vez nos engañan personas con menos talento". Darwin.
Pesimista, osó un político llamarme, obviando, exprofeso, que el problema no es en sí los herederos, sino la herencia parasitaria de sus progenitores, en cuanto al fondo y forma. Eso lo estamos viendo, tanto en la política como en los negocios particulares, pero que, su origen, radica por igual, en el erario. Bastaría con observar los medios de comunicación, donde los herederos han continuado el mismo camino de extorsión y manipulación que llevaron a cabo sus progenitores, con el mismo cinismo y desvergüenza, lo que le dejan pingües beneficios.
Optimista desearía ser, si es que me dieran motivos, pero no, es todo lo contrario. Nos han llevado a estar la mayoría del tiempo, viviendo en medio de un sesgo de encuadre, donde elegimos entre esto malo y aquello peor. Los políticos nos han obligado a admitir, como iguales, a los “riferos”, quienes ostentosamente osan por igual ser llamados “banqueros”, y, vaya usted a ver que frescura pretender pertenecer a esta categoría de empresarios, pero, nos los presentan como ejemplos a seguir, admitiéndolos sin tapujo alguno dentro de su rebaño partidario, por la cantidad de dinero que manejan estos individuos, mientras, juegan con la necesidad de los más desposeídos, hasta de vergüenza.
Habría que estar ciego, sordo y turulato para no comprender que, de así continuar ejerciéndose la política partidaria, dentro de muy poco tiempo, nos encontraremos con que los principales aspirantes a pertenecer al selecto grupo de “onorables”, síndicos y demás yerbas aromáticas, lo serán los jefes de punto de drogas en cada barriada a nivel nacional. Loas a quienes hasta ahora han logrado pertenecer a estos selectos y privilegiados grupos, donde ya hasta cuasi héroes nacionales han tenido y otros tantos que hasta aspiran a la primera magistratura del Estado.
Es por estas razones, que en ocasiones, haciendo un esfuerzo inaudito, me da por creer en algo o alguien, aún y usted no lo crea, pero, de tanto hacer este esfuerzo, mi mente me traiciona, haciéndome creer que ya no hay remedio alguno que incida en el pensar de muchos de nuestros políticos, sean estos viejos o nuevos, ya que estos últimos, solo aspiran a hacer lo mismo, donde en muchas ocasiones, parlotean que serán diferentes pero solo en la oratoria, porque en cuanto al accionar, son mucho más de lo mismo. Por eso, llegado un momento, mi pensar se convierte en todo un batiburrillo, un caos donde todo se me confunde.
Observo como muchos de estos personajes pretenden desconocer que hoy fue mañana y ayer fue hoy, y, que la historia se repite una y otra vez, aun sea con diferentes matices, pero, se repite. En tanto esto sucede, muchos llamados a tomar las debidas decisiones para dirigir lo que sea, se mantienen vacilantes, haciendo de manifiesto su carencia de valor para tomar el toro por los cuernos, constituyéndose en hombres influibles por personalidades quizás mas poderosas que sus propias fuerzas, hasta morales.
Pero la diversión y esparcimiento de la gente, junto al vivir el día a día, con una mentalidad de vagabundo, de disfrutar hoy sin pensar por asomo en el mañana, ha sido la línea tomada por los políticos para no hacerle frente a los reales problemas de la sociedad, inclusive, despertando el lado oscuro y oculto de los desposeídos, de los adictos o avaricioso ofreciéndole toda la chapucería moral posible, el boato y todo lo plástico que hoy ofrece como algo valioso la sociedad. Con lo que ofrece y se promueve de la calle 42 en el barrio Capotillo, basta y sobra.
Y, sin embargo, ahora que las condiciones están dadas, no se termina de eliminar la ineficiente, cara e innecesaria, Cámara de Diputados. ¿Por qué? ¡Porque todo lo hacemos a medias! ¡Sí señor!